Brian Lupo – Thegatewaypundit.com
Traducido por TierraPura.org
El mes pasado, (quien es ahora legalmente) la ciclista coreana Na Hwa-rin compitió en el Festival Deportivo de Gangwon en la provincia de Gangwon. La atleta transgénero de 37 años se sometió a una cirugía de (la llamada) afirmación de género en Seúl en 2022 y recibió un nuevo certificado de nacimiento que expresa su género como “femenino”. Na Hwa-rin pudo participar en la competencia porque no hay regulaciones específicas de género para que este tipo de atleta califique.
La atleta sabía que competir generaría controversia, pero “la mayor preocupación de Na, sin embargo, era la posibilidad de que su revelación tuviera la suficiente repercusión como para iniciar un discurso y un cambio en el panorama deportivo de Corea”.
Después de ver cómo Estados Unidos y otros países menoscaban la dignidad del deporte femenino, como en el caso de Lia Thomas, en el que un varón totalmente intacto compitió contra mujeres biológicas, ganó un campeonato nacional universitario y fue nominado “mujer del año”, o ahora el de Megan Rapinoe, jugadora de la Selección Nacional Femenina de fútbol de Estados Unidos ya retirada, que dice que ve con buenos ojos que haya hombres trans en el fútbol femenino, la victoria de Na plantea el tema en el deporte coreano por primera vez.
Y Na espera además que sea la última.
Tras ganar la competición de ciclismo en Gangwon, Na declaró al Korea Times:
“No tengo un sentimiento no resuelto por haber ganado, porque eso ya no es lo que quiero. Mi objetivo era suscitar polémica y conseguir que se oyera mi historia participando en la competición“, declaró.
Cuando cruzó la línea de meta en la carrera femenina, dijo sentir “más alivio que triunfo”, porque sintió que finalmente había dejado claro su punto de vista sobre la superioridad física masculina y la inclusión de género en los deportes. Al mismo tiempo, Na sintió pena por las ciclistas que fueron sus contrincantes y les ofreció bebidas energéticas a modo de disculpa durante la carrera.
“No me siento honrado. No estoy en absoluto orgulloso de mí mismo. Creo que otros atletas transgénero se sentirían de la misma manera. Puede que no quieran admitirlo, pero están siendo egoístas. No hay honor como atleta en ello”, afirmó, refiriéndose a los atletas transgénero internacionales que han suscitado un acalorado debate sobre la equidad de competir contra mujeres biológicas después de la transición.
Na aboga por la creación de una categoría de “tercer género” en las competiciones deportivas, junto con las categorías masculina y femenina, para que los deportes sean más inclusivos y justos.
La historia de Na es similar a la de Avi Silverberg, un levantador de pesas canadiense que se inscribió en una competición femenina para demostrar su valía. Al hacerlo, Silverberg pulverizó el récord femenino.
Mujeres de todo el mundo están siendo privadas de sus derechos en los torneos deportivos por (el ejercicio de los derechos de) “mujeres trans” que a menudo han vivido toda su vida desarrollando una estructura muscular y ósea biológicamente superior, que luego de “hacer la transición” (ponen al servicio de) competir contra mujeres biológicas, que (por ello) quedan en tremenda desventaja. Pero la “ciencia” (o su psyense, psicopatía) sólo les interesa a estos ideólogos marxistas cuando se ajusta a su narrativa, (tal como sucedió) con la “eficacia del barbijo” y las vacunaciones obligatorias de emergencia sin (el respaldo de ninguna) prueba de seguridad a largo plazo.
El mes pasado, la Presidente del Consejo de Derechos Humanos, Kelley Robinson, declaró ante el Congreso que un “artículo periodístico” afirma que algunos hombres piensan que pueden ganar a Serena Williams en tenis y dice que “eso no es así… ella es más fuerte que ellos”. Para ser justos, Robinson no distingue en su testimonio quiénes son “algunos hombres”. Yo, desde luego, no podría vencer a Serena Williams en tenis”.
Riley Gaines, la nadadora universitaria que perdió contra Lia Thomas en los campeonatos de la Confederación Nacional de Atletismo (NCAA por sus siglas en inglés), también testificó en esa audiencia y declaró que su marido, también nadador universitario pero peor clasificado que ella en la división masculina, podía “patearle el trasero cualquier día de la semana… sin intentarlo”.
Serena Williams se hizo eco de la misma opinión en una entrevista en un programa de entrevistas. Hay que tenerlo en cuenta: Serena Williams es una atleta extraordinariamente dominante:
El tuit dice: “Serena está de acuerdo con Riley Gaines. Le dijo a Andy Murray que dejara de bromear cuando el avispado británico le sugirió que jugaran un partido de verdad”
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