Por Tomás Lugo – El American
La vicepresidente Kamala Harris sugirió este lunes que los niños son del Estado y que el Gobierno debe avanzar en una agenda climática para protegerlos.
En una entrevista para Late Night con Seth Meyers en NBC, Harris dijo que los niños pertenecen al país y a las comunidades, y que los gobernantes en Estados Unidos tienen la “autoridad” para entrar a los salones de clase e impartir lecciones de democracia.
“Cuando ves a nuestros niños, y realmente creo que son nuestros niños, son los niños de nuestro país, de nuestras comunidades, quiero decir, nuestro futuro es realmente brillante si los priorizamos y, por lo tanto, priorizamos la crisis climática”, dijo Harris cuando Meyers le preguntó sobre sus visitas a escuelas públicas.
La vicepresidente dijo que priorizar a los niños implica “unir al país”, y continuó explicando que las autoridades gubernamentales de otros países parecieran carecer de la opción para visitar escuelas, a diferencia de los políticos americanos.
“Todavía, como Estados Unidos, podemos caminar en estas salas con cierto nivel de autoridad para hablar sobre la importancia de la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos, y eso nos da una posición en el mundo”, dijo Harris.
El internet refutó a Harris
Las redes sociales no tardaron en responder. Usuarios indignados con las afirmaciones de la vicepresidente insistieron en recordarle que los hijos son responsabilidad de los padres, no del Estado.
“No somos co-padres con el gobierno (especialmente los locos por el clima)”, señaló la organización Freedom Works.
El periodista y productor Kyle Becker, colaborador de El American, recordó que Harris no tiene hijos propios.
El comentarista, editor y podcaster Stephen Miller se limitó a decir: “nop”.
Corey DeAngelis, director ejecutivo del Educational Freedom Institute, llamó la atención a los padres.
Cuando una usuaria de Twitter resaltó que Harris usó “muchas palabras para no decir nada”, otro usuario ofreció una opinión distinta: “Sí dijo algo. Repitió un principio comunista de que los niños son hijos del Estado y no de una familia ordenada por Dios”.