Fuente: La Derecha Diario
El dictador chavista Nicolás Maduro participó en un programa radial, obviamente estatal y alineada al régimen, donde aseguró que inició los trámites para pedir la VISA norteamericana que le permitiría asistir a un festival de salsa en la ciudad de Nueva York.
“Nos vamos Cilia y yo, directo a Nueva York. Me esperan en Nueva York. A mí me gusta mucho Nueva York, he manejado muchísimo en Nueva York”, dijo el dictador quien antes de dedicarse a la política fue colectivero.
Pese a su acostumbrado discurso antimperialista y en contra del “demonio”, como su antecesor Hugo Chávez apodó a Estados Unidos, dijo que siente “amor” por el país más rico del mundo.
“Mi saludo a toda la gente de los Estados Unidos de Norteamérica”, afirmó Maduro y agregó: “Amamos a los Estados Unidos de Norteamérica, por Estados Unidos lo que tenemos es amor”.
Maduro aseguró que conoce a fondo los barrios de la Gran Manzana. “En el sur de Nueva York queda la Pequeña Italia, ahí venden unos espaguetis mundiales. Y el Barrio Chino, Manhattan, el barrio puertorriqueño y el barrio dominicano. Ahí me la pasaba yo en las calles de Nueva York“, aseguró.
No hay registro de que Maduro haya vivido en Nueva York o que haya trabajado allí de colectivero. Durante toda su carrera política aseguró que siempre fue un “pobre conductor de colectivos” que fue levantado de la miseria por el chavismo.
No quedó claro si lo dijo en tono humorístico o si realmente vivió en Manhattan, lo cual desmentiría todo el relato chavista sobre sus principales políticos. Es altamente probable que sus dichos hayan sido irónicos, especialmente teniendo en cuenta que el festival al que se refiere es el Festival de Salsa Boricua, que coincide en fecha con la Cumbre de las Américas de este año, prevista para el 6 de junio.
Hay una larga discusión interna en el gobierno de Joe Biden sobre invitar a Maduro a la Cumbre de las Américas que se realizará en Los Ángeles en junio. Como ocurre hace ya muchos años, varios dictadores del continente no iban a estar invitados. Entre ellos el dictador venezolano Nicolás Maduro, el dictador cubano Miguel Díaz-Canel y el dictador nicaragüense Daniel Ortega.
Sin embargo, el reciente acercamiento entre la Casa Blanca y el Palacio de Miraflores ha cambiado el panorama. Biden está intentando desesperadamente conseguir que Venezuela aumente su producción de petróleo para expandir la oferta y lograr bajar los precios de los combustibles antes de las elecciones de medio término de noviembre.
Por su parte, Maduro pidió que Estados Unidos quite las sanciones contra las empresas estatales venezolanas, además de las sanciones contra los principales líderes del chavismo, lo cual le permitiría viajar sin restricciones al país.
Actualmente, sobre Maduro pesa una orden de captura de un tribunal federal neoyorquino y prácticamente no puede salir de Venezuela bajo riesgo de que la Interpol lo arreste. Pero esto podría cambiar pronto.