Por Oriana Rivas – Panampost.com
Un año y siete meses de prisión dictó la Justicia brasileña en contra del periodista Allan dos Santos, quien se encuentra en Estados Unidos debido a la persecución política e ideológica en el gigante sudamericano derivada de la «dictadura de la toga», como el presidente Jair Bolsonaro llama al Supremo Tribunal Federal (STF) que persigue a sus simpatizantes y figuras conservadoras.
Esta vez, la 1ª Sala Penal del Tribunal de Justicia del estado de Rio Grande aceptó condenar a Dos Santos en régimen abierto inicial por la demanda por calumnias hecha por la cineasta Estella Renner en 2018, a propósito de que Dos Santos la responsabilizó de destruir valores familiares y fomentar el uso de drogas en menores de edad.
Todo detonó debido a una exposición que exaltaba la «cultura queer«, la cual formó parte de los proyectos que manejaba la productora Maria Farinha Filmes, confundada por Renner. Dicha muestra, llamada «Queermuseu – Cartografías de la diferencia en el arte brasileño», que expuso temas de género y supuesta diversidad sexual, tuvo que ser suspendida incluso por acusaciones de hacer alusión a la pedofilia. La sede fue la ciudad de Porto Alegre, en el centro Santander Cultural en 2017.
Sin embargo y a pesar de las imágenes expuestas, como un Cristo con varios brazos o figuras de niños con frases impresas alusivas a la homosexualidad, el Tribunal de Justicia del estado de Rio Grande decidió condenar al periodista conservador porque «se atribuyó un hecho ofensivo a la reputación de la acusada», citó el portal G1.
Otras decisiones judiciales
El último año se convirtió para la justicia brasileña en el periodo idóneo para lanzar decisiones a diestra y siniestra sobre figuras conservadoras o para favorecer el contexto en torno a las ansias de Luiz Inácio Lula da Silva por hacerse de nuevo con la Presidencia.
Respecto a Allan Dos Santos, no es la primera vez que el sistema judicial brasileño apunta en su contra. A finales de 2021 el ministro del STF, Alexandre de Moraes, ordenó la prisión preventiva y pidió al Ministerio de Justicia iniciar el proceso de extradición por dos consultas en el STF. La primera fue la supuesta difusión de noticias falsas y ataques a ministros de la Corte y la segunda la promoción de una “milicia digital” para conspirar contra la democracia.
El periodista continúa exiliado en Estados Unidos, mientras su familia aún reside en Brasil. Recientemente, ofreció una entrevista al portal Veja, donde aseveró que la Corte Suprema destruye la vida de su familia al no permitirle cuidar de su hija con meningitis.
Por otro lado, el ministro Alexandre de Moraes ordenó hace pocos días eliminar publicaciones en redes sociales que vinculaban al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y al Partido de los Trabajadores (PT) con la mayor red criminal del país, el Primer Comando Capital (PCC). Los políticos bolsonaristas que se negaran al pedido serían multados.