Por Carlos Esteban – gaceta.es

Era tan fácil como cambiar de nombre las cosas. No le llames censura, sino «lucha contra la desinformación» y nadie moverá un músculo. No lo llames totalitarismo, sino «lucha contra el cambio climático» o «la pandemia», y la gente seguirá dormida. Y, sobre todo, no lo llames control de la libre expresión, sino «supervisión de los discursos de odio«, y nos habremos cargado el régimen de libertades sin cambiar una sola institución ni asustar a nadie.

Es lo que ha anunciado abiertamente la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul: el estado de Nueva York ha estado «recopilando datos» de las plataformas de redes sociales para combatir el «discurso de odio» tras un presunto aumento de las manifestaciones antisemitas.

Es doloroso para mí, como gobernador de este gran estado, que ha sido conocido por su diversidad y por cómo celebramos diferentes culturas, diferentes religiones, diferentes puntos de vista; es doloroso ver la crueldad con la que los neoyorquinos se tratan unos a otros», ha afirmado Hochul.

«En todas partes, desde los campus universitarios hasta nuestras calles, las escuelas y los patios de recreo; incluso cuando entran a sus lugares de culto», dijo señalando que «inmediatamente desplegó a la Policía Estatal para proteger nuestras sinagogas, yeshivas, mezquitas y cualquier lugar» susceptible de ser objeto de «crímenes de odio o violencia».

Según la Policía de Nueva York, los incidentes de odio contra judíos han aumentado casi un 331% en la ciudad de Nueva York desde el ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre.

Y después de reunirse con judíos importantes en Nueva York, Hochul planea «detectar la incitación a la violencia» y las «amenazas directas a otros» a través de la vigilancia de las redes sociales.

«Estamos muy centrados en los datos que recopilamos de los esfuerzos de vigilancia: lo que se dice en las plataformas de redes sociales. Y hemos lanzado un esfuerzo para poder contrarrestar parte de la negatividad y llegar a las personas cuando vemos discursos de odio». «Se habla de ello en plataformas en línea», dijo, y agregó que los neoyorquinos «deberían sentir que tienen que ocultar cualquier indicio de cuáles son sus creencias religiosas».

Y ya tenemos la excusa perfecta. Lo que falta es una definición delimitada, precisa, de lo que significa “crimen de odio” en las redes. Aunque podemos imaginarlo.

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
3 Comentarios
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas