Fuente: Minghui

Nuestros antepasados creían que el Tao generaba todo y dotaba todo de virtud (De). Ellos respetaban el Tao, valoraban la virtud, promovían el cumplimiento de la ley celestial y gobernaban el país con virtud. En la historia china, hubo varios gobiernos famosos, entre ellos los administrados por Wen y Jing. Wen y Jing fueron emperadores durante la dinastía Han. Sus administraciones promovieron la bondad, y gobernaron el país con virtud. Este gobierno mantuvo un mundo pacífico y ordenado. Su sociedad fue próspera, y sus ciudadanos vivieron vidas felices y pacíficas.

Administrar con políticas justas que brinden comodidad y nutran a los ciudadanos del país

Al inicio de la dinastía Xihan, debido a los años de caos y guerra al final de la dinastía Qin, la economía estaba empobrecida. De acuerdo a los archivos históricos: “Los agricultores no podían realizar sus labores, y había hambruna en todos lados.” Cuando el emperador Wen ascendió al trono, publicó varios edictos imperiales promoviendo la agricultura y reduciendo o incluso eliminando los impuestos sobre los agricultores. Impuso políticas que eliminaban el castigo injusto a terceras partes que estuvieran involucradas o implicadas en casos criminales, y pacificó a las minorías de los alrededores, brindándoles ayuda y aliviándolas. El emperador Jing heredó las políticas de su padre, el emperador Wen. También publicó un edicto imperial, declarando: “La agricultura es la base primordial para todo lo demás. Con respecto al oro, la plata, las joyas de jade, no las puedes comer si estás hambriento o usarlas si tienes frío. No pueden ser comparadas con los granos, el maíz, la seda y el lino”. El emperador Jing estableció también escuelas en gran escala y se enseñó etiqueta, mientras se inculcaba la virtud y la moralidad. Los ciudadanos eran sencillos, honestos y defendían la virtud.

Se inicia una política de ahorro

El emperador Wen era famoso porque siempre ahorraba y se controlaba a sí mismo. Él pensaba: “Los administradores necesitan gobernar el país y respetar la ley celestial, tratar a los ciudadanos como se tratarían a ellos mismos, ahorrar cuidadosamente, y prohibir el despilfarro, mientras procuran no perturbar o dañar a los ciudadanos”. Durante los veintitrés años que estuvo en el poder, no se realizó ninguna mejora al palacio, jardín, guardarropa u otra propiedad personal. Para poder bajar los impuestos, disminuyó sus gastos personales y la cantidad de guardaespaldas imperiales, y al mismo tiempo moderó los gastos financieros del país. Está registrado en Shiji y Lushu (libros de las dinastías chinas) que el emperador Wen dijo: “Los ciudadanos viven en paz sin la invasión del exterior o el exceso de impuestos del interior. Son capaces de practicar la agricultura y vivir vidas prósperas”. Jing publicó un edicto imperial prohibiendo a sus súbditos traer brocados y objetos de lujo como contribuciones. También prohibió a los oficiales locales comprar oro, plata, jade, o joyas. Cualquiera que no cumplía con el mandato sería acusado de robo. De este modo, los aristócratas y los oficiales, no se atreverían a involucrarse en la extorsión o complacerse con el lujo. Los sueldos de los ciudadanos estaban garantizados, y su carga era por lo tanto disminuida. La cantidad de vagabundos se estabilizó, y la población creció. A cambio, el poder nacional mostró un crecimiento global.

Practicar valores morales mientras se administra bien el país

El emperador Wen se formó a sí mismo basado en las enseñanzas de los antiguos sabios y en las virtudes: Ser modesto y estricto con uno mismo, aceptar diferentes opiniones. Siempre fue consciente y tuvo cuidado de no cometer errores. En el caso de que hubiese una cosecha pobre o algún desastre, él examinaba la situación primero personalmente y luego le pedía a sus oficiales y a sus ciudadanos que señalen los problemas que existían en la sociedad. Por ejemplo, en un edicto imperial, Yizuobaixing, declaró: “Por muchos años el rendimiento de la cosecha ha sido pobre, además desastres como inundaciones y sequías han provocado una epidemia de enfermedades. Estoy muy preocupado. ¿Hay algún error político en mi administración? ¿Ha habido algo allí que haya destruido la armonía entre nosotros, lo cual haya podido perturbar el equilibrio entre el cielo y la tierra? ¿Han hecho mis oficiales muchas cosas innecesarias? ¿O ha sido su salario excesivo? ¿Por qué han disminuido los granos? Quienquiera que tenga buenas ideas al respecto para compartir, por favor tome la iniciativa de traerlas adelante”. Una vez hubo un problema en la junta, el emperador Wen se culpó a sí mismo nuevamente, por el altercado. Es admirable su espíritu de autorrestricción.

El emperador Jing planteó la importancia de establecer un buen ejemplo con su propia conducta. Declaró en uno de sus edictos imperiales: “Yo mismo he arado el campo, la reina planta moreras blancas y cría gusanos de seda. Ofrecemos granos y vestidos en las ceremonias. Esperamos que los ciudadanos puedan ser también diligentes en la agricultura y la cría de gusanos de seda, mientras guardan provisiones para los días lluviosos. No se burlen o abusen de aquellos que son débiles o menos afortunados. Cuiden de los niños, los huérfanos, y las personas mayores. Este año tenemos una cosecha poco exitosa, y aún tenemos inundaciones y sequías. ¿Cuál es el problema? ¿Hay algún oficial fraudulento o hipócrita en mi administración, quién está usando su poder para cometer malos hechos o hacer negocios con la propiedad pública y haciendo daño a la gente? Si es ese el caso, entonces no tiene más sentido ser un oficial de esta administración. Quiero que todos los oficiales en el área de Erqianshi sean estrictos consigo mismos, y que se me reporte sobre aquellos que no están cumpliendo con sus obligaciones fielmente. Investigaré sus crímenes, se hará público este aviso especial, para que todos sepan a lo que me refiero”.

Tanto Wen como Jing respetaron el Tao y siguieron el curso de la naturaleza. El concepto de gobernar el país era: “Ama, enriquece y enseña a tus ciudadanos”. Ellos buscaron hombres capaces y virtuosos para que sean los oficiales en sus administraciones. Cuando había una pobre cosecha de maíz, se culpaban ellos mismos en primer lugar. Bajo su influencia, las personas a su alrededor enfatizaron la importancia de la virtud. De acuerdo a Hanshu, Shihuozi, (libros de historia de las dinastías chinas) después de Wen y Jing, los ciudadanos tenían suficiente de que vivir y los almacenes y depósitos estaban llenos de granos. Cada año había un excedente en el presupuesto. Las personas vivían en un mundo ordenado y pacífico.

Los ciudadanos chinos han creído en seguir la ley celestial desde tiempos remotos. A través de la historia, estos líderes benevolentes enfatizaron el honor y la justicia, mientras fomentaban diferentes opiniones, y han ayudado y consolado a los ciudadanos en tiempos de necesidad. Las personas eran disciplinadas, obedecían la ley, y vivían pacíficamente. (En la actualidad) el partido comunista chino y su administración han destruido la cultura tradicional, la virtud, y las creencias rectas, mientras usan su: “Engaña, haz el mal y pelea” como lema del partido para destruir la cultura tradicional china. La persecución y la opresión están a la orden del día para aquellos que sostienen opiniones diferentes. Esto ha causado una disminución masiva de los estándares morales. Es inevitable que “el cielo destruya al PCCh”

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