Traducido de TheGatewayPundit.com por TierraPura.org
The Gateway Pundit ha informado ampliamente sobre el programa de pipas de crack gratuitas de Joe Biden.
Funcionarios negaron que esto estuviera ocurriendo a pesar de las pruebas de lo contrario.
Ahora, un nuevo informe del Daily Caller ha descubierto que las pipas de crack financiadas por Biden se reparten en una clínica de la ciudad de Nueva York justo enfrente de un centro de preescolar.
La clínica New York Harm Reduction Educators (NYHRE) está situada en Park y la 126 en East Harlem. La clínica recibió 400.000 dólares en subvenciones de la administración Biden para proporcionar servicios a los drogadictos de la zona, incluyendo un lugar de inyección seguro y equipos limpios.
Un reportero del Daily Caller acudió al NYHRE, momento en el que recibió «una pipa de crack, condones y lubricante» tras rellenar un poco de papeleo. El proceso fue repetido por un segundo reportero del medio de comunicación.
«Hagan lo que hagan, no pongan este tipo de centro justo enfrente de un preescolar», dijo un padre.
«Puede que les ayude a no tener sobredosis, pero cuando salen drogados, tenemos que lidiar con ellos, y no es algo a lo que quiera someter a mi hijo de 3 años», añadió otro.
En febrero, el gobierno de Biden negó que estuviera dando subvenciones para financiar la distribución de pipas de crack, tras un informe del Washington Free Beacon que expuso la práctica.
«No se utilizará ninguna financiación federal, ni directamente ni a través de reembolsos posteriores, para colocar pipas en kits de fumadores seguros», dijo el secretario del HHS, Xavier Becerra, en un comunicado.
La ex secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, condenó la «información inexacta» del Free Beacon en febrero y volvió a negar que la administración estuviera distribuyendo pipas de crack.
Los servicios de verificación de hechos señalaron que el artículo del Free Beacon era parcialmente engañoso, basándose principalmente en las rotundas desmentidas de los funcionarios de Biden.
Pero cuando los reporteros entraron a la clínica New York Harm Reduction Educators, fueron testigos de «individuos fumando e inyectándose diversas sustancias».
