Por Carlos Esteban – La Gaceta de la Iberoesfera
“El público estadounidense nunca sabrá toda la verdad” sobre los desmanes cometidos por el hijo del presidente, Hunter Biden, mientras su padre era vicepresidente con Obama, ha asegurado en la cadena Fox Ron Johnson, senador republicano por Wisconsin, que está convencido de que se está pergeñando un acuerdo extrajudicial para que el caso quede fuera del foco público.
“Pueden acusar judicialmente a Hunter Biden, pero probablemente llegarán a un acuerdo para sellar toda la información”, sostiene Johnson, que ha estado involucrado en una investigación de un año sobre los tratos comerciales del hijo del presidente Joe Biden en lugares como China, Ucrania y otros.
Junto a su colega por Iowa Chuck Grassley, Johnson publicó un informe en septiembre de 2020 que detallaba amplias conexiones financieras entre entidades e individuos vinculados al Partido Comunista Chino y Hunter Biden. “Sabemos desde hace años que los Biden son una familia corrupta”, dijo Johnson a Dan Bongino de Fox News, y señaló que “los principales medios corruptos lo han estado cubriendo todo” e “incluso el FBI”.
En marzo, ambos senadores republicanos presentaron registros bancarios en el pleno del Senado que mostraban que CEFC China Energy, una empresa ahora desaparecida, realizó pagos a Hunter Biden, incluyendo un pago electrónico de $100,000 a una de las compañías más recientes de Biden, Owasco, de CEFC. Otros pagos incluyen una transferencia bancaria de $5 millones a Hudson West, una empresa en la que Hunter Biden invirtió y administró, de Northern International Capital, una empresa que se asoció con CEFC. Un contrato también hecho público por los senadores muestra que $500,000 fueron para Hunter Biden como una “tarifa de retención única”.
Otros dos muestran un pago de $1 millón realizado a Hudson West por CEFC y una transferencia de $1 millón de Hudson West a Owasco, y el dinero parece ir a Hunter Biden con el propósito de representar a Patrick Ho, un empresario chino que ha ayudado a CEFC a ganar ventajas a través del soborno.
Paradójicamente (o no), el principal obstáculo que ha encontrado Johnson en su investigación ha sido la misma agencia que debería ser la primera interesada en que todo este sucio asunto saliera a la luz, el FBI, que últimamente parece más interesado en tapar delitos que en investigarlos y llevarlos a la Justicia. “Desafortunadamente, ya no se puede confiar en que el FBI investigue a Hunter Biden con integridad y una aplicación equitativa de la ley”, se queja Johnson, en referencia a informaciones procedentes de fuentes internas del FBI, que acusan a la poderosa Policía federal de diseñar “un plan del FBI para socavar la información negativa relacionada con Hunter Biden al sugerir falsamente que era desinformación”, escribió Grassley. “Si estas acusaciones son ciertas y precisas, el Departamento de Justicia y el FBI están, y han estado, institucionalmente corrompidos hasta el punto en que el Congreso de los Estados Unidos y el pueblo estadounidense no tendrán confianza en la aplicación equitativa de la ley”.
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