Fuente: BLes.com
Según el Wall Street Journal, las autoridades sanitarias de Shanghái han revelado un nuevo y agresivo plan de contención del COVID-19.
Según informa Bloomberg, el plan de acción de nueve puntos entró en vigor a partir del viernes 22 de abril. Las zonas de residencia se dividirán geográficamente en zonas restringidas, controladas y de prevención.
Las personas que residan en zonas restringidas donde se hayan producido casos del virus en los últimos siete días deberán permanecer en casa. Los que vivan en zonas controladas en las que no haya habido casos del virus durante siete días seguidos se limitarán a sus recintos.
Los residentes de las zonas de prevención pueden salir de sus recintos, pero no pueden acceder a las zonas restringidas y controladas.
Dependiendo de las zonas en las que vivan los residentes, se llevarán a cabo más pruebas masivas de núcleos y antígenos rápidos diariamente, o 3 o 4 días por semana.
Según el Wall Street Journal, Shanghái añadirá más camas de hospital de cuarentena y trasladará a los pacientes con COVID y sus contactos cercanos a centros de cuarentena.
Las autoridades de Shanghái pidieron a los pacientes infectados que utilizaran los medicamentos tradicionales chinos, sin especificar otros tratamientos.
Sin embargo, Bloomberg informó el 23 de abril que los casos de COVID en Shanghái han repuntado mientras persiste el confinamiento estricto.
El último informe de la Comisión de Salud de Shanghái mostraba unos 2.700 casos con síntomas y 23.370 pacientes sin síntomas. El viernes 22 de abril se registraron 23.370 nuevos contagios locales, frente a los 17.629 mil casos del jueves.
Además, el número de muertes aumentó a 12 el 22 de abril, frente a las 11 del día anterior. Según el informe de la Comisión de Salud de Shanghái, el número total de víctimas mortales del actual brote es de 48.
Bloomberg citó a las autoridades de Shanghái diciendo que la situación de la epidemia sigue siendo muy grave. Por ello, las labores de prevención y control se encuentran en un momento crítico.
Shanghái ha permanecido cerrada durante cuatro semanas desde el 1 de abril. Las restricciones derivadas de la estricta política han provocado la frustración de los residentes debido al limitado acceso a los suministros de alimentos, al tratamiento médico y a otras necesidades.
John Edwards, Comisario de Comercio del Reino Unido en China, dijo: “Cuanto más tiempo pase, las frustraciones siguen aumentando”.
Además, los expatriados y las empresas mundiales están huyendo de Shanghái debido a la crisis.
Según Edwards, las empresas británicas están retrasando sus decisiones de inversión en China.
Y añadió: “La incertidumbre sobre cuánto tiempo continuará esto, y de qué forma, sigue afectando a la confianza empresarial”.