Traducido de BreitBart.com por TierraPura.org 

El presidente de la Liga Católica, Bill Donohue, dijo el miércoles que la nueva política del presidente Joe Biden para los jóvenes transgénero los expone a graves riesgos para la salud y constituye un “abuso infantil”.

“Por primera vez en la historia de Estados Unidos, tenemos un presidente que defiende la causa del abuso infantil”, escribió el Dr. Donohue en referencia a la orden ejecutiva del presidente del 15 de junio que busca contrarrestar la legislación estatal que prohíbe la terapia hormonal y los bloqueadores de la pubertad para los niños que sufren disforia de género, entre otras cosas.

La orden ejecutiva describe estas leyes estatales como “ataques legislativos dañinos y discriminatorios contra los niños, los jóvenes y las familias LGBTQI+” y ordena al Secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS) que utilice las autoridades del departamento “para proteger el acceso de las personas LGBTQI+ a la atención médicamente necesaria de las leyes y prácticas estatales y locales dañinas”.

“En el clásico doble lenguaje orwelliano, la Casa Blanca dice que Biden está tomando múltiples acciones para ‘proteger a los niños en toda América'”, escribió Donohue, argumentando que la política de Biden está exponiendo a estos niños a graves riesgos médicos.

Donohue cita un importante estudio sueco que descubrió que en el transcurso de un período de 30 años, de 1973 a 2003, los individuos que se habían sometido a una cirugía de reasignación de sexo tenían “riesgos considerablemente más altos de mortalidad, comportamiento suicida y morbilidad psiquiátrica que la población general”.

“La tasa de suicidio entre los que se someten a la cirugía para cambiar de sexo es 20 veces mayor que la de los que no lo hacen”, continuó Donohue, mientras que otro estudio descubrió que los menores que hacen la “transición” al sexo opuesto sin el consentimiento de los padres están asociados a un “mayor riesgo de suicidio”.

“Debe haber una moratoria nacional sobre la perniciosa práctica de permitir que los niños cambien el sexo asignado por la naturaleza”, propuso Donohue como alternativa al activismo ejecutivo destinado a obligar a los estados a aceptar prácticas médicas peligrosas para los niños.

La advertencia de Donohue se hace eco de las del Colegio Americano de Pediatras (ACP), que publicó un documento en 2016 en el que señalaba que el uso de hormonas que bloquean la pubertad es excesivamente peligroso y conlleva graves riesgos para la salud, como “presión arterial alta, coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares y cáncer”. Además, las tasas de suicidio “son veinte veces mayores entre los adultos que utilizan hormonas de sexo cruzado y se someten a una cirugía de reasignación de sexo”, añadían los autores.

Condicionar a los niños para que crean que una vida de suplantación química y quirúrgica del sexo opuesto es normal y saludable es “abuso infantil”, declararon los médicos.

En el ensayo del miércoles, Donohue advirtió que los adultos que aconsejan a los niños que se planteen cambiar de sexo o que facilitan la cirugía de reasignación de sexo -con bloqueadores hormonales y mutilación genital- “son una amenaza para su bienestar psicológico y fisiológico. Esto es abuso infantil”.

“Sorprendentemente, el presidente Biden está liderando el camino”, concluyó.

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