Fuente: Derecha Diario
Como indicaban todas las encuestas, el presidente Emmanuel Macron se impone en las elecciones generales francesas, pero deberá ir a una segunda vuelta contra la derechista Marine Le Pen, en lo que será una reiteración del ballotage del 2017.
Al 84% escrutado, Emmanuel Macron se impone con el 27,4% de los votos, Marine Le Pen le sigue con el 25,4% y en tercer lugar se ubica el comunista Jean-Luc Melénchon, con el 20%.
En cuarto lugar con 6,9% quedó el derechista Éric Zemmour, quien en algún momento llegó a sondear en segundo puesto pero finalmente terminó perdiendo la pulseada por el voto de la derecha con Le Pen.
Más abajo quedó Valérie Pécresse, con el 4,7% de los votos. La candidata de Los Republicanos registró la peor elección de la historia del partido, que llegó a gobernar múltiples veces Francia y, junto al Partido Socialista, manejaron los hilos de la política francesa por décadas.
El ecologista Yannick Jadot obtuvo el 4,3% de los votos, el soberanista Jean Lassalle obtuvo el 3,5% de los votos, el comunista Fabien Roussel obtuvo el 2,4% de los votos, y el derechista Nicolas Dupont-Aignan obutvo el 2,2% de los votos.
Prácticamente en último lugar, la alcaldesa de París y líder del histórico Partido Socialista, Anne Hidalgo, obtuvo 1,8% de los votos y también hizo la peor elección de la historia del tradicional partido francés.
Los también comunistas, Philippe Poutou (Partido Anticapitalista) y Nathalie Arthaud (Partido Obrero) obtuvieron 0,8% y 0,6% respectivamente.
Los resultados son prácticamente iguales por sectores a las últimas elecciones. Las formaciones del centro a la derecha obtuvieron un poco más del 40%, el centro, representado únicamente por Macron, obtuvo aproximadamente el 30%, y la izquierda un poco menos del 30%.
En 2017, para el ballotage Macron consiguió el apoyo de Los Republicanos, del Partido Socialista y hasta del comunista Melénchon, y terminó arrasando en segunda vuelta. Se impuso por el 66% de los votos, y Le Pen, como le ocurrió a su padre, generó que todos los demás partidos se unieran en su contra.
Pero tras cuatro años desastrosos de Macron, el panorama es muy diferente. La izquierda no tiene la misma predisposición de apoyar al ex banquero. Melénchon particularmente, fue uno de los principales promotores de las manifestaciones de los chalecos amarillos, que mantuvieron la protestas constantes durante tres años contra el gobierno.
El propio Melénchon volvió a decir lo mismo que dijo en 2017, que “ni un voto nuestro debe ir hacia Le Pen” tras conocerse los resultados. Pero todo indica que esta vez su base de votantes no le va a hacer caso, y va a votar por Le Pen o se va a abstener, lo cual también beneficia a la derechista.
Además, a diferencia del 2017 cuando todo el voto de la centroderecha estaba con François Fillon, quien llamó a votar por Macron, esta vez está repartido entre Pécresse y Zemmour. Es sensato pensar que los votos de Zemmour irán íntegramente a Le Pen, y una parte de los de Pécresse también.
Esto la deja a Le Pen con una base de por lo menos el 40% de los votos, que con abstenciones y algunos votos de la extrema izquierda que quiera votar en contra del establishment (que está con Macron), puede convertirse entre 45 y 50 puntos.
Las últimas encuestas, especialmente la de Harris Interactive que viene siendo la más acertada hasta el momento, muestra a Le Pen perdiendo el ballotage pero por tan solo 3 puntos, una diferencia abismal comparado con 2017, cuando perdió por 30.
Según esta encuesta, Macron se impondría con el 51,5% de los votos contra el 48,5% de Le Pen, una diferencia que entra en el márgen de error de la encuestadora, que es 3,1% según su ficha técnica.