Fuente: Minghui.org
La 77.ª Asamblea General de las Naciones Unidas tuvo su debate general del 20 al 26 de septiembre de 2022, los practicantes de Falun Dafa realizaron una concentración fuera de la sede de la ONU instando a poner fin a la represión en curso en China.
En la plaza Dag Hammarskjöld, los practicantes exhibieron carteles para generar conciencia sobre la persecución que comenzó en 1999. Pidieron la liberación de los practicantes detenidos en China e instaron a que los represores rindan cuentas por las atrocidades cometidas.
Los practicantes se reunieron en la plaza Dag Hammarskjöld, frente a la sede de la ONU, entre el 19 y el 24 de septiembre para celebrar una concentración pacífica.
Tras los acontecimientos virtuales de la 75.ª y 76.ª Asamblea General de la ONU en los dos años anteriores, representantes de más de 150 naciones se reunieron en Nueva York. Se trataba de jefes de Estado y representantes de alto nivel. Para llamar su atención sobre Falun Dafa y la forma en que se persigue en China, los practicantes desfilaron en automóviles que tenían carteles sobre la persecución a lo largo de la Segunda Avenida, y algunos distribuyeron materiales en las esquinas cercanas.
Algunos de estos practicantes procedían de China continental y experimentaron la brutal supresión de primera mano o sus familiares fueron perseguidos por su creencia. “Por eso esperamos que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU tome medidas para detener la brutalidad, ya que se trata de la mayor violación de los derechos humanos en China”, dijo Yi Rong, de la Asociación de Falun Dafa de Nueva York.
La Sra. Zhang Weidi, decana de la Escuela de Bellas Artes de la Facultad de Informática Avanzada de Shenyang, fue maltratada por practicar Falun Dafa. “Además del encarcelamiento, también me mantuvieron en el Campo de Trabajo de Masanjia dos veces -cuatro años y medio en total-“, explicó. “Todo esto sucedió porque no quise renunciar a mi creencia en Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.
El Campo de Trabajo de Masanjia, en China, es famoso por torturar a los practicantes de Falun Dafa. Los guardias y las reclusas golpearon con saña a la Sra. Zhang y la colgaron para torturarla. Después de venir a Estados Unidos, acude a los actos que se celebran frente a la Asamblea General de la ONU. “Esperamos que la sociedad internacional y las Naciones Unidas digan ‘No’ al Partido Comunista Chino (PCCh) para que los practicantes en China puedan practicar libremente sus creencias”, dijo.
Una pancarta pide la liberación del Sr. Zhang Ming, practicante de Falun Dafa detenido en China.
La Sra. Zhang Hongyu, practicante de Falun Gong de Nueva York, también acudió a rescatar a su padre, el Sr. Zhang Ming. Vive en la ciudad de Dandong, en la provincia de Liaoning, y los funcionarios del PCCh lo detuvieron el 10 de agosto. Era la tercera vez que lo detenían por sus creencias.
La madre de la Sra. Zhang, la Sra. Xiu Jinqiu, también era practicante. Tras ser detenida en septiembre de 2013 por hablar a alguien de Falun Dafa, la Sra. Xiu fue retenida en la estación de policía y su salud se deterioró. Murió el 28 de noviembre de 2013, a la edad de 52 años.
Para ayudar a rescatar a su padre, la Sra. Zhang Hongyu se ha dirigido a los senadores de Nueva York, Chuck Schumer y Kirsten Gillibrand, así como a la representante Grace Meng. En respuesta a una pregunta de los medios de comunicación, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, dijo recientemente que miles de practicantes de Falun Dafa son detenidos, acosados y torturados en China cada año por practicar su creencia. El gobierno estadounidense instó a China a dejar de perseguir a Falun Dafa, a liberar a los detenidos por su creencia y a encontrar a los desaparecidos.
Otra pancarta pide que se rescate a la practicante detenida, Hu Yulan.
La Sra. Gao Hongmei, otra practicante que se unió a la concentración frente a la sede de la ONU, dijo que su madre, la Sra. Hu Yulan, fue condenada a una sentencia de cinco años. A sus 76 años, sigue detenida en una prisión china. Como la Sra. Hu fue detenida en numerosas ocasiones por sus creencias, su esposo también se vio afectado, enfermó y murió hace varios años. La Sra. Gao ni siquiera pudo regresar para asistir al funeral de su padre debido a la persecución.
La Sra. Gao dijo que la historia de su familia es solo una de las innumerables tragedias que ocurren en China a causa de la represión. “Falun Dafa es bien recibido en más de 100 países y ha aportado enormes beneficios a los practicantes de todo el mundo. Dentro de China, la gente es detenida o encarcelada por su creencia, además de que se les lava el cerebro y pierden sus trabajos e incluso sus vidas. Esperamos sinceramente que la sociedad internacional y la ONU puedan ayudar a poner fin a esta situación”, afirmó Gao.
Los practicantes se manifiestan pacíficamente ante la Asamblea General de la ONU entre el 19 y el 24 de septiembre.
Contexto: ¿Qué es Falun Dafa y por qué lo persigue el PCCh?
Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) fue presentado por primera vez al público por el Sr. Li Hongzhi en Changchun, China, en 1992. Esta disciplina espiritual se practica ahora en más de 100 países y regiones alrededor de todo el mundo. Millones de personas que han adoptado las enseñanzas -que se basan en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia- y han aprendido los cinco ejercicios suaves han experimentado una mejora en su salud y bienestar.
Jiang Zemin, exjefe del Partido Comunista Chino (PCCh), percibió la creciente popularidad de la disciplina espiritual como una amenaza para la ideología atea del PCCh y el 20 de julio de 1999 emitió una orden para prohibir la práctica.
Bajo la dirección personal de Jiang, el PCCh creó la Oficina 610, una organización de seguridad extralegal con poder para anular los sistemas policial y judicial y cuya única función es llevar a cabo la persecución a Falun Dafa.
Minghui.org ha confirmado la muerte de miles de practicantes como resultado de la persecución en los últimos 23 años. Se cree que el número real es mucho mayor. Muchos más han sido encarcelados y torturados por su fe.
Existen pruebas concretas de que el PCCh lleva a cabo la sustracción de órganos de los practicantes detenidos, que son asesinados para abastecer a la industria de trasplantes de órganos.