Fuente: La Gaceta de la Iberosfera

Este viernes 6 de octubre, la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de Junín -provincia ubicada en la sierra central peruana– confirmó la sentencia de 3 años y seis meses de prisión efectiva contra Vladimir Cerrón, líder del partido marxista leninista Perú Libre y exaliado del hoy preso Pedro Castillo, encontrándolo responsable del delito de colusión en el caso ‘Aeródromo Wanka’.

Previamente, Cerrón fue condenado a cuatro años de cárcel efectiva por este caso en febrero de este año, pero la sentencia solo se cumpliría si era ratificada en segunda instancia. Esta vez, la sala determinó 3 años y 6 meses de prisión efectiva para el también exgobernador regional, la inhabilitación de asumir un cargo público por el mismo periodo e impuso una reparación civil de 800 mil soles (casi 200 mil euros).

De acuerdo con la tesis fiscal, el Gobierno Regional de Junín carecía de justificaciones para llevar a cabo el plan de construcción del aeródromo, pues el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) insistió en su postura de que la región ya contaba con un aeropuerto operativo.

Sin embargo, la fiscalía señaló que Cerrón suscribió un contrato irregular con Luis García Morón, representante legal del consorcio Gran Aeródromo Wanka, sin considerar el pronunciamiento en contra de la Dirección General de Política de Inversiones (DGPI) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

De acuerdo con Infobae, al final de la lectura de la sentencia se leyó el voto en discordia del juez Carlos Carhuancho, quien consideró que la sentencia se debía ejecutar una vez que esta sea declarada firme o consentida, es decir, cuando ya no cabe recurso impugnatorio alguno, pues cabe la posibilidad de que Cerrón o uno de los otros sentenciados -Serafín Blanco y Luis García- puedan presentar un recurso de nulidad o casación para que la Corte Suprema evalúe la decisión de la Sala Penal.

La bancada izquierdista respalda a su líder

La bancada de Perú Libre en el Congreso, liderada por la vocera Margot Palacios, defendió a su líder y denunció una «persecución política» en su contra con el objetivo de «anularlo» en los eventuales procesos electorales.

Asimismo, aseguraron que se ha «politizado la justicia» y que el Poder Judicial se encuentra tomado por los «caviares» -término despectivo utilizado en Perú para referirse a la izquierda mesocrática y capitalina- que «no le perdonan» haber encabezado la «victoria» de la «izquierda popular» en las elecciones generales de 2021.

El hombre detrás de Pedro Castillo

Cerrón, neurocirujano de 52 años formado en la Cuba castrista, llevó al poder al sindicalista Pedro Castillo en las últimas elecciones presidenciales, en las que no pudo participar porque su candidatura a la segunda vicepresidencia -detrás de Dina Boluarte, actual presidenta del Perú- fue declarada por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) como improcedente; todo ello al estar sentenciado a prisión suspendida por actos de corrupción.

Desde que Castillo asumió la jefatura de Estado el 28 de julio de 2021, Cerrón permaneció como la principal influencia, incluso se advirtió que de este último dependían los nombramientos de ministros y asesores, como ocurrió con la designación de Guido Bellido, acusado de apología al terrorismo, como presidente del Consejo de Ministros.

Si bien Castillo buscó deslindar de él ante la prensa y sus aliados de la izquierda caviar -que le prestó cuadros al inicio de su Gobierno, previa coordinación con Verónika Mendoza, lideresa del grupo izquierdista Nuevo Perú-, la «sombra» de Cerrón permaneció sobre él hasta que terminó dándole la espalda y el expresidente resultó destituido por el Congreso tras su fallido golpe de Estado del pasado 7 de diciembre.

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