Fuente: La Derecha Diario
Tras casi un mes desde la escalada de tensiones en el bloque Tuna en el Mar de China Meridional, Indonesia se para contra la intimidación China y desplegó a sus guardacostas en la región sobre la que reclama legítima soberanía.
A principios de enero, el gobierno de Joko Widodo aprobó el plan inicial para el desarrollo del yacimiento de gas Tuna ubicado en el Mar de China Meridional entre Indonesia y Vietnam, con una inversión total estimada de US$ 3.070 millones de dólares hasta el inicio de la producción.
Más allá del volumen de petróleo que les permitiría producir, que es enorme y traería grandes beneficios económicos, al desarrollar el nuevo campo Indonesia subrayará su derecho al territorio en el Mar de China Meridional, que es disputado por China.
El llamado bloque Tuna está dentro de la Zona Económica Exclusiva de Indonesia, pero también dentro de la llamada “línea de nueve guiones” que Beijing utiliza para reclamar derechos sobre alrededor del 90% del disputado Mar de China Meridional.
China reclama como propio el 90% de los recursos del Mar del Sur de China, pasando por alto a la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM) y los reclamos de Brunéi, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam.
Lo que hace el gigante asiático hace años es crear islas artificiales para reclamarlas como propias y así reclamar la soberanía de las aguas alrededor, lo que ha llevado a que el resto de países copien esta técnica para no quedar atrás.
Esto generó una enorme carrera militar en las aguas, ya que cada mini-isla queda resguardada por bases militares, además de crear un laberinto de pequeñas islas donde se superponen todos los reclamos.
Tal es la importancia que se le dio a esto que de entrada el presidente indonesio declaró que “La Armada de Indonesia participará en la seguridad del proyecto de petróleo y gas upstream para que, económica y políticamente, se convierta en una afirmación de la soberanía de Indonesia”.
De esta forma, el 18 de enero se anunció que el barco más grande de la Guardia Costera de Indonesia, KN Tanjung Datu, partiendo hacia el Mar de Natuna del Norte. En esta misma zona está merodeando desde fines de diciembre el CCG 5901 chino, que conocido como “The Monster 5901” es el buque guardacostas más grande del mundo.
Tan solo unos días después, el 29 de enero, los radares marítimos identificaron la llegada de un nuevo actor a la región: el portaaviones norteamericano USS Nimitz habría cambiado su área de operaciones al sureste de la isla Natuna, mientras el CCG 5901 chino se unió al CCG 5303 chino cerca de Luconia Breakers, en la zona de Malasia.
Los enfrentamientos entre China e Indonesia por este bloque han sido reiterativos durante los últimos años. En un enfrentamiento de 2016, un barco de la guardia costera china impidió que las autoridades indonesias detuvieran un barco pesquero chino en las aguas de Natuna.
Desde ese encuentro, Yakarta ha impulsado el fortalecimiento de su presencia militar y económica en el área, aunque la lejanía de las islas ha dificultado que Indonesia implemente completamente sus políticas.
En 2018, Indonesia inauguró una nueva base de comando militar en Natuna Besar, la isla principal del bloque, e intensificó las patrullas navales y aéreas. El gobierno lanzó programas para mejorar las oportunidades económicas de los aproximadamente 80.000 residentes de las islas, donde la pesca es el comercio dominante.
El objetivo de Indonesia es desarrollar enlaces para conectar la zona con la isla de Java y así mantener sus intereses en la región.