Fuente: Derecha Diario
La actriz estadounidense Anne Heche murió este viernes a los 53 años por una herida cerebral severa a causa de un accidente de tránsito la semana pasada, según el comunicado oficial del Hospital donde estuvo internada luego del siniestro.
A priori, no hay nada destacable de su triste fallecimiento. Accidentes vehiculares ocurren todo el tiempo. Especialmente en la ciudad de Los Ángeles. Sin embargo, hay dos particularidades que despertaron la atención de millones de personas en redes sociales.
Por un lado, si bien los bomberos que la rescataron del auto en llamas informaron que estaba en coma y que nunca se despertó, en los videos del rescate se la ve levantándose de la camilla completamente consciente antes de ser subida a la ambulancia.
Pero acá es donde las mayores sospechas empiezan a aparecer: la actriz estaba grabando una película sobre el tráfico sexual de niñas en Estados Unidos, con varias referencias a casos reales, como por ejemplo la red de trata de menores de Jeffrey Epstein.
La vicepresidente de la productora que publicaría la película, Amy Winter, aseguró que Anne había estado entrevistando a víctimas de estas redes de pedofilia para meterse en el rol. “Este proyecto es importante para Anne, junto con todos y cada uno de nosotros. Todos buscamos hacer una película que llamara la atención sobre este terrible problema del tráfico sexual humano”, dijo ante la prensa luego del triste hecho.
“Esperamos que esta película les haya llegado y que se sientan tan inspirados como lo estuvo Anne para ayudarnos en nuestra misión de detener la violencia contra las mujeres. Gracias por su apoyo y sus preguntas sobre la película”, concluyó.
Heche, ganadora del premio Emmy, originalmente tenía previsto aparecer en el panel de la película el 11 de agosto, durante la gira para promocionar el estreno. Sin embargo, una semana antes, el 5 de agosto, misteriosamente le fallaron los frenos y estrelló su Mini Cooper azul contra una casa de Mar Vista.
El círculo cercano de Heche esperaba que se recuperara pronto después de que uno de sus publicistas informara que se hallaba “estable” tras el accidente. Si bien las autoridades del Hospital afirmaron que llegó al establecimiento en coma, los bomberos afirmaron que la actriz había hablado con ellos mientras la sacaban de los escombros y la llevaban al hospital, lo cual se vio en las imagenes.
Sin embargo, poco después Heche perdió el conocimiento y el 8 de agosto los representantes publicaron un comunicado donde decían que se encontraba en “estado extremadamente crítico” y que efectivamente estaba en coma. A los pocos días cayó en muerte cerebral y se mantuvo con vida con respirador artificial, hasta que sus familiares aceptaron desconectarla.
Los grandes medios estadounidenses entrevistaron a un oficial de la policía de Los Ángeles (LAPD) que dijo que había frenado a Heche a pocos metros de donde ocurrió el accidente porque estaba manejando “erráticamente” unos días antes.
Según este oficial, se le hizo un test de alcoholemia que le dio negativo y no se le quitó el registro. Sin embargo, esta vez los exámenes toxicológicos habrían revelado evidencia de consumo de drogas y alcohol previo al accidente, aunque se necesitan “pruebas adicionales para descartar que sean sustancias administradas en el hospital”.
En redes sociales las teorías conspirativas abundan. La más repetida asegura que fue asesinada por su investigación para el rol en la película, e incluso se sospecha que la actriz que fue pareja de la conductora Ellen DeGeneres iba a contar sus experiencias en la gira.
Todo indica que la película “Girl in Room 13” (La chica de la habitación 13) se estrenará el 17 de septiembre de todos modos, ya que estaba grabada en su totalidad, aunque oficialmente la entrega sigue en pos-producción y varios cambios podrían hacerse antes de que salga en cines.
Sea cual fuere la razón, su muerte se dio en extrañas circunstancias, justo en un momento donde estaba tratando un tema tan polémico. Cabe recordar que el propio Jeffrey Epstein y varios de sus secuaces también murieron en situaciones un tanto extrañas.
Por ejemplo, Mark Middleton, vicejefe de Gabinete del gobierno de Clinton en los 90s y quien le presentó al ex presidente a Jeffrey Epstein, murió colgado de un árbol con un tiro de escopeta en el pecho. La policía lo catalogó como un suicidio.
Otro caso destacable es el de Jean-Luc Brunel, quien se encargaba de procurar mujeres y niñas en Europa para la red de trata del magnate Jeffrey Epstein en Estados Unidos. Al igual que Esptein, Brunel murió ahorcado con las sábanas de su cama, y las autoridades de la prisión de La Santé, en el sur de París, tacharon el caso rápidamente como un suicidio.
De hecho, la única sobreviviente de la red de trata es Ghislaine Maxwell, quien fue condenada a 20 años de prisión, pero en ningún momento se le pidió que declare sobre los clientes que había tenido. En síntesis, se la condenó por traficar mujeres a nadie.