Por Oriana Rivas – Panampost.com
Una nueva cepa de coronavirus con una mortalidad de 80 % fue creada en un laboratorio de Boston. Los científicos tomaron como base el virus detectado por primera vez en Wuhan, China, y sobre el cual pesan dudosas investigaciones de parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que esta ha evitado responsabilizar al gobierno de Xi Jinping por su escaso control y propagación.
El Laboratorio Nacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Boston fue el lugar que dio paso a la nueva cepa. Usando ratones, se percataron de que la enfermedad mataba a ocho de 10 infectados con el virus. Allí se determinó su nivel de mortalidad.
En detalle, la variante es una mezcla de omicron con el virus original, replicó Fox News. «En… ratones, mientras que omicron causa una infección leve, no mortal, el virus portador de Omicron S inflige una enfermedad grave con una tasa de mortalidad de 80 por ciento», fue la explicación de los investigadores.
Infección y letalidad
La variante omicron, registrada a finales de 2021, generó récords de casos en varios países alrededor del mundo, en un momento en que la pandemia arrojaba más preguntas que respuestas. Aún con los pronunciamientos de la OMS, no se percibía suficiente claridad en cuanto a información oficial.
Posteriormente, la organización de salud dijo en enero de este años que «parecía» ser menos grave que la delta, pero que «no debía considerarse leve». También agregó que suponía un alto riesgo para los sistemas sanitarios y que era «mucho más peligrosa» que un resfriado común. Al final, los ciudadanos se quedaban con las mismas dudas ante la información ambigua del ente.
Una de las conclusiones de los investigadores es que aunque la proteína espiga es responsable de la tasa de infección, los cambios en otras partes de su estructura determinan su letalidad.