Por Oriana Rivas – PanAm Post

Esta semana, fuentes anónimas estadounidenses habían adelantado un presunto programa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respecto a la migración venezolana, que se multiplicó de manera histórica desde el año pasado. Finalmente, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) lo confirmó. Pero no se trata de un alivio, sino del anuncio oficial de la deportación de todos aquellos que crucen la frontera sur con México.

Funcionará de la siguiente manera: Estados Unidos utilizará la medida conocida como Título 42 para las deportaciones. El país de destino será México. Mientras que a quienes lleguen por avión se les otorgará un estatus legal por dos años.

La causa del vertiginoso aumento de cruces es más que conocida: la profunda crisis económica causada por 20 años de socialismo que en nada terminó beneficiando a la población. En este sentido, los números que registra la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) dan cuenta de que de enero a julio de este año el cruce irregular de venezolanos por la frontera sur estadounidense superó por más del doble al mismo período de 2021.

Un programa como el de los ucranianos

El programa migratorio para venezolanos será similar al que se aplica a los ucranianos, expulsados por un país sumido en guerra. Según datos citados por la agencia EFE, más de 65000 ucranianos han entrado a EE. UU. bajo esta medida, que además exige un familiar o patrocinador con capacidad económica para respaldar a la otra persona.

Sin embargo, desde octubre de 2021 se registraron 155.553 cruces irregulares de venezolanos por la frontera sur, indicó la CBP. Aún así, el nuevo programa solo admitirá en principio 24000, sumando que el ingreso aceptado solo será por vía aérea. En pocas palabras, se cierra la puerta definitivamente para quienes crucen por tierra, de acuerdo al anuncio.

El problema con las visas

Si el objetivo es crear un proceso migratorio «más ordenado», los venezolanos que lleguen a EE. UU. por aire seguramente necesitarán visas. Pero ahora luce improbable tramitarlas en suelo venezolano, teniendo en cuenta que la embajada en Caracas está cerrada desde 2019 luego de la fractura de relaciones ordenada por Nicolás Maduro.

La mayoría de venezolanos optan por solicitarla en Colombia, pero allí la espera puede pasar de dos años, advirtió hace poco el personal en Bogotá. No hay detalles hasta el momento de cómo Washington manejará este tema o si los venezolanos podrán adquirir su pasaje y llegar a suelo estadounidense sin el visado requerido.

¿Hay relación con las concesiones a Maduro?

Abrir la embajada en Caracas también significaría la declaración formal de la Administración Biden sobre la normalización de relaciones con Maduro. Eso es un tema delicado. Hace tan solo dos días el régimen quedó por fuera del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por abusos y torturas contra opositores y disidentes.

Tender puentes sería algo totalmente contradictorio en términos políticos, mas no extraño para el gobierno demócrata. Desde que Biden asumió el poder, no ha parado de lanzar guiños al chavismo aliviando sanciones. Por tal motivo, abrir las oficinas sería ceder más terreno a la dictadura. En pocas palabras, un arma de doble filo.

Otros detalles

El nuevo anuncio migratorio de Estados Unidos para venezolanos excluye «a los deportados en los últimos cinco años o las personas que hayan entrado a Panamá o México de manera irregular», replicó EFE. Asimismo, los patrocinadores de los migrantes deberán demostrar medios financieros para respaldar a la otra persona. El migrante pasará además por una evaluación de «seguridad nacional y seguridad pública».

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