Película atea de Disney fracasa en taquilla

Cristina Martín – Hispanidad.com

The Walt Disney Company vuelve al materialismo más primario de todos (el de los primeros griegos), negando todo lo espiritual en su nueva película de dibujos animados Elementos, obra de los estudios Pixar,… y que se ha estrellado en su estreno en taquilla en EEUU.

Esta nueva película animada por ordenador -que usa la inteligencia artificial (por ejemplo, en el fuego de su protagonista)-, la multinacional de ocio y entretenimiento muestra los cuatro elementos (aire, fuego, agua y tierra) de la filosofía griega más atea. Es decir, del ateísmo primario que no se conformaba con negar la existencia de Dios sino que negaba la existencia de todo lo espiritual. Esto recuerda unas recientes declaraciones del investigador danés Morten Meldal, Premio Nobel de Química, donde apuntaba que “enamorarse es química, tener hambre es química, todo es química”.

La apuesta de Disney por el materialismo más primario de todos, negando todo lo espiritual, no es baladí y más teniendo en cuenta su elevado progresismo y que sigue fielmente los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM), los cuales se resumen principalmente en ideología de género (feminismo y homosexualismo) y ateísmo (mucho panteísmo, ocultación de Dios e incluso dar protagonismo al demonio). La factoría de Mickey Mouse impulsa también el último meneo ideológico del NOM (el movimiento woke) y ha convertido los contenidos en un medio de adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como refiere Santiago Abascal, líder de Vox). Algo que cada vez causa más descontento y que no sólo se puede ver en fracasos en taquilla, sino también en campañas de recogida de firmas: la última ya lleva más de 147.500 para reflejar el rechazo a las noches del Orgullo en sus parques de California y París, y además piden a Mattel, Marriott, Walmart, Airbnb y UPS que dejen de ser anunciantes de Disney.

Pero la cosa no termina ahí. En Elementos, Disney muestra la Ciudad Elementos dividida en distritos que intenta identificar por colores: azules para el agua, rojo y naranja para el fuego, verde y marrón para la tierra, mientras “el aire tiene a ser translúcido, color morado, lavanda o rosa, pero es sutil, no hay ningún lugar que sea de un solo color”, ha explicado el diseñador de producción, Don Shank. Una ambigüedad y un colorido que puede dar algo de pie a la pata adoctrinadora porque en Elementos aparece el primer personaje no binario de los estudios Pixar: se trata de Lake Ripple, que usa los pronombres ellos y es hermano de uno de los protagonistas (Wade). Es cierto que no tiene el peso principal en la historia, pero su inclusión ya es un paso y además le presta su voz Ava Kai Hauser, que también se define como persona no binaria. Y por cierto, Disney no es la única multinacional audiovisual que apuesta por personajes no binarios: también lo han hecho recientemente Warner Bros. Discovery y Netflix. 

La película narra la amistad entre Ember (un elemento fuego) y Wade (un elemento agua), que no pueden tocarse pero descubren cuánto tienen en común en la ciudad donde conviven los cuatro elementos. Se inspira en las propias experiencias de su director, Peter Sohn, que nació en EEUU y es hijo de inmigrantes coreanos, pues Ember también es inmigrante de segunda generación: “Ella transita un camino para poder entender su propia identidad y, junto con eso, el significado de lo que sus padres le dieron”, ha explicado. La negación de todo lo espiritual parecía no bastar a Disney que ha incluido a un personaje no binario.

‘Elementos’ ha tenido una recaudación de 29,5 millones de dólares en los cines estadounidenses en su primer fin de semana, por debajo de lo que esperaba Pixar (35 millones de dólares) y muy lejos de los 200 millones de dólares que ha costado hacerla 

Quizás todo esto ha influido en el hecho de que esta nueva película animada por ordenador haya arrancado con fracaso en taquilla: ha tenido una recaudación de 29,5 millones de dólares en los cines estadounidenses en su primer fin de semana, por debajo de lo que esperaba Pixar (35 millones de dólares) y muy lejos de los 200 millones de dólares que ha costado hacerla, según informa Espinof. Le ha ido algo mejor en otros 17 países, donde ha recaudado 15 millones, en línea con lo estimado. Estas cifras no son buenas y llegan tras otros decepcionantes estrenos (Lightyear y la última versión de La Sirenita, entre otros). En México y Perú, entre otros países hispanoamericanos, la nueva película llegará a los cines el próximo 22 de junio y a España lo hará el 14 de julio.

Claro que al hilo del fracaso puede sumarse otro motivo. En una entrevista con Variety, Pete Docter, director creativo de Pixar, ha señalado que “al estrenar los contenidos tan pronto en streaming hemos entrenado a la gente a que esperen a que las películas estén disponibles en Disney+. Ahora es más caro para una familia de cuatro pagar para ir a una sala de cine que esperar a que esté disponible en una plataforma de VOD (video on demand, es decir, vídeo bajo demanda)”. Por eso, considera que “nos tenemos que asegurar de que la gente entienda que es un error perderse la oportunidad de ver una película en la gran pantalla”. “En el caso de Elementos, es un espectáculo precioso, lleno de detalles que no se aprecian igual si no la ves en pantalla grande”, ha añadido. Y ojo, porque Docter ha subrayado que Pixar no hace películas para niños, a pesar de que sean de animación: “Hacemos películas que queremos ver nosotros mismos”. Además, en la factoría de Mickey Mouse se sigue viendo la falta de ideas y cómo se exprimen algunas de sus grandes cintas incluyendo adoctrinamiento, por supuesto: habrá Toy Story 5 y Docter ha avanzado que estarán Buzz Lightyear y Woody y será “sorprendente”, pues “tiene cosas geniales que no habéis visto antes”. ¡Ay madre! Además, habrá más secuelas: una de Del Revés, Frozen 3 y Zootrópolis 2.