Por Raul Tortolero – Panampost.com
China es un imperio rojo, un país que ya es una hegemonía económica mundial, comercial y militar, y que está construyendo aún su dominancia cultural —la única que le falta—.
Sostiene al interior de sus fronteras un control draconiano contra sus propios habitantes, una vigilancia extrema, que asfixia toda libertad. Pero es el mismo país que “casualmente” pareciera no poder controlar la salida de precursores del mortal fentanilo que se exporta a los Estados Unidos, ilegalmente, por las mafias.
El Partido Comunista de China (PCCh), cuyo régimen ha sido capaz, durante la pandemia, de tener un registro de persona por persona, identificando perfectamente quién tenía COVID-19, su paradero y con quiénes había tenido contacto, para lo cual echaba mano de la tecnología de punta más invasiva del mundo, ese mismo régimen, “no puede” controlar el envío de miles de toneladas de sustancias para fabricar el fentanilo, otra epidemia que está zombificando a la población norteamericana. Es increíble.
No es exageración. Incluso el pasado 18 de julio de 2022 la fiscal general de Florida, Ashley Moody, emitió un duro y preciso comunicado en el que pide al gobierno de Joe Biden, que el fentanilo sea clasificado como «arma de destrucción masiva» (Weapon of Mass Destruction, WMD, por sus siglas en inglés).
La fiscal busca implementar medidas extraordinarias y urgentes ante varios casos de muertes por sobredosis de fentanilo en su estado, durante un periodo muy corto de tiempo.
“La patrulla fronteriza ha incautado suficiente fentanilo para matar a toda la población estadounidense muchas veces. Con eso en mente, y los recientes eventos de sobredosis masiva en los condados de Hillsborough y Gadsden, exijo al presidente Biden que clasifique el fentanilo ilícito como arma de destrucción masiva», aseguró Moody en su comunicado.
Dicho de otra manera: ya ha llegado al interior de los Estados Unidos la cantidad suficiente de fentanilo como para que toda la población completa, de más de 300 millones de personas, pudiera morir por sobredosis de este muy peligroso opiáceo.
Lo que hace la fiscal de Florida es una advertencia basada en datos reales, de corte apocalíptico: de no ser porque la patrulla fronteriza ha hecho su trabajo, ya estaría en el mercado todo el fentanilo necesario para devastar a cada familia estadounidense.
¿A quién le convendría causar este daño en los Estados Unidos? A sus enemigos. Y su enemigo número uno es China. Con cierto porcentaje de la población muerta, o drogada —zombificada se diría— por el fentanilo, la economía se iría mucho más a pique de lo que está ahora. Y esto China lo podría capitalizar para finalmente coronarse como el nuevo líder geopolítico del orbe, en todas las áreas.
Las muertes por fentanilo, al menos las registradas, alcanzaron su máximo por mes, en diciembre de 2021, con 107.521 casos, según información de los Centros de Control de Enfermedades de EE. UU. Los fallecimientos fueron de 74.679 en marzo de 2020, a 104.671 en marzo de 2022.
Mientras, las muertes causadas por metanfetaminas crecieron a 32.856 en 2021, de 24.576 en 2020. La cocaína sigue haciendo de las suyas, con 24.538 en 2021, de 19.927 en 2020.
“El fentanilo es la amenaza de drogas más letal que nuestra nación jamás haya enfrentado”, considera la administradora de la DEA, Anne Milgram. “El fentanilo está en todas partes. Desde las grandes áreas metropolitanas hasta la América rural, ninguna comunidad está a salvo de este veneno. Debemos aprovechar todas las oportunidades para correr la voz para evitar que las muertes por sobredosis y los envenenamientos relacionados con el fentanilo se cobren decenas de vidas estadounidenses todos los días”.
El fentanilo es 50 veces más potente que la heroína: un derivado del opio, sintético, fabricado para ser usado como analgésico y anestesia. China es el proveedor principal de fentanilo ilegal a los Estados Unidos, según la DEA.
Un problema fuerte es que llega a este país principalmente vía correo postal, con lo que se dificulta mucho su identificación. Y su venta se realiza a través de códigos encriptados en internet y no pocas veces usando el bitcoin, que no se puede rastrear.
