Fuente: Vision Times en español
Comentario
Un día después de las elecciones generales en Brasil, los mercados reaccionaron bien y los inversores celebraron la pequeña diferencia que obtuvo Lula Da Silva frente a Jair Bolsonaro, cuando todas las encuestas fallaron al proyectar que el candidato izquierdista del PT iba a ganar en primera vuelta.
Sin embargo, el 30 de octubre tendrán que enfrentarse en un ballotage y -ciertamente- Bolsonaro aún tiene amplias posibilidades de ganar.
El índice MSCI (ponderador estadounidense de fondos de capital inversión, deuda, índices de mercados de valores, de fondos de cobertura y otras herramientas de análisis de carteras) de Brasil ganaba 7,59% en los minutos posteriores a la apertura de las operaciones en Wall Street, el real brasileño ganaba terreno y las acciones del país mostraban más que nada avances.
Por su parte, el real brasileño se fortaleció 3,88% frente al dólar tras la apertura del mercado, mientras que el mercado de futuros del índice bursátil Bovespa subió un 3,73%.
Los ETFs -fondos con cotización de mercado- vinculados a activos brasileños también abrieron al alza, al igual que los american depositary receipts (ADR, como se llama a las acciones de empresas extranjeras que cotizan en Nueva York), con los papeles de la estatal Petrobras subiendo un 11,39% en las primeras operaciones tras la apertura de Wall Street.
Mientras tanto, la minera Vale trepó un 4,20 por ciento.
Capital Economics dijo en una nota citada por Reuters que Lula seguía siendo el favorito para ser elegido. Pero dijo que el “desempeño sorprendentemente fuerte” de Bolsonaro y sus aliados ofrecerá severos obstáculos para gobernar el país más grande de América Latina.
“Eso debería ayudar a atemperar los temores de un cambio brusco hacia la izquierda”, escribió.
El Foro de Sao Paulo es comunista-globalista
Con las victorias de Pedro Castillo en Perú, Xiomara Castro en Honduras, Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia, en los últimos meses la democracia iberoamericana ha perdido cuatro elecciones ante los candidatos del Foro de Sao Paulo, un bloque de líderes de izquierda dispuestos a eliminar el avance de la derecha y el conservadurismo en la región.
Justamente, el ex sindicalista Lula da Silva -quien gobernó en Brasil entre 2003 a 2010- fue uno de los fundadores de este bloque en el año 1990, junto al fallecido dictador de Cuba, Fidel Castro.
Recientemente el Foro reconoció su vocación globalista, “para contribuir en la construcción de una plataforma de lucha a escala mundial”, dice un documento del bloque.
De acuerdo con otro documento del Foro de Sao Paulo que recoge las perspectivas para 2022 y siguiendo el calendario electoral del continente, en su plan de trabajo pide que cada “Secretaría Regional deberá enviar a la Secretaría Ejecutiva un plan para las perspectivas de trabajo en 2022, considerando que este año tendremos elecciones generales en Colombia (mayo) y Brasil (octubre)”.
La incitación a la violencia, y la manipulación de protestas pacíficas en el marco de las sociedades democráticas latinoamericanas son parte del modus operandi del comunista Foro de Sao Paulo cuando les es útil, como en el caso de Chile y Colombia, países a los que les dieron seguimiento a todo el proceso de las manifestaciones violentas ocurridas en ambas naciones.
Una vez que ganan los países, con el eufemismo de pensar en «los que menos tienen», comienzan a llevar a cabo políticas socialistas como control de precios, altos impuestos, intervencionismo del estado, etc., que son justamente políticas que asfixian a los empresarios que son los que dan trabajo. Por este motivo, cada vez que ganó la izquierda, los mercados reaccionaron mal.
Con este escenario, habrá que esperar a ver qué sucede este próximo 30 de octubre, en donde se definirá la elección más polarizada de Brasil de los últimos años y en donde los brasileños tendrán que elegir entre un modelo intervencionista de extrema izquierda a uno conservador y de desregulación.