Por Mamela Fiallo Flor – PanAm Post

La Ciudad de Nueva York, bajo gestión demócrata, ha sido una de las más severas respecto a las restricciones del coronavirus. Hasta el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tuvo que comer en la calle por no estar vacunado. Ya que nadie podía entrar a negocios sin inocularse y la policía no fue la excepción. Los que se negaron a vacunarse fueron despedidos. Sin embargo, ahora un juez de NYC restituyó a estos funcionarios.

Según el New York Post, el juez de la Corte Suprema de Manhattan, Lyle Frank, dijo que el mandato de vacunación de la ciudad no era válido «en la medida en que se ha utilizado para imponer una nueva condición de empleo». Los miembros de la Asociación Benéfica de la Policía (PBA) pertenecen al sindicato más grande, lo cual puede marcar precedente a nivel nacional.

«Esta decisión confirma lo que hemos dicho desde el principio. El mandato de la vacuna fue una infracción indebida del derecho de nuestros miembros a tomar decisiones médicas personales en consulta con sus propios profesionales de la salud», anunció el presidente de la PBA, Pat Lynch.«La Corte Suprema de Nueva York falla en contra de los mandatos de vacunas covid para los agentes de policía y ordena que los despedidos sean reintegrados. Otros empleadores deberían hacer lo mismo», celebró el renombrado epidemiólogo Martin Kulldorff.

Policías luchan por la libertad religiosa

Fue el segundo triunfo legal de los uniformados en dicho estado. La semana pasada, otro juez de Manhattan dictaminó que Alexander Deletto, un policía de Brooklyn, debe mantener su trabajo como oficial de policía después de rechazar la vacuna para el COVID-19. Deletto reclamó una exención religiosa pero, el departamento se lo negó.

El Departamento Legal de la ciudad de Nueva York dijo que apelaría el fallo y dijo: «Está en desacuerdo con todas las demás decisiones judiciales que confirman el mandato como condición de empleo».

Dado que la mayoría de las vacunas contra el coronavirus fueron experimentadas con líneas celulares de fetos abortados, la exempción religiosa ha abundado entre quienes se niegan a inocularse. Aunque el Vaticano anunció que es posible vacunarse (ya hasta lo recomendó), ya que los abortos sucedieron hace décadas y las células han sido replicadas (no son originales). Sin embargo, insta a la comunidad científica que haga una vacuna más ética. Paralelamente, obispos como Monseñor Athanasius Schneider se han opuesto enérgicamente. «El fin no justicia los medios«, asegura. Además, el obispo insta a luchar contra las restricciones que denomina tiránicas.

El Ejército les quitó beneficios a más de 60.000 soldados por no vacunarse

Lo sucedido con la policía en Nueva York enciende una luz de esperanza para las Fuerzas Armadas. Ya que ningún soldado de la Guardia o de la Reserva ha sido aprobado para una exención religiosa después de casi 3000 solicitudes.

Alrededor de 40.000 soldados de la Guardia Nacional y 22.000 de la Reserva que se negaron a ser vacunados contra el COVID-19 ya no pueden participar en sus deberes militares. También los priva de algunos de sus beneficios militares, anunciaron oficiales del Ejército.

“Los soldados que rechacen la orden de vacunación sin una solicitud de exención aprobada o pendiente están sujetos a acciones administrativas adversas. Esto incluye prohibición de servicio y reprimendas oficiales”, dijo un portavoz del Ejército.

Si los soldados continúan negándose a recibir la vacuna, las consecuencias podrían ser aún más graves. «En el futuro, los soldados que continúen rechazando la orden de vacunación sin una exención pueden estar sujetos a medidas administrativas adversas adicionales, incluida la separación», dijo el portavoz del Ejército.

«Le daremos a cada soldado todas las oportunidades para vacunarse y continuar su carrera militar», dijo el teniente general Jon Jensen, director de la Guardia del Ejército, a Military.com. «No nos rendiremos con nadie hasta que se firme y complete el papeleo de separación».

Usan los mandatos de vacunas para purgar voces conservadoras

Legisladores conservadores indican que el Ejército busca eliminar a sus elementos más libertarios y conservadores, pues son los que tienden a no vacunarse contra el coronavirus.

«La Administración Biden está utilizando los mandatos de vacunas como una herramienta para purgar las voces conservadoras del ejército y el gobierno. ¡No podemos dejar que se salgan con la suya!», denuncia el congresista de Florida Brian Mast.

Y es que la ideologización de las tropas se está profundizando. Hace apenas días salió a la luz que son adoctrinados en «diversidad». Es decir, en lugar de priorizar la defensa de la nación, la administración demócrata pretende ideologizar a sus soldados.

Ahora que se acercan las elecciones legislativas de noviembre, los legisladores del Partido Republicano se comprometen a combatir estas acciones contra las Fuerzas Armadas.

En vista que EE.UU. fue colonia británica, opera con Common Law. Este sistema jurídico funciona con precedentes. De manera que los soldados podrían valerse del hecho que NYC restituye policías despedidos por no vacunarse para exigir el mismo derecho.

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