¿Y desde dónde llega el fentanilo a los Estados Unidos vía postal? “Actualmente, China sigue siendo la fuente principal de fentanilo y sustancias relacionadas con el fentanilo traficadas a través del correo internacional y el entorno de operaciones de envío urgente, así como la fuente principal de todas las sustancias relacionadas con el fentanilo traficadas hacia los Estados Unidos. Las incautaciones de fentanilo procedente de China promedian menos de un kilogramo de peso y, a menudo, prueban una concentración superior al 90 % de fentanilo puro”, reconoce la DEA en su página oficial.
Y como las mafias chinas ya se saben vigiladas por los Estados Unidos, ahora, al menos desde hace un semestre, están intentando introducir el fentanilo a partir de envíos a México. El Departamento de Estado ha sancionado a empresas que venden y compran precursores de esta droga.
Las autoridades de Estados Unidos se enfocaron sobre todo en cuatro empresas chinas que venden precursores de fentanilo a México mediante internet: “Una de estas empresas esHabei Atun Trading, cuya página de internet ofrece contactarlos por medio de números telefónicos de WhatsApp, Wechat, así como correo electrónico e incluso Skype, medios por los cuales se pueden comprar fenilamino, piperidina y piperidona, químicos claves para la elaboración de fentanilo”, describe Infobae.
Sólo dos miligramos de fentanilo pueden ser una dosis mortal. «Es el asesino número uno de adultos de 18 a 45 años, con un aumento del 168 % de muertes entre adolescentes en 2020, es decir, 680 muertes en todo el país”, dice la fiscal de Florida, Ashley Moody.
En 2021, el 77 % de todas las muertes causadas por sobredosis en adolescentes estuvo relacionado con el fentanilo. «Muchas de estas muertes se pueden atribuir al uso de píldoras recetadas falsificadas mezcladas con fentanilo, provenientes de los cárteles mexicanos de la droga», alertó la Fiscalía de Florida.
Hay bases para pensar en que el PCCh deja operar a las mafias que venden fentanilo ya sea directo a los Estados Unidos, como a través de los cárteles mexicanos.
¿Podrían detener a estos criminales en China? Seguro que sí. China se distingue por tener el control más abusivo sobre sus ciudadanos, en el mundo entero. Por ejemplo, usan un chip adherido a los uniformes de los estudiantes, para saber dónde están en todo momento, o incluso si se quedan dormidos en clase o se van de la escuela sin permiso. Combinan Inteligencia Artificial y el Big Data.
Incluso se han registrado protestas de ONGs, en especial de Humans Rights Watch, que ha denunciado que tales medidas tecnológicas sirven más bien para enfocarse en el control de opositores al régimen, activistas y minorías sociales.
Y además de eso está el sistema de “reconocimiento facial”, y los 500 millones de cámaras instaladas en las ciudades. Y el sistema de espionaje a través de los celulares, que se usó por ejemplo aprovechando un error en Google, supuesta razón por la que tal empresa dejó China en 2005. Aunque ahora ya está de regreso.
El espionaje a través de las cámaras con reconocimiento facial tendría por objetivo “prevenir crímenes”, pero no deja de ser la más grande invasión a la privacidad individual que haya existido en la historia, y esto supera aún a la novela 1984 de George Orwell, y su Big Brother. En tal contexto surgieron los proyectos “Sharp Eyes, Golden Shield, Skynet, Safe Cites, Police Clouds”, y algunos otros más.
Tales cámaras están afuera de los restaurantes, en los jardines de niños, en las entradas del transporte, en los cines y hasta en los gimnasios. No sólo eso sino que son capaces también de grabar tu voz, a una distancia de incluso 90 metros. Así, se empareja la identificación facial con la voz: no hay nada privado ya en China, le perteneces al régimen.
¿Es entonces creíble que el régimen comunista de China no sea capaz de detener a los traficantes de fentanilo que causan el mayor problema de salud que haya habido en Estados Unidos?
¿O más bien aquí subyace la complacencia del Dragón Rojo para hincar a los Estados Unidos, zombificando a sus jóvenes, mientras se aprovecha de la revolución woke, de corte cercano a la revolución cultural maoísta, para devastar los valores tradicionales y alfombrar la nueva hegemonía roja? No seamos ingenuos.