Por Eduardo Zalovich – elamerican.com

Una enorme cantidad de documentos sobre la represión en los “campos educativos” uigures se difundió masivamente estos días. El tema llevó a Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los DD. HH., a volar a China para analizar los hechos. Datos obtenidos en archivos policiales confirmaron la cruel represión a este grupo étnico. Fueron publicados por 13 medios periodísticos de 10 diferentes países. 

Xi Jinping criticó la “arrogancia” de la expresidenta chilena, expresado malestar por su presencia. El dictador se refirió a ella con desprecio por asumir, según él, atribuciones que no le corresponden. Advirtió que ningún país puede decirle a otro cómo defender los DD. HH. La misión de la ONU, que estuvo hasta el viernes en el gigante asiático para informarse, no logró nada. Intentó lograr testimonios sobre la situación en la provincia de Xinjiang, pero su libertad de movimiento fue mínima. 

El descubrimiento se debe principalmente a Adrian Zenz, un antropólogo alemán, hoy convertido en objetivo principal de la propaganda difamatoria roja. Vive en Minnesota desde 2019. Zenz está detrás de los “Archivos policiales de Xinjiang”, las últimas revelaciones publicadas sobre la maquinaria represiva en la región, donde viven los uigures. Es un especialista en el Tíbet, al que ha dedicado la mayor parte de su trabajo. En la época en que estudiaba esa zona, el hombre fuerte era Chen Quanguo, quien practicó brutales técnicas de “pacificación”. Cuando el funcionario fue trasladado a Xinjiang (2016), Zenz decidió enfocarse en esa provincia.  

Es la primera vez que se obtienen de modo privado documentos auténticos, que presentan al aparato policial chino sin ningún filtro. Se accedió a miles de informes que incluyen discursos de Chen, secretario del PCC para Xinjiang, así como informes secretos sobre los presos. El propio Xi Jinping quiere construir nuevos campamentos, pues los existentes están superpoblados. Los archivos muestran que la paranoia sobre la supuesta amenaza terrorista es compartida desde la cúpula hasta la base. Como es imposible hacer trabajo de campo, el análisis de datos en línea es la mejor forma de averiguar lo que ocurre.  

Los archivos contienen 5,000 fotos de presos entre 3 y 90 años, donde se ven niños enviados a los campos. Este gigantesco archivo es la culminación de un monumental esfuerzo realizado durante años. La filtración masiva produjo miles de datos que demuestran que los campos de “reeducación” son, de hecho, campos de concentración. Apareció una cantidad asombrosa de información: imágenes de detenidos, 300,000 registros personales y 23,000 nombres de condenados e instrucciones policiales. Toda la imagen interior quedó expuesta, revelándose además que Chen dio órdenes de disparar a matar. 

 Pruebas indiscutibles 

Las evidencias obligaron a Pekín a reaccionar. No negaron todo, pero describieron los campos como centros de enseñanza y entrenamiento. La información se organizó y se hizo accesible en www.xinjiangpolicefiles.org. Horas después, el sitio web fue bloqueado. Los archivos fueron autenticados por el Journal of the European Association for Chinese Studies (JEACS) el 24 de mayo.

Según los cálculos, un 12 % de la población adulta uigur estuvo o está aún en campamentos y prisiones. La evidencia muestra el trabajo forzoso, límites a la libertad religiosa, separación de familias, control forzado de natalidad y encarcelamiento masivo. En marzo pasado, Estados Unidos, Europa, Reino Unido y Canadá ya habían sancionado a funcionarios chinos por la represión, un gesto que provocó la reacción inmediata de Pekín, que sancionó a su vez a legisladores y académicos europeos. Fueron las primeras medidas que el bloque adoptó desde la sangrienta represión en la Plaza Tiananmen, en 1989. 

China ha sido acusada de cometer “crímenes contra la humanidad” por la Asamblea Nacional francesa. La canciller británica, Liz Trussdeclaró que “han surgido más detalles impactantes de las violaciones de derechos humanos en Xinjiang, que se suman a la ya extensa evidencia… testimonios de primera mano, imágenes satelitales y visitas de nuestros propios diplomáticos a la región”. 

Resta ver si la información afectará las relaciones exteriores de China. Muchos países calibran cuidadosamente —es inevitable— su actitud para no enfrentar a la potencia asiática. Como explicó en otro contexto el estadista uruguayo —dos veces presidente— Julio Sanguinetti, en política se debe actuar “con la mente fría y el corazón caliente”. Parece prácticamente imposible que China rinda cuentas. Salvo que el régimen colapse y se instale una democracia. Lástima que este ideal no se vislumbra en el horizonte.

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
1 Comentario
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas