Roderick Navarro – Panam Post

La libertad de expresión es uno de los pilares fundamentales del sistema político republicano porque es el signo de todo hombre libre: decir lo que piensa sin que esto signifique poner en peligro su dignidad. Esto es tan importante que está escrito en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 de la siguiente manera:

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

En 1791, 157 años antes, los norteamericanos habían realizado la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, la cual fue adoptada como la primera de las diez enmiendas de la Carta de Derechos, estableciendo lo siguiente:

“El Congreso no podrá hacer ninguna ley con respecto al establecimiento de la religión, ni prohibiendo la libre práctica de la misma; ni limitando la libertad de expresión, ni de prensa; ni el derecho a la asamblea pacífica de las personas, ni de solicitar al gobierno una compensación de agravios”.

En el Artículo 5 de la Constitución brasileña de 1988, numeral sexto y noveno, se garantiza este derecho de la siguiente manera:

“La libertad de conciencia y de creencia es inviolable, asegurando el libre ejercicio de creencias religiosas y garantizando, en ley, la protección de espacios religiosos y sus prácticas.” Y “Es libre la expresión de la actividad intelectual, artística, científica y de comunicación, sin necesidad de censura o licencia”.

Entonces, al ver como desde las élites de los Poderes brasileños se emprenden esfuerzos enfocados en controlar las redes sociales y la opinión de los ciudadanos, al ver como son encarcelados líderes políticos, como son perseguidos periodistas y medios de comunicación, como son desmonetizados canales de información por simplemente opinar, se puede uno preguntar ¿Se está respetando este derecho? ¿Será que puedo ir a la cárcel si en este artículo de opinión coloco el nombre de las personas responsables por las violaciones de Derechos Humanos que ocurren en Brasil en cuanto al cercenamiento de la libertad que tienen los brasileños de pensar y opinar?

En todo caso, uno de los líderes más carismáticos de los últimos tiempos en Brasil, el Padre Kelmon, ha decidido reflexionar sobre esto con los brasileños desde una dimensión holística desde el Estado Bahía, específicamente desde la ciudad de Salvador. Para ello, el grupo Levanta Brasil ha convocado a lo que han llamado la Caminata de la Fe por la Libertad el próximo domingo 28 de mayo a las 11 de la mañana en el Morro de Cristo, Barra -Salvador BA. En esta iniciativa se unen cristianos católicos, evangélicos y ortodoxos en una demostración de fe y reflexión que busca sensibilizar sobre la importancia de este derecho en el país más grande de la América del Sur.

En el marco de esta reflexión, se aborda la censura como un mecanismo jurídico que adoptan en un país las autoridades interesadas por criminalizar la política desde su dimensión discursiva, por lo que es una sensible amenaza para el sistema político republicano porque debilita a los seres humanos paulatinamente hasta convertirlos en esclavos. Esto significaría el establecimiento de un sistema de esclavitud moderna que cosifica a los hombres no por su color de piel, sino por sus opiniones.

Cabe destacar que el Padre Kelmon ha sido una de las figuras políticas más atacadas por la izquierda, pero que al mismo tiempo ha sido muy querido por la población brasileña. La izquierda ha cuestionado vilmente la veracidad de su sacerdocio y han alimentado a los medios de comunicación tradicionales, los cuales son pro Lula, para emprender una campaña de difamación que lejos de debilitar la popularidad del Padre, lo que ha hecho es motivar entre los brasileños, incluso seguidores de Lula, una solidaridad automática ante los agresivos ataques.

Recientemente, la Iglesia Ortodoxa del Perú ha nombrado al Padre Kelmon como su Vicario Episcopal, lo que lo convierte en el representante directo en Brasil del Arzobispo Mor Ángel Ernesto Moran Vidal.

Mientras tanto, queda pendiente en el Congreso la nueva votación por la  y las acciones del Poder Judicial si esta ley no es aprobada. Recordemos que el control de las redes sociales ha sido una de las principales promesas de campaña del actual presidente y su equipo político ha expresado en múltiples oportunidades que harán lo posible hasta conseguirlo. Queda de las fuerzas políticas de la oposición acciones que agoten todos los mecanismos constitucionales disponibles para evitar que el gobierno consiga su propósito y así proteger este Derecho Humano universal para todos los brasileños.

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