Fuente: Derecha Diario
El primer ministro Justin Trudeau anunció un mega-plan para reducir las emisiones de óxido nitroso, un subproducto de los fertilizantes a base de nitrógeno, en un 30 por ciento durante los próximos ocho años, según informó en conferencia de prensa.
La medida es parte de un paquete de medidas para luchar contra el cambio climático, que el Gobierno canadiense está intentando consensuar con los sectores involucrados, sin embargo los agricultores no quedaron conformes con los planes de reducción de la emisión de fertilizantes.
El Gobierno federal intenta imponer la reducción de las emisiones de óxido nitroso de los fertilizantes diciendo que es un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático, pero los agricultores explican que la reducción de las emisiones no se puede realizar sin disminuir el uso de fertilizantes.
Varios gobiernos provinciales y organizaciones de agricultores han solicitado que las reducciones de emisiones de fertilizantes se midan por la cantidad de alimentos que se producen versus la cantidad de fertilizante utilizados. Pero Trudeau exige una reducción absoluta de las emisiones.
La locura ecologista del gobierno de Trudeau podría llevar a que caiga la producción alimentos, como ocurrió recientemente en Sri Lanka, el país asiático que aplicó las mismas medidas contra los fertilizantes y cayó en la hambruna más grande de su historia.
“Aparentemente, el gobierno de Trudeau ha dejado de atacar la industria del petróleo y el gas y ha puesto su mirada en los agricultores de Saskatchewan”, dijo el ministro de Agricultura de Saskatchewan, David Marit.
Según el experto en política medioambiental Bjorn Lomborg, “las investigaciones demuestran de forma concluyente que la agricultura ecológica produce menos alimentos por hectárea que la convencional. Además, la agricultura ecológica obliga a los agricultores a rotar la tierra fuera de la producción para destinarla a pastos, barbecho o cultivos de cobertura, lo que reduce su eficacia”.
“Los desarrollos ecológicos producen entre una cuarta parte y la mitad de alimentos que la agricultura convencional, basada en la ciencia”, aseguró. Esto quiere decir que podría caer la producción de alimentos en Canadá de hasta un 75%.
Los efectos ecológicos y económicos de un cambio hacia la agricultura orgánica pueden ser desastrosos. El profesor Lomborg agrega: “los agricultores ecológicos necesitarían mucha más tierra para alimentar al mismo número de personas que hoy, posiblemente casi el doble de superficie. Dado que la agricultura utiliza el 40% de la tierra libre de hielo, el cambio a lo orgánico significaría la destrucción de grandes franjas de la naturaleza para una producción menos eficaz“.
El caso de Sri Lanka
El presidente Gotabaya Rajapaksa llegaba al poder en el año 2019, heredando una economía que llevaba cinco años de crecimiento sin interrupción y a tasas superiores al 3% anual. Rajapaksa proponía una agenda socialista para Sri Lanka, marcada por el ecologismo y la transición en un lapso de solo 10 años, pero solo en tres la economía demostró no poder soportar las medidas y terminó por colapsar.
Las medidas ecologistas extremistas disminuyeron la contaminación, pero a cambio llevaron a Sri Lanka a la crisis económica y humanitaria más dramática de su historia. Las medidas provocaron un tenso clima social marcado por el desabastecimiento generalizado, la hambruna y el apagón energético en todo el país.
Para cumplir con sus extravagantes promesas electorales, Rajapaksa decretó la prohibición total de la importación y/o el uso de fertilizantes sintéticos en todo el país. También se prohibieron todo tipo de pesticidas naturales, siguiendo con un lineamiento ecologista y fundamentalista.
Las medidas constituyeron un verdadero suicidio económico. Estudios de largo plazo estiman que entre el 30% y el 50% de la productividad agrícola moderna se debe exclusivamente al empleo intensivo de fertilizantes. En algunos cultivos particulares, como el caso de la floricultura y la Hidroponía, el uso de fertilizantes representa casi el 100% de la ganancia de productividad en los métodos modernos.