
Traducido de Breitbart.com por TierraPura.com
El sábado, una caótica pelea en una fila de racionamiento para comprar pollo dio lugar a que funcionarios de la seguridad del Estado cubano maltrataran a civiles y dejó hospitalizada a una mujer embarazada que, al parecer, se desmayó en el lugar.
Los informes iniciales culparon a los funcionarios de la policía cubana de golpear a la mujer, una afirmación que el Partido Comunista rechazó abiertamente, publicando un vídeo que parece mostrar a individuos vestidos de civil atacándola.
La policía cubana suele ir encubierta y el Partido Comunista suele animar a los civiles afines al régimen a ejercer la violencia contra los presuntos disidentes.
La mujer embarazada en cuestión, identificada posteriormente como Ayamey González Váldes, no tiene ningún historial conocido de participación en actos de disidencia política.
El incidente ocurrió en La Habana apenas dos días después de que estallara una protesta en la capital después de que una madre y sus dos hijas bloquearan el tráfico con sus pertenencias para protestar por su reciente desalojo.
Esa misma noche, una multitud que se calcula que atrajo a cientos de personas se reunió en el extremo occidental de Pinar del Río para protestar por los prolongados apagones, que se han convertido en algo habitual en la isla.
La brutalidad policial ha aumentado significativamente en el último año después de que los civiles cubanos salieran a la calle por decenas de miles el 11 de julio de 2021 para exigir el fin del comunismo.
Las protestas, las mayores desde al menos 2003, llevaron al régimen castrista a orquestar redadas puerta a puerta en busca de presuntos disidentes, sacando violentamente a las personas de sus casas y, en ocasiones, golpeándolas y disparándoles en sus residencias delante de sus familias.
El primer día de la protesta, el “presidente” títere Miguel Díaz-Canel emitió lo que describió como una “orden de combate” en la televisión, instando a los simpatizantes comunistas a agredir brutalmente a los sospechosos de protestar con cualquier cosa que pudieran convertir en un arma en casa.
“Tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentarse a la Revolución y nosotros estamos dispuestos a todo y estaremos en la calle combatiendo”, dijo Díaz-Canel.
El incidente en el que se vio envuelto González no parece haber comenzado como una cuestión política. Los cubanos se ven obligados habitualmente a esperar durante horas en condiciones de calor extremo para conseguir alimentos básicos como arroz, pan y pollo, y a menudo se llevan a casa productos rancios o incomestibles.
El Partido Comunista controla los suministros de alimentos de la nación y exige a los ciudadanos que utilicen una libreta de racionamiento para obtener las necesidades básicas del hogar.
En enero, el régimen castrista anunció que no tenía papel para imprimir nuevas libretas de racionamiento y que utilizaría las libretas sobrantes marcadas como “2021” en el futuro inmediato.
En tal línea en Managua, un barrio del sector Arroyo Naranjo de La Habana, estalló el sábado una trifulca. Los informes procedentes de la isla no aclaran cómo comenzó la disputa ni cómo se involucró González, pero los informes de los grupos disidentes de la isla indican que los participantes dejaron de pelearse entre sí y se volvieron contra la policía después de que los agentes utilizaran una fuerza excesiva contra los que se cree que la iniciaron. Los relatos locales afirman que al menos uno de los participantes robó una porra de la policía y comenzó a utilizarla contra los agentes represores.
El sitio de noticias argentino Infobae, citando informes locales, informó de que los agentes del régimen castrista utilizaron gases lacrimógenos y blandieron armas contra los civiles, que parecían desarmados antes de robar supuestamente las porras de la policía.
Los vídeos de los enfrentamientos mostraron la interrupción de la lucha por parte de la policía uniformada, que comenzó a agredir brutalmente a los implicados.
Un joven con camiseta amarilla parecía especialmente agredido, empujado al suelo y golpeado por la policía, después de lo que parecía ser un intento de proteger a la mujer embarazada.
Gran parte del conflicto parece producirse entre policías uniformados y civiles en la línea de racionamiento, aunque, como la policía cubana suele emplear agentes encubiertos, no hay garantía de que los que no llevan uniforme no formen parte del aparato represivo del régimen castrista.
El fin de semana comenzaron a surgir rumores de que la mujer, que en ese momento aún no había sido identificada, había perdido a su bebé en la refriega.
Los agentes del régimen castrista publicaron otro vídeo del incidente que, según ellos, confirmaba que González se había desmayado en la reyerta y que, según los partidarios del régimen, exoneraba a la policía de la violencia ejercida contra la mujer embarazada.
En el vídeo, González lleva una camisa azul oscuro; un agente uniformado parece llevársela en brazos después de desmayarse. Múltiples informes indican que González se desmayó mientras intentaba evitar que su hermana, la mujer de rosa intenso, siguiera participando en la pelea.
El vídeo no muestra a los agentes empujando, dando puñetazos y patadas al joven, aún no identificado, de amarillo, que, según algunos informes en las redes sociales, intentaba proteger a González dado su visible estado de embarazo.
Los informes meteorológicos del sábado indican que el día fue soleado y que las temperaturas en La Habana alcanzaron los 87ºF, lo suficientemente alto como para causar un desmayo o un golpe de calor en una mujer embarazada si se expone y se esfuerza físicamente.
La autoridad sanitaria municipal de Arroyo Naranjo identificó a González en un comunicado en las redes sociales el lunes y afirmó que “ella y su futuro bebé están bien, los especialistas señalan que el monitor refleja una buena vitalidad en el feto”.
El comunicado también parecía incluir una cita de la propia González afirmando en primera persona: “Yo y mi bebé estamos bien”, pero la falta de comillas o de cualquier otro indicador no dejaba clara la intención de la declaración.
El incidente se produjo después de que la semana pasada salieran a la luz vídeos de Pinar del Río que mostraban a cientos de personas en las calles el jueves por la noche, coreando lemas como “¡abajo el comunismo!” y “¡tenemos hambre!”.
Esa misma noche, estalló una protesta de menor envergadura en La Habana después de que, al parecer, los vecinos salieran en defensa de una madre sin hogar después de que la policía la atacara por organizar una protesta unipersonal en medio de una calle principal.
La mujer tiró sus pertenencias en la calle y bloqueó el tráfico, lo que provocó una respuesta policial desmesurada; el incidente terminó en la madrugada del viernes y provocó un despliegue masivo de fuerzas represivas para contener cualquier otra protesta al día siguiente, según los vecinos.
Envía tu comentario
Últimas
