Traducido de LifeSiteNews.com por TierraPura.org

(LifeSiteNews) – El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, firmó el fin de semana una controvertida ley que autoriza el “compostaje” de restos humanos para obtener tierra. La ley permitirá que el material derivado de los cuerpos descompuestos sea vendido y utilizado para cultivar alimentos para el consumo humano, informó SFGATE.

Convertida en ley el domingo, la Ley de Cementerios y Funerales (AB 351) pondrá en marcha métodos de regulación para que el estado apruebe las llamadas “instalaciones de reducción”, en las que los cuerpos humanos muertos se descomponen en un proceso no muy diferente al de un sistema de compostaje doméstico.

La medida está prevista que entre en vigor en enero de 2027.

California se ha convertido en el quinto estado en legalizar esta práctica, uniéndose a sus compañeros de la Costa Oeste, Oregón y Washington, junto con Colorado y Vermont.

SFGATE señaló que la ley californiana se aleja de la de Colorado en el sentido de que no prohíbe la venta de restos humanos compostados ni el uso de la “tierra” para el cultivo de frutas y verduras para el consumo humano.

La asambleísta demócrata Cristina García, autora del proyecto de ley, declaró en junio que la legislación pretendía ayudar a abordar “el cambio climático y la subida del nivel del mar”, ofreciendo a los residentes de California “un método alternativo de eliminación final que no contribuya a las emisiones en nuestra atmósfera”.

García dijo que, dado que “los árboles son importantes frenos de carbono para el medio ambiente”, espera “continuar con mi legado de lucha por el aire limpio utilizando mis restos reducidos para plantar un árbol”.

La práctica de destruir los restos de seres humanos para enriquecer el suelo se conoce con el eufemismo de Reducción Orgánica Natural (NOR).

En 2020, la empresa NOR y la organización activista Recompose se convirtieron en el primer grupo de Estados Unidos en abrir una funeraria de compostaje humano. Las instalaciones de Kent (Washington) alberga 10 cilindros hexagonales en los que se almacenan los cuerpos humanos fallecidos y se acelera su proceso de descomposición, según informa The Seattle Times.

Según Recompose, el llamado proceso de “reducción” consiste en colocar al difunto “en un recipiente reutilizable, cubrirlo [el cuerpo] con virutas de madera y airearlo, lo que crea un entorno para los microbios y las bacterias esenciales”.

Un cuerpo humano se “transforma completamente en tierra” después de “unos 30 días”, dice la organización. La “tierra” derivada de los cadáveres puede entonces “utilizarse para enriquecer los canteros de los jardines, plantar un árbol, dividirla en varios lugares o donarla a los esfuerzos de conservación”.

La información proporcionada en el sitio web de Recompose da algunas indicaciones sobre la ideología que hay detrás del movimiento NOR.

Según el sitio, los empleados deben “abogar por la sanación del clima, la salud del suelo y la justicia medioambiental”, ser “antirracistas” y “comprometerse a defender y proteger los derechos de los BIPOC, las minorías religiosas y los indocumentados”, así como “comprometerse con el trabajo de las prácticas feministas queer de inclusión y equidad”.

Recompose tiene previsto abrir una “instalación de reducción” en California en 2027, después de que entre en vigor la ley AB 351.

Las iniciativas para normalizar el uso de cadáveres para crear tierra han sido muy criticadas por grupos católicos, que sostienen que la práctica no respeta la santidad de la vida humana.

El año pasado, la Conferencia Católica de Colorado declaró que no apoyaría el “NOR”, ya que la Iglesia Católica “enseña que el cuerpo humano es sagrado y la dignidad de la persona humana es el fundamento de una sociedad moral”.

Asimismo, la Conferencia Católica del Estado de Nueva York dijo que es “esencial que el cuerpo de una persona fallecida sea tratado con reverencia y respeto”, argumentando que el método de “compostaje” “es más apropiado para los recortes de verduras y las cáscaras de huevo que para los cuerpos humanos”.

La Conferencia Católica de California también ha criticado la supuesta alternativa ecológica al entierro humano con reverencia.

La directora ejecutiva de la CCC, Kathleen Domingo, declaró el martes a SFGATE que esta práctica “reduce el cuerpo humano a una simple mercancía desechable”.

Señalando que el NOR fue diseñado para el ganado, no para los seres humanos, Domingo dijo que el proceso para descomponer un cuerpo humano es equivalente a “un sistema de compostaje casero”.

Además, Domingo sugirió que la dispersión de restos humanos compostados en zonas transitadas “conlleva el riesgo de que la gente pise los restos humanos sin su conocimiento”. Además, argumentó que “las dispersiones repetidas en la misma zona equivalen a una fosa común”.

Peter Marlow, director ejecutivo de la Archidiócesis de San Francisco, dijo al medio que el Arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, también se opone a la ley de California que autoriza el llamado “compostaje humano”.

Sin embargo, el gobernador Newsom, un católico confeso que ha suscitado numerosas críticas de los conservadores por su postura de extrema izquierda en cuestiones que van desde el aborto hasta la supuesta “crisis climática”, firmó el proyecto de ley el domingo sin hacer ningún comentario público.

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