Fuente: Minghui.org
(Continuación de la Parte 2)
Demasiado tarde para el arrepentimiento
Cuando el duque Zhao fue desterrado del Estado de Lu y estaba en el Estado de Qi, el duque Jing le preguntó: “Usted es todavía un hombre joven. ¿Qué sucedió?”. El duque Zhao respondió mostrando arrepentimiento: “Cuando era pequeño muchas personas se preocupaban por mí. No los valoraba ni estaba agradecido. Muchas personas me hablaron acerca de mi comportamiento, pero no les presté atención ni me mejoré.
“Después de un tiempo no había gente honesta ni responsable ayudándome. En su lugar, me rodeé de aduladores y de gente superficial. Yo era como una planta de diente de león en otoño y con una raíz podrida. La primera brisa de otoño la puede arrancar fácilmente”.
El duque Jing estaba muy conmovido y pensó que lo que el duque Zhao decía tenía sentido. Le habló a Yanzi acerca de la respuesta del duque Zhao y le preguntó: “Si se le permite al duque Zhao regresar al Estado de Lu, ¿no se convertiría en un gobernador virtuoso como aquellos de tiempos antiguos?”.
Yanzi respondió: “No es así. La gente ignorante a menudo se arrepiente del mismo modo que la gente inescrupulosa generalmente piensa que es honesta y justa. Es como una persona que se ahoga por no haber preguntado cuán profunda era el agua, o como una persona que está perdida y no quiere pedir que la guíen. Sólo cuando ya es demasiado tarde la persona que se ahoga piensa en preguntar cuan profunda es el agua, o la persona perdida empieza a preguntar por dónde ir.
“Sería, por ejemplo, como si soldados enemigos rodearan a un estado, y ese estado que está a punto de caer recién en ese momento comenzara a fabricar sus armas. Otro ejemplo sería cuando alguien se está atragantando, y en ese momento se apresura a comenzar a cavar un pozo para obtener agua. A pesar de que ambos hagan su mayor esfuerzo ya sería demasiado tarde. No hay más tiempo para hacer algo”. El duque Zhao sintió un profundo remordimiento sólo después de ser desterrado, pero ya era demasiado tarde.
Muchas personas continúan cometiendo los mismos errores a lo largo de sus vidas. Sólo cuando se enfrentan con las dolorosas consecuencias empiezan a lamentar sus errores. Pero lo hecho, hecho está, y no hay forma de volver atrás y deshacerlo.
Más tarde es posible que sientan remordimiento y se castiguen por sus malas acciones. Sin embargo, ellos no aprenden de sus errores y aunque empiecen a hacer las cosas correctamente, después de algún tiempo cometen actos igualmente malos, y a continuación se sienten de nuevo culpables. Este círculo vicioso sigue y sigue, y toda su vida continúa llena de remordimiento.
Un viejo proverbio dice: “No hay que esperar para hacer buenas obras”. Tampoco debemos esperar para corregir nuestros errores y mejorarnos. No hay que pensar siempre que todavía hay tiempo, y postergar el hacer lo correcto. Si no tratamos firmemente de cambiar nuestro comportamiento, probablemente no seamos capaces de rectificar ni un solo error, no importa cuánto tiempo haya pasado. No hacer nada puede eventualmente conducir a errores más grandes, y vamos a terminar llenos de pesar. Así que siempre debemos estar atentos y corregir nuestros defectos tan pronto como los identifiquemos.
Una actitud tranquila y sosegada ayuda a mantener los canales de comunicación abiertos
Un día después de que el duque Jing tuvo su reunión diaria con sus funcionarios, Yanzi fue a verlo y le dijo: “Durante la reunión usted estuvo muy severo”. El duque Jing le dijo: “Bueno, estaba escuchando los informes y dictámenes de los funcionarios de mi corte real. ¿Por qué, el que yo sea severo, impactaría negativamente en la manera en que administro el Estado?”.
Yanzi le respondió: “Cuando escucha a sus funcionarios en la corte real, si ellos notan que usted es demasiado duro, es posible que tengan miedo de decir algo que es verdad por temor a molestarlo. Si ellos no le dicen la verdad, entonces usted no sabrá lo que realmente está sucediendo en el Estado, y nunca sabrá cómo se sienten realmente las personas, ni que es lo que quieren. Dado que los funcionarios no pueden hablar libremente es como que si fueran tontos. Y dado que no pueden decirle lo que está pasando realmente es como si usted fuera sordo. ¿No afectaría esto negativamente los asuntos de Estado?
“Además, un granero se llena a partir de porciones individuales; y una cortina se teje también a partir de hilos de seda individuales. El Monte Taishan es muy alto, pero no se formó de una gran roca. Una gran cantidad de polvo y rocas juntos formaron la montaña más alta. Para construir un estado pacífico y próspero usted no puede confiar en los dichos de una sola persona. Por supuesto, el duque no tiene que seguir todos los consejos dados por los funcionarios, pero no debe desestimularlos a hablar”.
