
Por Uriel Salamon – El Archivo
Que los tentáculos de China a nivel político y comercial en toda América Latina se extienden cada vez ya no es noticia. Desde El Archivo hemos informado en innumerable cantidad de notas sobre la presencia del gigante asiático en el área comunicaciones, seguridad, logística, comercio, y también dado aviso sobre sus acciones políticas para avanzar aún más (sobre intereses que afectan la soberanía argentina). Desde la estación de observación del espacio profundo en Neuquén hasta las inversiones en litio, sin olvidar el reciente escándalo por la firma de un memorándum con el gobernador de Tierra del Fuego por la posible instalación de una terminal portuaria en el extremo y estratégico punto más austral del continente.
Hay que destacar las innumerables idas y vueltas por la posible compra de los aviones caza F17 chinos, operación que no se resolvió pero no se descartó, que “por error” llegó a estar en las partidas presupuestarias 2022 del Ministerio de Defensa -por un total de 12 millones de dólares-. En ese sentido, oportunamente destacamos las constantes y solícitas gestiones del siempre bien predispuesto embajador de Argentina en China, Sabina Vaca Narvaja. Expresamos numerosas veces nuestras dudas acerca de para quién realmente realiza su trabajo de representación, al punto que miembros de la oposición presentaron una denuncia penal por considerar que fungía como lobbista chino, por recibir una carta de una empresa interesada en administrar la hidrovía del Río Paraná.
Teniendo en cuenta estas acciones de penetración y cooptación por parte del gobierno comunista de China, no sorprende entonces la postulación de Luca Bertolotto como precandidato a concejal por Avellaneda por la agrupación política Unión por la Patria. Luca Bertolotto, hombre del Frente Renovador, (el partido del ministro de economía y candidato a Presidente, Sergio Massa) acompañó a Massa en la reciente gira por China y ahí es donde comienzan las dudas sobre la incompatibilidad de los deberes del funcionario público ya que es representante comercial de la Oficina de Representación Económica y Comercial de Guandong (China) en Argentina.
El actual intendente de Avellaneda que busca su reelección, Jorge Ferraresi, como el propio Bertolotto, consideran este vínculo como algo positivo, por supuesto sin tener en cuenta la incompatibilidad que podría generar. Al respecto, Ferraresi afirmó que: “Quiero destacar la integración de Luca (Bertolotto) en nuestra lista de concejales porque es un especialista en esa relación con China”. “El aporte de Luca va a ser muy valioso y útil porque, como siempre digo, nosotros en la ciudad tenemos que copiar las políticas públicas que lleva adelante el Gobierno nacional. Y en ese sentido, el desafío económico tiene que ver con romper la dependencia con Estados Unidos”, sostuvo Ferraresi al presentar la lista de unidad
Por su parte, el futuro concejal indicó que su intención es “volcar todo el conocimiento en vincular a Avellaneda en el comercio internacional con China para generar proyectos e inversiones que sigan mejorando la calidad de vida de todos los vecinos y vecinas de esta hermosa ciudad”.
Con una población de 126,03 millones de habitantes en una superficie total de unos 179 800 km², Guandong o Cantón, es la provincia más poblada de China y la decimoquinta más grande por superficie, así como la segunda subdivisión de país más poblada del mundo. Su economía es mayor que la de cualquier otra provincia de la nación y la cuarta economía subnacional más grande del mundo, con un PIB de 1,66 billones de dólares.
La Zona Económica del Delta del Río de las Perlas, una megalópolis china, es un núcleo de alta tecnología, manufactura y comercio exterior. En esta zona se encuentran dos de las cuatro principales ciudades chinas y las dos primeras ciudades chinas .Cantón, la capital de la provincia, y Shenzhen, la primera zona económica especial del país. Estas dos ciudades se encuentran entre las más pobladas e importantes de China, y se han convertido en dos de las megaciudades más pobladas del mundo.
Si bien las condiciones exigidas para ser concejal, teóricamente, no impugnarían la posibilidad de Bertolotto, de asumir en caso de ser elegido, la cuestión queda clarificada desde el manual de ética pública y conflictos de intereses del gobierno nacional que define:
Existe un conflicto de intereses cuando se produce una confrontación entre el interés público y los intereses privados del funcionario, es decir, cuando este tiene intereses personales que podrían influir indebidamente sobre el desempeño de sus deberes y responsabilidades.
Desde la perspectiva legal, se habla de que los conflictos de intereses pueden presentarse bajo tres modalidades:
Actual: cuando existe una concurrencia directa y actual entre los deberes y responsabilidades de un funcionario público y sus intereses privados (por ejemplo, el funcionario está realizando en el ámbito privado una actividad sobre la que tiene atribuciones en ejercicio de su cargo público);
Potencial: cuando la concurrencia de intereses se presenta de manera circunstancial, pues el funcionario tiene intereses particulares que podrían eventualmente causar un conflicto de intereses en el futuro;
Aparente: cuando no se configura una situación de conflicto de intereses actual o potencial, pero existe la razonable percepción general de que la imparcialidad de las decisiones que adopte un funcionario podría encontrarse afectada
La posible llegada de Bertolotto al Consejo Deliberante de Avellaneda sin apartarse de la representación comercial de intereses chinos, claramente constituiría un conflicto de intereses al abrir la posibilidad de que China se inmiscuya de lleno en asuntos ligados al municipio y a la nación, que pueden ir desde concesiones hasta múltiples negocios que afectan la decisiones que la Nación pueda o no tomar sobre su propio territorio e intereses.
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