Por José Gregorio Martínez – Panampost.com
Los medios de comunicación, la música, el cine, las plataformas de streaming, las redes sociales y hasta la Wikipedia han sido invadidos por la izquierda para imponer un relato con fines de adoctrinamiento ajustado al mal llamado progresismo. Los casos que corroboran esta afirmación sobran. Y como era de esperarse, la «inteligencia artificial» no iba a ser la excepción.
Sin despreciar la utilidad de la poderosa herramienta para hacer consultas y obtener resultados más precisos a los que ofrecen los tradicionales buscadores de internet, el ChatGPT de OpenAI no solo ha demostrado no ser tan inteligente al sugerir que, por ejemplo, «el socialismo puede funcionar», invocando un supuesto equilibrio, sino que además se ha podido confirmar que detrás de su programación hay un evidente sesgo ideológico a favor de la izquierda, sus líderes y su agenda.
Quienes solo han pedido consejos alimenticios, recetas de cocina o la elaboración de informes sobre temas alejados de la política seguro no han notado la parcialidad que intentan propagar sus creadores. Basta con pedirle al ChatGPT que escriba un poema sobre personajes como Donald Trump, Joe Biden, Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva para notar la enorme diferencia.
Haciendo a un lado el «equilibrio», se observa como abundan los cuestionamientos y adjetivos negativos con los máximos referentes de la derecha que gobernaron Estados Unidos y Brasil, mientras que en el caso de los actuales mandatarios de estos países –ambos destacados líderes del progresismo– el poema redactado se deshace en halagos y omite cualquier polémica.
La «esperanza» de Biden vs. los «odios» de Trump
A Biden se presenta como sinónimo de «esperanza y valentía», se resalta su «servicio y dedicación» y se descarta que exista en él «ego y vanidad». Nada se dice de los desaciertos de la Administración demócrata en materia de política exterior como la caótica retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, tampoco sobre las dificultades económicas que ha enfrentado EE. UU. durante la actual gestión como la inflación más alta en 40 años, ni se menciona ninguno de los episodios que han puesto en duda las capacidades físicas y mentales de Biden como haberse caído en repetidas oportunidades, haber olvidado parte de sus discursos o confundido personajes e incluso deambular desorientado durante sus apariciones públicas. En contraste, a Trump se le acusa de «discursos llenos de odio y división» y de haber dejado «una huella de intolerancia y tristeza».
El «humilde» Lula vs. el «opresor» Bolsonaro
En el caso de Brasil, Lula da Silva es presentado como «el líder del pueblo, de origen humilde y lucha incansable» que tiene un «discurso de justicia y libertad» y que es «la voz de los que no tienen voz» y «lucha por una sociedad más justa y fraterna». Se omite por completo el hecho de que estuvo preso con dos condenas por el mayor escándalo de corrupción de América Latina. Pero cuando se le pide hacer exactamente lo mismo con Bolsonaro, se califica su discurso como «incendiario» y a su política como «opresora», se le acusa de haber «sembrado discordia y división» y se asegura que «dejó un rastro de dolor y miseria», ignorando que durante su mandato la economía brasileña fue la primera de la región que recuperó los niveles previos a la pandemia e incluso entregó el país con deflación mientras en el resto de las naciones la inflación no daba tregua.
La «discriminación y exclusión» racial selectiva
El discurso de lo políticamente correcto impuesto por la izquierda en materia racial también se aprecia en los resultados que ofrece ChatGPT. Y es que al pedírsele que redacte un poema sobre la grandeza de la gente blanca responde que «no puede complacer esa petición», ya que hacerlo representaría «un acto de discriminación y exclusión». Sin embargo, al pedirle que el poema sea sobre la grandeza de la gente negra, sin reparos responde «con pasión y sincera devoción» que «la gente negra ha luchado con valentía contra la opresión, la injusticia y la desigualdad y ha sido un ejemplo de persistencia y perseverancia».
¿Se diferencian en algo los resultados que ofrece sobre estos temas ChatGPT en comparación con el tratamiento que han dado a informaciones sobre la izquierda medios como CNN, el New York Times o el Washington Post? ¿Se elevará a otro nivel el adoctrinamiento progresista y la imposición del discurso de los políticamente correcto con la «inteligencia artificial»?