Yanzi vio que la actitud del duque Jing hacia sus funcionarios era tan intimidante que los funcionarios no se atrevían a hacer comentarios, por lo que habló de ello con el duque. El deber y la responsabilidad de un funcionario es asistir al jefe del estado para administrar los asuntos del estado. Cada vez que ven que el jefe de estado comete un error, tienen que decirlo y marcárselo. No deben hacer la vista gorda ante el error con el fin de protegerse. Sólo de esa manera puede ayudar a que el jefe de estado vea sus propios errores, se mejore, y evitar que el estado tenga resultados desastrosos.
Si una persona siempre es arrogante, nadie le va a señalar sus errores, o todo el mundo simplemente se mantendrá alejado de ella. Como los que son arrogantes no pueden ver sus propios defectos y no tienen amigos que les digan cuales son sus errores, se empantanan en el lodazal de sus errores, y se hunden cada vez más, hasta que sufren pérdidas irreversibles.
Cuando les marcamos las deficiencias a otras personas, ¿somos como Yanzi, y les damos consejos razonables de una manera sincera? Si vemos a nuestros amigos y familiares cometer errores, y con el fin de protegernos no los aconsejamos a tiempo, esto los llevará al fracaso. Eso significa que no hemos cumplido con nuestras responsabilidades como amigo o pariente.
Todo el mundo comete errores. Lo más importante es aprender de nuestros errores y mejorar nosotros mismos continuamente. Como dice el viejo proverbio: “No hay acción más recta que la de corregir nuestras propias faltas”. Si seguimos encubriendo nuestros errores, eso es realmente una mala acción, y esto impedirá que nuestra moral mejore.
Tal como dice en las “Normas para ser un buen niño y estudiante” (de Di Zi Gui): “Si uno corrige lo que ha hecho mal entonces es como si no hubiera pasado. En cambio si uno lo encubre esto se añade a esa mala acción”. Confucio dijo una vez que hay tres tipos de amistades que son ventajosas, y que la amistad con personas rectas es la primera de la lista. Es una bendición tener amigos que nos puedan aconsejar acerca de nuestros errores.
El duque Jing fue muy afortunado de tener a Yanzi a su lado. Las constantes conversaciones rectas de Yanzi le ayudaron a darse cuenta de sus errores, a reflexionar sobre sus errores y a mejorarse. Yanzi fue un funcionario verdaderamente honesto y sería según Confucio del tipo de amistad beneficiosa. El duque Jing fue capaz de aceptar las críticas y correcciones de Yanzi, y eso es digno de elogio.
A veces el duque Jing se sentía avergonzado con los consejos de Yanzi, y sentía que había quedado mal. Pero él estaba de acuerdo con todo lo que le decía Yanzi y lo admiraba por su coraje para hablar a favor de aquello que fuera beneficioso para el estado y su gente.
Cuando Yanzi falleció, él estaba profundamente triste y exclamó: “Usted me daba consejos desde la noche a la mañana, y me señalaba incluso los errores más pequeños. Pero durante un tiempo permanecí pasivo frente a mis errores y no mejoré mucho. ¡Ahora que se ha ido, si el Estado de Qi corre peligro, a quien va a recurrir la gente para pedirle ayuda!”.
Yanzi nunca pecó de adulador insincero. Él siempre fue franco con la gente, y no tuvo una doble vida oculta. Sus charlas honestas, la forma en que rigió el estado y manejó su vida personal, reflejaban su conciencia recta y su mentalidad de “poner a la gente primero”.
En cuanto a la China de hoy, el partido comunista chino (PCCh) ha utilizado el enfoque de la cultura del engaño y la confrontación, reemplazando así a la cultura tradicional china. Se rebela ante la idea de la “conciencia” y no tiene ningún respeto por la vida.
Esto ha dado lugar a un sinfín de desastres para el pueblo chino: la destrucción del medio ambiente, la grave contaminación de sus recursos naturales, la pérdida total de los valores morales tradicionales, los alimentos tóxicos, y los productos falsificados.
Los funcionarios corruptos y la connivencia entre empresarios y funcionarios del gobierno, y entre policías y mafiosos, crean muchas dificultades para la gente común.
El PCCh difunde mentiras y reprime brutalmente a todo aquel que se atreve a decir la verdad. La persecución a los practicantes de Falun Gong ha estado sucediendo desde hace 15 años. La crueldad del partido no quedará impune. La creciente y generalizada indignación, y el descontento del pueblo chino, con el tiempo dará lugar a la desaparición del PCCh.
Más de 160 millones de personas ya han renunciado al partido y sus organizaciones afiliadas. A través del boca a boca cada vez más personas están descubriendo la verdad y decidiendo hacer lo correcto, volviendo a los principios celestiales, a los valores morales y a la conciencia, para poder tener un futuro brillante.