Fuente: La Derecha Diario
Después de dos años de inacción y de distribuir las vacunas con autorizaciones de emergencia que les permitía no hacer este tipo de estudios, los laboratorios de Pfizer y Moderna finalmente anunciaron el lanzamiento de una investigación clínica sobre los vínculos entre sus vacunas contra el Covid y los problemas de corazón.
La Agencia Federal de Drogas y Alimentos (FDA) determinó en octubre del año pasado que la miocarditis puede ser un efecto secundario de las vacunas basadas en la tecnología ARNm, y le pidió a las dos empresas más grandes de Estados Unidos que lleven a cabo un estudio para responder esta pregunta.
Según NBC , “Moderna ya lanzó dos ensayos, el más reciente en septiembre. Pfizer confirmó que al menos uno de sus ensayos, que incluirá hasta 500 adolescentes y adultos jóvenes menores de 21 años, está programado para comenzar en los próximos dos de meses”.
Hay un amplio consenso que los beneficios de la vacuna en adultos mayores sobrepasan los riesgos de los efectos adversos que estas conllevan. Sin embargo, dado que la estrategia de prácticamente todos los gobiernos del mundo fue vacunar de manera obligatoria a toda la población, ahora se ha puesto en tela de juicio que tan generalizado se ha vuelto el problema cardíaco en adultos jóvenes y adolescentes.
Los informes de miocarditis como efecto secundario de la vacuna Covid surgieron casi inmediatamente después de los lanzamientos de la vacuna y persistieron hasta 2022. Pero por alguna razón incierta las redes sociales y los medios impidieron que esta noticia salga a la luz.
Estudios privados tanto en Estados Unidos como en Israel vincularon la vacuna de Pfizer-BioNTech y Moderna con casos raros de miocarditis, y observaron el máximo nivel de riesgo en hombres de 16 a 29 años.
Cabe aclarar que cuestionar la vacunación en menores de 30 años sanos se había convertido en un crimen en Estados Unidos y otros países del mundo, con varios casos de personas que perdieron su trabajo, o médicos su matrícula, por hacer estos planteos.
Para que la FDA apruebe completamente cualquier vacuna, requiere que las compañías realicen varios tipos de estudios, algunos de los cuales están planificados para durar 5 años. Todo esto fue salteado y ambas vacunas recibieron una aprobación de emergencia en 2020.
Esto no sería un problema si la vacuna fuera opcional: quien quiera recibir una vacuna experimental sin los correspondientes ensayos clínicos debería poder hacerlo. Pero la decisión global contra el coronavirus fue vacunar a todas las personas contra su voluntad, y quienes no lo hicieran perdían sus derechos civiles, gracias a los inconstitucionales pases sanitarios.
Por último, es importante aclarar para los todavía escépticos que la CDC ha señalado oficialmente a la miocarditis como un efecto adverso de la vacuna en hombres de 16 a 24 años. En su página gubernamental, se han informado más de 1.000 casos oficiales como efecto secundario de la vacuna.