Por Gabriela Moreno – Panampost.com
No y no. Como en 1988, Chile volvió a decir «no». Los chilenos rechazaron mutar al Estado plurinacional e intercultural, a la democracia paritaria y a la legalización del aborto que contenía el proyecto constitucional de 178 páginas, 388 artículos y 54 normas transitorias que este domingo se sometió a votación en el plebiscito de salida.
Las encuestas acertaron. Con 6,40 % de las mesas escrutadas, la opción del «Rechazo» se está imponiendo con 62,96 % de los votos, mientras que el «Apruebo» tiene 37,04 %, según resultados preliminares. Aunque aún falta un importante porcentaje de mesas por sumar, la tendencia ya es categórica e irreversible. Solo falta determinar de cuánto será exactamente la brecha, pero hasta el momento se vislumbra una dura derrota para el gobierno con una diferencia de más de 25 puntos a favor del «Rechazo»
ÚLTIMA HORA Se amplía la ventaja. Con 6,40 % de las mesas escrutadas, la opción del “Rechazo” se está imponiendo con 62,96 % de los votos en el plebiscito de salida de la nueva constitución de Chile, mientras la opción de “Apruebo” tiene 37,04 %
Perpetuar la constituyente
El presidente Gabriel Boric intentará revertir el fracaso del plebiscito constitucional invocando otro proceso constituyente, pero para lograrlo requerirá de un acuerdo nacional. Fuentes de La Tercera revelan que el mandatario abrirá su agenda política de este lunes 5 septiembre con una reunión privada con el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, y el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto, para anunciar un acuerdo tripartito con las dos cámaras del Congreso.
Con esta maniobra, Boric conformará una mesa de trabajo con todos los actores y sectores para recibir propuestas y definir los mecanismos de elección de la nueva convención. Sin embargo, la elección de una nueva camada de convencionales para escribir otro proyecto constitucional tendrá que esperar 125 días, plazo establecido por el Servicio Electoral para convocar a otra jornada comicial de esta índole. Los partidos ya cuentan los días. Desde ahora evalúan la fórmula de elección más conveniente para participar: listas de independientes, escaños reservados o la paridad.
Las arcas públicas sufrirán si el plan de Boric de elegir otra constituyente escala, considerando que el funcionamiento de la Convención Constitucional durante un año costó 22000 millones de pesos, una cifra que ronda los 20 millones de dólares.
El desafío post plebiscito
A Boric le corresponde con este resultado adverso transmitir que su administración puede gobernar y cumplir con el programa de gobierno que ofreció al país. Al mandatario le toca separar la derrota del proceso constituyente. Y no está fácil. El mandatario insistió en que su gabinete “no era neutral” dejando claro que tenían una posición que fue cada vez menos posible de ocultar cuando la Contraloría determinó que su ministro de la Secretaria de la Presidencia, Giorgio Jackson, faltó al «principio de prescindencia» sin mencionar el aumento de los viajes de su gabinete durante el periodo de campaña.
El desafío es supremo con el revés porque para el cumplimiento del programa, el único camino del presidente es gestionar alianzas en el Congreso que le permitan utilizar a su favor la rebaja de cuórum, que pasó de 2/3 –que se traduce en 103 diputados– a 4/7, que sería 89 legisladores. Mientras que en el Senado el cambio de 2/3 a 4/7 hizo bajar el cuórum de 33 a 29 senadores.
“En esos diálogos tendrán protagonismo los senadores Matías Walker (DC) y Ximena Rincón (DC), impulsores de la medida”, apunta La Tercera.
Remezón en el gabinete
Este triunfo del «Rechazo» propiciará un inevitable cambio en el gabinete de Gabriel Boric. El ministro Secretario de la Presidencia, Giorgio Jackson, junto a la ministra de Interior, Izkia Siches, lideran la lista de altos funcionarios del tren Ejecutivo que serían removidos de sus cargos. Las polémicas que ambos protagonizaron, no sólo en el periodo de campaña sino en el ejercicio de sus funciones, los convirtió en fichas sensibles a cinco meses de ascender al poder.
A ellos se suman, según Ex Ante, otros cinco ministros: Begoña Yarza, quien está a cargo de Salud; Claudio Huepe, de energía; Flavio Salazar, al frente del despacho de Ciencia; y el de Minería, donde está Marcelo Hernando; incluso el de Cultura quedaría sin Julieta Brodsky.
“El mandatario tiene claro que el cambio de gabinete será fundamental para darle calma al mundo privado ante las señales que pueda mostrar el mercado», divulga La Tercera. Un remezón en el tren Ejecutivo representaría la oportunidad de entrar a las instancias de poder a la coalición moderada del Socialismo Democrático, considerada de centroizquierda. No hay vuelta atrás.