Traducido de BreitBart.com por TierraPura.org

El Régimen Chino fue elegido el viernes para formar parte del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), a pesar de que el Partido Comunista Chino dio información falsa a la O.M.S. durante el brote de coronavirus de Wuhan, obstruyeron las investigaciones sobre el origen del coronavirus y persiguieron a los médicos chinos que trataron de alertar a tiempo sobre la plaga que iba a asolar el mundo.

El director ejecutivo de U.N. Watch, Hillel Neuer, se mostró asombrado y horrorizado por el hecho de que el Régimen del Partido comunista chino (PCCh) pudiera ocupar un puesto ejecutivo en la agencia sanitaria de las Naciones Unidas, sin que aparentemente los países miembros del mundo libre pusieran objeciones:

https://twitter.com/HillelNeuer/status/1530206001688870921

En el exterior del campus de la UCLA en Westwood (California), el 15 de febrero de 2020, se ve un monumento en memoria del Dr. Li Wenliang, que fue el denunciante del coronavirus Covid-19, originado en Wuhan (China) y que causó la muerte del médico en esa ciudad.

Era un médico de Wuhan que fue brutalmente silenciado por el Partido Comunista Chino cuando intentó advertir a otros médicos sobre una enfermedad respiratoria parecida al SARS que se extendía rápidamente por su ciudad. Su muerte a la edad de 34 años en febrero de 2020, supuestamente a causa de una infección por el coronavirus chino, desató la indignación en China y en todo el mundo.

Como señaló Neuer, la semana pasada no ha sido precisamente un triunfo para las Naciones Unidas. Además del ascenso del Régimen Chinp al Consejo Ejecutivo de la O.M.S., los países que apoyan el terrorismo obligaron a la Asamblea Mundial de la Salud de la O.M.S. a condenar a Israel como un riesgo sanitario único.

También durante la semana pasada, Corea del Norte, un estado nuclear sin escrúpulos, asumió la presidencia de la Conferencia de Desarme de la ONU, y la Comisaria de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dio a Beijing un golpe de propaganda al no investigar ni condenar el genocidio uigur durante su visita al Turkestán Oriental ocupado, la región que China denomina Xinjiang.

El columnista Ross Clark, del Spectator, señaló el sábado que la junta ejecutiva de la O.M.S. está ahora “repleta de pequeños países, muchos de ellos con un pésimo historial en materia de derechos humanos, que no se atreverán a desafiar al Partido Comunista Chino o que no tendrán la influencia política para hacerlo”. 

Clark argumentó que la elección del Régimen Chino para la junta ejecutiva era una prueba más de que la O.M.S. ha “perdido toda credibilidad”, incluso cuando la administración Biden está tratando de dar a la organización más influencia y autoridad.

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