Por Jing Yuan – Minghui

Continuación de El valor de la virtud y de la educación para Confucio. (Parte I)

IV. La educación puede tener lugar en cualquier espacio

Durante el reinado del emperador Wen de Shun, los agricultores de Lishan rutinariamente invadían los campos de los demás. Después de que el emperador Wen de Shun fue a cultivar la tierra a Lishan durante un año, las invasiones se detuvieron, y nunca volvieron a ocurrir. Los pescadores del río Amarillo solían luchar por una mejor y más ventajosa localización en el río. Después de que el emperador Wen de Shun pescara en el río Amarillo durante un año, los pescadores que una vez lucharon aprendieron a respetar a los ancianos. Los fabricantes de cerámica de Dongyi solían hacer vasijas de mala calidad. Cuando el emperador Shun Wen fue a hacer cerámicas con ellos durante un año, empezaron a hacer cerámicas resistentes y de alta calidad.

Confucio elogió las acciones del emperador y dijo: “La agricultura, la pesca y la alfarería estaban manejadas por el emperador Wen de Shun, y cuando fue allí e hizo estas cosas, salvó estas profesiones; es una persona de gran integridad y virtud. Él cultivaba la tierra a pesar de lo dura que era esta tarea. Todas las personas querían seguir su ejemplo, y por eso se lo llamaba educación de la virtud por un santo”.

Durante la dinastía Zhou del Oeste, los reyes de los estados Yu y Rui tuvieron una disputa por los límites. Fueron a pedirle al rey Wen de Zhou que decidiera quién tenía razón y quién estaba equivocado. Después de que los dos reyes fueron al estado de Zhou, vieron cómo los agricultores se cedían entre ellos los límites de su campo, e incluso los peatones se cedían el paso el uno al otro. Cuando entraron en la ciudad vieron que las mujeres y los hombres caminaban en diferentes lados de la carretera. Los ancianos no llevaban nada pesado. Los funcionarios de la corte voluntariamente renunciaban en favor de candidatos más dignos. Por todas partes veían rectitud y nobleza en las acciones de la gente.

Los dos reyes se sintieron avergonzados. Ellos se dijeron: “¿Cómo nosotros, dos personas mezquinas tenemos el descaro de venir a la casa de un caballero a consultarle acerca de un argumento tan tonto?”. Antes de llegar a ver al rey Wen, se cedieron la tierra en disputa, pero ninguno de los dos la quiso tomar. Eventualmente la tierra cayó en desuso. Las generaciones posteriores lo llamaron “terreno baldío”. Cuando otros reyes escucharon esta historia, siguieron el ejemplo del Rey Wen y se sometieron a su autoridad.

Confucio lo alababa y decía: “¡la forma de gobernar del rey Wen es genial! Ayudó a la gente a hacer cambios positivos sin tomar ninguna acción. Él tuvo éxito sin hacer nada intencionalmente. Esto es porque prestaba atención a los detalles, era muy estricto consigo mismo, y respetaba a los demás. Los estados de Yu y Rui firmaron la paz gracias a él. Como se indica en Shu, “el rey Wen era la única persona que podía cultivarse y restringirse con prudencia y con sinceridad. Este es un buen ejemplo de educación a partir de la virtud de un santo”.

V. El beneficio de un consejo

Confucio enseñó una vez a sus estudiantes: “A pesar de que una buena medicina cura la enfermedad, a menudo es desagradable. Del mismo modo, un consejo sincero dado para el bien de uno generalmente se lo toma a mal. Tang de la dinastía Shang y el Rey Wu de la dinastía Zhou tuvieron ministros que se atrevieron a darles buenos consejos, lo cual ayudó a que sus países prosperasen.

Jie de la dinastía Xia y Zhou de la dinastía Shang eran incapaces de aceptar un buen consejo. Tenían ministros que los seguían ciegamente, y esto aceleró el colapso de sus reinos. Nadie puede evitar cometer errores en la vida, si un rey no tiene un ministro que lo aconseje, si un padre no tiene un hijo que le dé un consejo, si un hermano mayor no cuenta con un hermano menor que lo aconseje, o si alguien no recibe el consejo de un amigo.

Es por eso que decimos, el error de un rey puede ser remediado por su ministro, el error de un padre puede ser subsanado por su hijo, y el error de un hermano mayor puede ser remediado por su hermano menor. Los errores de alguien pueden ser remediados por sus amigos. De este modo, una nación no se enfrentará al colapso, los miembros de una familia no se rebelarán el uno contra el otro, padres e hijos no van a perderse el respeto mutuo, y la amistad perdurará”.

VI. Las costumbres virtuosas constituyen la excelencia de un vecindario

Confucio dijo: “las costumbres virtuosas constituyen la excelencia de un vecindario. Si al seleccionar un lugar para vivir, un hombre no elige aquel donde la virtud prevalece, ¿cómo puede ser sabio?”. “El virtuoso se apoya en la virtud; el sabio deseó la virtud”.

Confucio dedicó su vida a promover la virtud, deseando que todas las personas en el mundo disfrutaran de su belleza. Él escribió: “El benevolente ama a los demás”, a “la multitud en general”. Perseguir la virtud, ser estricto con uno mismo, ser justo, y no ser egoísta, son necesarios para cultivar la virtud. El fundamento para practicar la virtud es el respeto. El respeto a los Cielos y a la Tierra es un requisito previo; el espíritu humano está directamente relacionado con el Cielo, la Tierra, y todos los seres de la naturaleza.

Si algo anormal sucede en la naturaleza, los seres humanos deberían reflexionar sobre sus conductas equivocadas. Si los seres humanos violan las leyes celestiales no van a ser bendecidos por más que recen. Un hombre virtuoso debe saber cumplir con la ley celestial. Un hombre ambicioso debería estar cerca de los santos, de los virtuosos y de los que siguen el Dao, para que pueda aprender de sus enseñanzas.

Confucio le dijo una vez a Zengcan: “Zixia ha mejorado sus conocimientos muy rápidamente porque le gusta estar con la gente virtuosa. Así que, estar con los benevolentes es como vivir en una casa con plantas aromáticas. A medida que pasa el tiempo uno va a recibir una buena influencia. Es por eso que un hombre virtuoso debe elegir con cuidado con quién pasa el tiempo”. El libro “Normas para ser un buen estudiante y un buen niño” también afirma: “Seguir lo verdaderamente humano traerá un beneficio inconmensurable. La virtud crecerá día tras día; los errores se desvanecerán poco a poco. No seguir lo verdaderamente humano traerá un daño inconmensurable. Se te acercará gente indigna, y todo va a salir mal”.

Reflexiones sobre el valor de la virtud en la China actual

Todos los santos antiguos enseñaron a la gente a ser benevolente y virtuosa. Cuando las personas sigan el camino del Cielo (el Dao), amando y respetando a los demás, la sociedad va a vivir en paz. Sin embargo, el partido comunista chino (PCCh) ha destruido la cultura tradicional china y la moralidad. Ha reemplazado los valores tradicionales con la cultura del engaño, maldad, y lucha (de unos contra otros). Ha saboteado la armonía entre los seres humanos y la naturaleza, así como la armonía (en los vínculos) entre las personas. Cuando se pierde la conciencia (el carácter moral forjado por los valores tradicionales) en los corazones de la gente, la sociedad pierde el orden, la moralidad se degenera, el medio ambiente se contamina y aparecen los desastres. Es la raíz de todas las plagas en una sociedad.

La brutal persecución del PCCh a practicantes de Falun Gong que siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia es inaceptable para las leyes del Cielo, y sin duda traerá castigo. Cada vez más personas han renunciado a las organizaciones comunistas luego de conocer su naturaleza malvada. Han elegido para ellos un futuro brillante. Conocer la verdad, salvaguardar la verdad, y recuperar la conciencia y la moralidad, son las únicas maneras de restaurar la armonía entre los seres humanos y la naturaleza, y de asegurar la belleza de la vida, generación tras generación.

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