Fuente: Vision Times en español
En un paraje del departamento de Bariloche llamado Villa Marcardi, en la provincia patagónica de Río Negro, se vivieron horas de fuerte tensión por un operativo llevado adelante por 250 efectivos de reparticiones federales, con el fin de desalojar a un grupo de indígenas mapuches que usurparon predios privados.
El operativo comenzó temprano en la mañana del martes y la tensión fue en ascenso cuando los mapuches comenzaron a insultar y arrojar piedras a los periodistas que estaban en la zona del conflicto, dando las primeras señales de resistencia al desalojo, según reportó el medio argentino Infobae.
Como resultado de la redada, las fuerzas del orden detuvieron al menos a ocho personas, cinco mujeres y tres hombres.
De acuerdo al medio Clarín, en el lugar se escucharon disparos con arma de fuego por parte de los usurpadores, según informaron testigos. Los agentes entraron a los terrenos ocupados y a metros de ellos se mantienen apostados también camiones hidrantes.
La magnitud del operativo -que incluye tanquetas e hidroaviones- denota que la misión no es meramente preventiva, sino que la finalidad es desalojar todos los lotes que fueron ocupados y que actualmente cuentan con presencia de integrantes de la violenta agrupación autodenominada Lafken Winkul Mapu.
El Gobierno argentino viene siendo señalado por este conflicto por dos cuestiones: por un lado, lo acusan de ayudar a la toma de tierras -desde el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI)- tanto en el discurso como materialmente. Y por otro lado, la gobernadora de Río Negro, desde hace tiempo, viene reclamando una mayor presencia de fuerzas de seguridad nacionales.
Conflicto de larga data
Desde aproximadamente el año 2015, este grupo ha usurpado y vandalizado tierras en la región turística.
“Este es nuestra lucha territorial, venimos a reivindicar la presencia de nuestros antepasados” aseguran desde la agrupación, cuya presencia histórica no está documentada y su funcionamiento como presunta comunidad mapuche tampoco es avalada por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
Luego de la usurpación de los primeros predios, los supuestos mapuches vandalizaron y usurparon las instalaciones del ex hotel IOS – donde estaba prevista la instalación de la Escuela de Guardaparques- y la propiedad privada La Escondida.
Luego, siguieron con el lote perteneciente al Obispado de San Isidro y dos lotes pertenecientes a la Unión Personal Superior de Gas del Estado.
La semana pasada, luego de incendiar un puesto móvil que tenía Gendarmería Nacional en la propiedad Los Radales – que había sido incendiada el 1 de agosto pasado- colocaron barricada en el acceso e ingresaron a la vivienda, continuando con su plan de expansión en todo el territorio, mientras que el miércoles pasado usurparon La Cristalina, una cabaña que pertenece al presidente de la Junta Vecinal Villa Mascardi.