Por María C. Caminos – Vision Times en Español
El Ministerio de Agricultura de la Nación completó este miércoles 11 de mayo la aprobación del «trigo HB4», el primer trigo transgénico del mundo, según el boletín oficial. Además aprobaron su siembra.
El nuevo evento -el cual es tolerante a la sequía- podrá contaminar al trigo convencional e implica el uso del herbicida glufosinato de amonio, un herbicida más tóxico que el glifosato. Además -mediante todos los derivados de la harina- estará en los alimentos de los argentinos, según advierte la Agencia Tierra Viva.
La decisión del Gobierno ignora el reclamo de organizaciones sociales y campesinas y de miles de científicos que exigieron detener el avance de este evento transgénico.
Estos grupos denuncian que la aprobación no fue transparente y que es opuesta a las medidas solicitadas por la Fiscalía Federal y la Defensoría Pública Oficial, que pidieron al Poder Judicial suspender la aprobación de inmediato.
Asimismo advierten que el mecanismo por el cual se autorizó el transgénico viola la Ley General del Ambiente y el artículo 41 de la Constitución Nacional, entre otras normas de protección de la salud y el ambiente.
Productores agroecológicos de la provincia de Buenos Aires -que ya habían presentado un recurso de amparo para suspender el trigo transgénico- adelantaron que volverán a presentar medidas tanto en la justicia provincial como federal.
Trigo transgénico desaprobado por la cadena triguera
Pero no solo el rechazo viene por el lado ambiental, sino también comercial. Las cámaras de productores y exportadores de cereales se oponen al trigo HB4.
Este no tiene el aval de la cadena triguera, ya que advierten que el mismo podría derivar en en la pérdida de mercados para el cereal argentino, cuyas exportaciones tienen como principal destino Brasil, según reportó Infobae.
“Esta norma provoca un enorme riesgo comercial, dado que los países que nos compran no aceptan HB4”, sostuvo el Centro de Exportadores de Cereales en un comunicado difundido apenas se conoció la aprobación.
“Las consecuencias económicas de eventuales pérdidas de mercado recaerán sobre el Ministerio (de Agricultura) y la empresa desarrolladora (Bioceres)», advirtieron.
Bioceres -la empresa que desarrollará el trigo transgénico- es una empresa argentina de biotecnología agropecuaria que cotiza en la bolsa de Nueva York. El 75% de sus ventas son nacionales, mientras que el resto se exporta a países de la región, como Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Colombia y del resto del mundo.
Argentina, que alguna vez fue llamada el “granero del mundo”, ahora tendría que llamarse “el granero transgénico del mundo”.
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