Fuente: La Derecha Diario
La ralentización de la economía china y la incipiente crisis en los mercados financieros del país comienzan a tener efectos reales en la población. Un total de 4 bancos en la Provincia de Henan dispusieron de un “corralito” contra sus clientes desde el pasado mes de abril, impidiendo que se puedan realizar retiros en efectivo.
Se trata de un profundo golpe al centro financiero de la Provincia, ubicado en la ciudad de Zhengzhou. El Banco Popular de China no brindó ningún tipo de disposición al respecto, y de hecho se especula con que realmente convalidó las medidas adoptadas para contener una corrida bancaria contra el corazón del sistema financiero de Henan.
Se estima que un monto total equivalente a los US$ 1.500 millones se encuentra virtualmente congelado en el sistema financiero de Henan, fuera del alcance de los cada vez más desesperados pequeños y medianos ahorristas.
Los medios oficialistas al régimen chino aseguran que las autoridades “están investigando a los bancos involucrados en la instrumentación del corralito”, pero lo cierto es que en un régimen político tan estricto como el chino, este nivel de pasividad no parece meramente casual.
Se generó un denso clima de tensión social en el cual grupos de manifestantes decidieron protestar frente a la sucursal del Banco Central chino en Zhengzhou, exigiendo algún tipo de respuesta. Esto resulta inédito en China, pues las protestas se dieron a pesar de que este tipo de prácticas son brutalmente reprimidas por el régimen socialista que rige el país.
La actividad económica de China está cada vez más rezagada, al mismo tiempo en que se producen hechos inéditos en el mercado financiero. Solamente en abril la actividad manufacturera cayó un 7% como resultado de la política sanitaria de Xi Jinping.
El nivel de ventas minoristas se desplomó un 3% en marzo y un 0,7% en abril, una cifra que resulta representativa del nivel de actividad económica general, dado el fuerte peso que tienen los servicios en el PBI chino (más del 56% del total).
La previsión de crecimiento para China es del 4,4% según el Fondo Monetario Internacional, aunque las previsiones privadas proyectan sólo un 4% anual. Todas las proyecciones de crecimiento se encuentran alejadas de la meta propuesta por el Partido Comunista, que pretendía alcanzar al menos un 5,5% anual al término de 2022.