Fuente: La Derecha Diario
La Facultad de Artes y Humanidades (SAH) de la prestigiosa Universidad de Cambridge anunció “un nuevo y emocionante proyecto” que pondrá en funcionamiento la nueva política que lanzó la institución educativa apodada como “Participación Ampliada” para prohibir la inscripción de personas blancas de sus cursos de posgrado.
La discriminatoria decisión tiene como objetivo “dar una oportunidad a los estudiantes de grupos subrepresentados minoritarias de experimentar la investigación de posgrado en Cambridge“, dijeron las autoridades de la facultad al The Telegraph.
“El programa solo aceptará estudiantes negros, británicos negros, pakistaníes, bangladesíes o británicos-pakistaníes“, explicaron en un primer momento desde la universidad, que tuvo que flexibilizar la medida luego de que denunciaran la decisión como racista.
Es por eso que en los últimos días, Cambridge anunció que además del factor racial, se introducirían razones socioeconómicas para decidir qué personas acceden a estos posgrados o no. Por lo que, en teoría, si una persona blanca de clase baja quiere inscribirse, podría.
Si bien el programa empezará en 2024, ya se puede predecir que esto ocurrirá muy poco: las clases bajas en general no tienen los recursos para pagar un posgrado de humanidades en Cambridge, por lo que el único factor que terminará determinando los ingresos entre estudiantes de clase alta, será su raza.
Los posgrados de Cambridge que entran dentro del programa son de investigación, lo que quiere decir es que los estudiantes que ingresen deberán pasar todo el verano en la universidad, cobrando un salario de la facultad y con alojamiento en el campus. Los estudiantes trabajarán 35 horas por semana durante un período de 4 a 6 meses, y hacia el final del curso deberán escribir un ensayo de 4.000 palabras que decidirá su recibida o no.
Hasta la fecha, ya han habido decenas de personas que se inscribieron a estos posgrados, y a lo largo del año, Cambridge determinará quienes reciben esta “pasantía” basándose en su lugar de nacimiento, sus ingresos actuales y los de su familia, sus notas en la carrera de grado y, por supuesto, su raza.
Las autoridades aseguran que impulsaron este programa ya que casi el 40% de sus aplicantes eran blancos caucásicos de clase alta, a diferencia del 25% que se ha registrado en otras facultades de Cambridge. También, al ser una facultad de humanidades en manos de profesores-activistas de extrema izquierda, no se les ocurrió mejor idea que lanzar un programa racista, discriminatorio e ilegal.