Por Oriana Rivas – PanAm Post

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, debe estar sudando frío luego de haber denunciado el robo de su celular, pues sin perder tiempo hizo declaraciones públicas buscando cubrirse ante posibles revelaciones. ¿Es creíble la denuncia? ¿Qué oculta en su teléfono? El exmandatario asegura que el hurto ocurrió durante un evento de cierre de campaña organizado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) en el departamento de Santa Cruz. A partir del momento de su aviso, la policía y el Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) comenzaron un rastreo desesperado.

Morales corrió a hacer público el supuesto robo a pesar de que se trataba de un evento con un fuerte operativo de seguridad y con la presencia del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. Pero lo más llamativo del asunto es cómo el expresidente se adelantó a mencionar supuestos «montajes o tergiversaciones» en su contra que podrían surgir del material que se encuentra en su dispositivo móvil.

El exmandatario busca cuidarse las espaldas. Y es que su expediente está plagado de escándalos. Una lista tan larga que incluye denuncias por relaciones con menores de edad. En ese sentido, policías citados por El Deber afirman que «existe temor por el acceso a la información y los contactos que mantiene el cocalero Evo Morales, porque su celular podría no tener patrón de seguridad».

Tanta premura por desacreditar anticipadamente cualquier escándalo que surja hace que salten algunas preguntas: ¿A qué le teme Evo Morales? ¿Qué podría haber en el teléfono al punto de hablar de «montajes»? Algo cierto es que hubo molestias entre los agentes policiales porque los obligaron a participar en el operativo de búsqueda a pesar de estar en descanso, agregó el medio boliviano.

A propósito de su temor, estas son algunas polémicas que han llevado a Evo Morales a acaparar titulares de prensa tanto dentro como fuera de su país:

Oficialismo y narcotráfico

El escándalo de los supuesto nexos del MAS con el narcotráfico detonó en julio de este año cuando un diputado del mismo partido acusó al vicepresidente de la formación política, Gerardo García, de recaudar dinero del narcotráfico para pagar las campañas electorales de Evo Morales y varios líderes. El legislador Rolando Cuéllar lo acusó de enviar a nombre de Morales una carta a un narcotraficante argentino por su respaldo para “solventar las campañas en diferentes etapas electorales”. Pero no ha sido el único señalamiento sobre este tema. En 2018 fue solicitada a la DEA una investigación contra el expresidente. Según el diputado opositor Tomas Monasterio, había «fuertes indicios de que el país en los últimos 14 años vivió un narcoestado».

Corrupción sin precedentes

El caso de corrupción más grande conocido en la historia del MAS es hasta ahora el del Fondo Indígena. Para 2015, más de 200 personas estaban siendo procesadas por 6,8 millones de dólares destinados a 49 proyectos que realmente habrían sido transferidos a cuentas particulares. Evo Morales era presidente. En el año 2020, la entonces presidente interina de Bolivia, Jeanine Áñez, reveló que un senador del actual partido oficialista había inventado un pueblo para recibir financiamiento por unos 800.000 dólares para supuestos proyectos a esa comunidad. En abril de este año, la Fiscalía mantenía 96 casos abiertos contra más de 400 personas.

Embarazo de una menor

Este es posiblemente el dato más perturbador en el expediente de Evo Morales. En agosto de 2020 recibía una segunda denuncia por presunta relación con una menor. Esta habría quedado embarazada a la edad de 15 años y dado a luz a sus 16. El certificado de nacimiento con el nombre del expresidente reconociendo a su hija fue revelado por Ok Diario. Pero antes de ese caso hubo otro con un informe secreto policial de 46 páginas con decenas de fotos del expresidente y la joven Noemí Meneses, de 19 años, con quien mantuvo un amorío desde que ella tenía 14 años. Para septiembre de 2020 se dio a conocer la detención de un militar cómplice de la supuesta pedofilia.

Un «harén» en su partido político

Para cometer el presunto delito de estupro, Evo Morales habría usado a su partido político como «harén», según la denuncia de Paola Barriga, abogada de la madre de una de las víctimas. Barriga relacionó su afirmación con el caso Katanas, un escándalo de trata y tráfico de personas. A inicios de agosto de este año, la juez a cargo del caso debía dictar sentencia contra seis de los diez acusados, pero el dictamen está retrasado. Sin embargo, la abogada recordó que durante estos años se mencionó el nombre de la exministra Nemesia Achacollo, a quien «los policías señalaron claramente que ella les pagaba por el servicio de las señoritas que llevaban a las reuniones donde se encontraba el señor Evo Morales».

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