Fuente: La Derecha Diario

Mientras en Argentina un pueblo entero celebra la clasificación a la final del Mundial Qatar 2022, medios estadounidenses y europeos publicaron artículos criticando a la Selección de Lionel Scaloni por no tener jugadores negros.

Particularmente, el medio The Washington Post, del magnate Jeff Bezos (Amazon, Blue Origin), publicó una nota en la víspera del partido frente a Holanda, asegurando que en Argentina no hay negros en la Selección por discriminación del cuerpo técnico, pero más importante, por una disminución en la población afrodescendiente en el país, que sugiere fue una consecuencia de un “genocidio encubierto“.

La periodista Erika Denise Edwards, una militante del Partido Demócrata, plantea las supuestas razones por las cuales la población negra en Argentina no es tan populosa como en los demás países occidentales.

La respuesta de cualquier persona que sabe un mínimo de historia sería que Argentina, a diferencia de países anglosajones como Estados Unidos o Inglaterra, participó muy poco del infame “Triángulo del Comercio” que llevó millones del sur de África a América y Europa como esclavos.

Si bien otros países de la región, como Brasil o países de Centroamérica, fueron parte de este comercio triangular, Argentina fue uno de los pocos que prácticamente no importó esclavos. Entre 1777 y 1812 entraron a los puertos de Buenos Aires y Montevideo unos 700 barcos con no más de 72.000 esclavos provenientes de África, un número ínfimo comparado a los 12,5 millones que se llevaron al puerto de Nueva York en esos mismos años.

El 1ro de mayo de 1853 entra en efecto la Constitución liberal de Alberdi, y con el artículo 12 se suspende la esclavitud en Argentina. Sin embargo, ya en 1813 se había declarado la libertad de vientres y se prohibió el comercio de esclavos. Argentina fue pionera a nivel mundial aboliendo la monstruosidad que idearon los imperios de Portugal y de Gran Bretaña para conseguir esclavos baratos por fuera de conflictos bélicos.

Parece que Argentina todavía no fue perdonada por esto, ya que múltiples autores estadounidenses y europeos a la fecha siguen criticando al país por no tener una considerable población negra, como tienen en el resto de Occidente.

“Mientras los aficionados siguen de cerca el éxito de Argentina en la Copa del Mundo de este año, surge una pregunta: ¿Por qué no hay más jugadores negros en la selección argentina? En marcado contraste con otros países sudamericanos como Brasil, la selección argentina de fútbol palidece en términos de representación negra”, comienza el artículo de Denise Edwards, autora del deplorable libro “Hiding in Plain Sight: Black Women, the Law and the Making of a White Argentine Republic” (Escondidos a la vista: mujeres negras, la ley y la creación de una República Argentina Blanca).

Según la autora racista, en 1810, Buenos Aires contaba con 40 mil habitantes, de los cuales 12 mil eran africanos esclavos, el 30% de la población. Sin embargo, en el último censo de 2010, solo había 149.493 personas, lo que equivale al 1% de la población del país.

En su columna, Denise Edwards dice que los hombres negros fueron utilizados como “carne de cañón” en las primeras guerras de la nación Argentina, lo que derivó en una enorme cantidad de muertes desproporcionales, un mito que jamás ha sido probado por ningún historiador creíble.

Otra hipótesis sobre la falta de representación negra en la sociedad argentina que expone Edwards en su artículo apunta al brote de enfermedades, especialmente la fiebre amarilla en 1871. Pero esta versión ha sido ampliamente desacreditada, debido a que los datos muestran que los brotes no afectaron a la población negra en mayor proporción que al resto.

La autora del Washington Post asegura que la razón que más le gusta a ella por la caída de la población negra es que Alberdi, a pesar de haber sido quien abolió completamente la esclavitud en Argentina, fue responsable de promover inmigración de “europeos blancos”, que resultó en una fuerte dilución de la población negra.

La realidad es que la población negra en Argentina siempre fue muy chica, y a diferencia de otros países donde predominaba el racismo, en la flamante nación independiente del siglo XIX, no se veía con malos ojos las relaciones entre distintas razas, algo que quedó más en evidencia todavía con la enorme población cruza entre europeos y nativos.

La autora destaca esto pero asegura que los “morochos” son en realidad negros y que en Argentina, debido a un supuesto racismo institucional, se niega a llamarlos “negros” para esconder que la nación sudamericana no es una “nación blanca”, un concepto que a nadie le importa en Argentina.

Argentina ha ocultado sus categorías raciales en el intento por ser vista como una nación moderna y blanca, y la presencia de personas descritas como morocho hace un guiño a esta historia de eliminación de negros e indígenas”, asegura la delirante autora.

Por último, la autora, que destaca a los seleccionados de Holanda, Alemania, Francia y el Reino Unido como ejemplos de representación negra, ignora que la población africana en Europa fue históricamente pequeña, y que solo ha explotado en las últimas décadas debido a la explosiva ola migratoria que azota al continente desde que la Unión Europea, a fines de los 90s, ordenó la apertura total de las fronteras.

Argentina, si bien fue foco de masivas olas migratorias al principio de su historia que ayudaron a definir su identidad nacional, hace muchos años que esta situación no ocurre en el Río de la Plata. Salvo la inmigración de chinos en los 90s y de venezolanos en los últimos años, Argentina prácticamente no ha visto olas migratorias desde la época de Sarmiento.

Ante la delirante publicación, la cuenta de La Libertad Avanza, partido del libertario Javier Milei, respondió con un comentario en Twitter que se hizo viral: “Argentina no tiene representación negra porque es un país, no una película de Disney“.

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