María Caminos – Vision Times
El laboratorio BioNTech enfrentará una demanda en los tribunales el próximo lunes para defenderse de los reclamos de una mujer alemana que alega haber sufrido efectos secundarios de su vacuna COVID-19. Este es el primero de varios casos que podrían surgir en el país, según reportó la agencia Reuters.
La demandante, cuya identidad no ha sido revelada debido a las leyes alemanas de privacidad, está exigiendo al fabricante alemán de vacunas una compensación de al menos 150.000 euros (161.500 dólares) por daños físicos, así como una indemnización por daños materiales no especificados. El caso está siendo llevado por el tribunal regional de Hamburgo y el bufete de abogados Rogert & Ulbrich.
La mujer alega haber experimentado dolores en la parte superior del cuerpo, hinchazón de las extremidades, fatiga y trastornos del sueño debido a la vacuna.
La audiencia inicial se llevará a cabo el próximo lunes.
Tobias Ulbrich, abogado de Rogert & Ulbrich, informó a Reuters que su objetivo es impugnar la evaluación realizada por los reguladores de la Unión Europea y los organismos alemanes encargados de evaluar las vacunas, quienes consideraron que la vacuna de BioNTech tiene un perfil de riesgo-beneficio positivo.
Según la legislación farmacéutica alemana, los fabricantes de medicamentos o vacunas solo son responsables de indemnizar por los efectos secundarios si la «ciencia médica» demuestra que sus productos causan un daño desproporcionado en relación con sus beneficios, o si la información en la etiqueta es incorrecta.
BioNTech, el titular de la autorización de comercialización de la vacuna en Alemania desarrollada en colaboración con Pfizer, ha declarado que, después de una cuidadosa revisión, considera que el caso carece de fundamentos.
La empresa biotecnológica afirmó que el perfil de riesgo-beneficio de su vacuna Comirnaty sigue siendo positivo y que la seguridad de la vacuna está bien establecida.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha afirmado que la vacuna Comirnaty de BioNTech, que es la más utilizada en el mundo occidental, es segura, aunque existe un riesgo muy pequeño de miocarditis y pericarditis, dos tipos de inflamación del corazón, después de la vacunación con Comirnaty, principalmente en hombres jóvenes.
La rapidez sin precedentes con la que se desarrollaron las vacunas COVID durante la pandemia significa que los posibles efectos secundarios a los que le llaman «poco comunes» podrían no haber sido detectados tan fácilmente como en ensayos más prolongados.
Sin embargo, estos no parecen ser tan poco comunes, a la luz de lo que se está viendo en todo el mundo.
Aunque las vacunas han sido promocionadas como «eficaces y seguras» y han sido aprobadas de emergencia, según la base de datos del Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas (VAERS), gestionada por los CDC y la FDA de Estados Unidos, que actúa como un «sistema nacional de alerta temprana para detectar posibles problemas de seguridad» de las vacunas estadounidenses, se han notificado 293.722 casos de efectos adversos graves tras la vacunación con COVID-19, según los informes presentados hasta el 9 de junio de 2023.
Estas cifra mencionada anteriormente solo corresponde a EE. UU. y hay muchas personas que no saben cómo realizar este procedimiento y no lo dejan asentado, además de que muchos médicos no les indican que deben hacerlo.
En lo que respecta a Europa, hasta mayo, la EMA había recibido aproximadamente 1,7 millones de notificaciones espontáneas de presuntos efectos secundarios, según Reuters.
Responsabilidad ante la ley
En cuanto a la responsabilidad, no está claro quién sería responsable de pagar los costos judiciales o las indemnizaciones en caso de que la demandante gane el caso.
Algunas fuentes han señalado que algunos de los acuerdos de compra a granel de la Unión Europea con los fabricantes de vacunas, incluyendo a BioNTech-Pfizer, contienen exenciones totales o parciales de responsabilidad tanto para los costos legales como para posibles indemnizaciones, lo que podría hacer que los gobiernos de la UE asuman parte de los costos.
Al igual que muchos otros países, Alemania cuenta con un programa de compensación financiera del sector público para las personas que sufren daños permanentes debido a las vacunas, conocido como programa de compensación sin culpa. Sin embargo, la participación en este programa no impide que alguien presente una demanda por daños y perjuicios por separado.
En Estados Unidos, los fabricantes de las vacunas COVID que han sido aprobadas cuentan con inmunidad de responsabilidad.
Rogert & Ulbrich ha presentado alrededor de 250 casos en nombre de clientes que reclaman daños y perjuicios por presuntos efectos secundarios de las vacunas COVID-19. Otro bufete de abogados, Caesar-Preller, representa a 100 casos. Estos dos bufetes afirman que prácticamente cubren todos los casos en Alemania. Además, se han presentado algunos casos similares en Italia.