Traducido de www.DailyMail.co.uk por TierraPura.org
El Dr. Anthony Fauci, zar de los coronavirus en EE.UU., silenció cualquier debate sobre la posibilidad de que el COVID fuera causado por una fuga de laboratorio -y no por la transmisión de animales a humanos- tras ayudar a un controvertido científico a obtener millones de fondos federales para estudiar a los murciélagos, según ha revelado una investigación de Vanity Fair.
Analizando más de 100.000 documentos filtrados, la revista afirma que la aprobación de Fauci a Peter Daszak ayudó a su organización sin ánimo de lucro, EcoHealth Alliance, dedicada a proteger a la sociedad de las enfermedades infecciosas emergentes, a desarrollar el virus COVID-19 en un laboratorio de China.
También afirman que los investigadores asociados al Instituto de Virología de Wuhan, incluido Daszak, trataron de ocultar las pruebas sobre la propagación temprana de la pandemia a medida que empezaban a surgir las hipótesis de filtración en el laboratorio.
Aunque el informe no es concluyente en cuanto a cómo se inició la pandemia, la revista aporta pruebas de que Daszak era consciente de que la investigación de ganancia de función que realizaba su organización era “arriesgada” y de que no proporcionó transparencia sobre sus proyectos al gobierno estadounidense, como había prometido.
Transcurridos más de dos años de la pandemia mundial, los investigadores siguen tratando de rastrear el origen del virus COVID-19 que ha matado a más de 22 millones de personas en todo el mundo.
Algunos alegan que Fauci, cuya agencia concedió en 2014 una subvención de 3,7 millones de dólares a EcoHealth Alliance, contribuyó directamente a la propagación de la pandemia al proporcionar fondos que se utilizaron para apoyar la investigación de ganancia de función en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV).
EcoHealth concedió a WIV cerca de 600.000 dólares en subvenciones secundarias antes de que los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) suspendieran la subvención en julio de 2020 debido a su controvertido trabajo, informó Vanity Fair.
La revista -que revisó más de 100.000 documentos internos de EcoHealth anteriores a la pandemia, entrevistó a cinco antiguos miembros del personal y habló con otras 33 fuentes- afirma que, aunque el rastro de papel de la organización no indica específicamente de dónde procedía COVID, muestra cómo la organización sin ánimo de lucro operaba bajo “turbios acuerdos de subvención, una supervisión endeble y la búsqueda de fondos gubernamentales para el avance científico, en parte lanzando investigaciones de riesgo muy creciente”.
Existen múltiples teorías en torno a la aparición del COVID: los defensores del origen natural sostienen que el virus saltó de un murciélago a una especie intermedia y luego infectó a los humanos.
Otros sospechan que se trata de un incidente relacionado con el laboratorio, desde la “exposición inadvertida de un científico durante una investigación de campo hasta la liberación accidental de una cepa natural o manipulada durante el trabajo de laboratorio”, afirma la revista.
Al parecer, hay una “falta de pruebas concretas” que respalden cualquiera de las dos teorías, lo que ha llevado a periodistas, científicos y otros detectives a poner en tela de juicio a Daszak, a EcoHealth y a los investigadores del WIV por el trabajo en el laboratorio, así como a Fauci por suministrar indirectamente fondos del gobierno estadounidense a la instalación.
En junio de 2021, el biólogo Jesse D. Bloom -al que sus colegas alegan que quería “profundizar y descubrir la verdad” sobre cómo evolucionó el COVID- se enfrentó a Fauci proporcionándole una preimpresión de un artículo que pretendía que fuera revisado y publicado por pares.
El documento de Bloom, que fue obtenido por Vanity Fair, detallaba cómo una de las primeras secuencias genómicas del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, había “desaparecido de alguna manera sin dejar rastro”.
El biólogo afirma que las secuencias genómicas se publicaron inicialmente en un artículo chino, pero que desde entonces se habían eliminado de las bases de datos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) a “petición de los investigadores de Wuhan”.
Bloom, alegando que las secuencias genómicas eliminadas podrían ser “clave para rastrear cuándo surgió el virus y cómo podría haber evolucionado”, creía que la desaparición de las secuencias “planteaba la posibilidad” de que el gobierno chino estuviera tratando de encubrir pruebas sobre la propagación temprana del COVID.
Tras recibir la preimpresión del artículo de Bloom, Fauci y su jefe, el director de los NIH Francis Collins, supuestamente organizaron una reunión de Zoom con el biólogo para discutir sus hallazgos.
Otros cuatro científicos, el biólogo Kristian Andersen y el virólogo Robert Garry, invitados por los NIH, y los biólogos Sergei Pond y Rasmus Nielsen, invitados por Bloom, asistieron a la convocatoria.
Después de presentar su investigación, Bloom afirma que Andersen intervino afirmando que su preimpresión era “profundamente preocupante”.
Al parecer, Andersen dijo que la política de los NIH autorizaba a los científicos chinos a eliminar sus secuencias de la base de datos si así lo deseaban y que “no era ético que Bloom siguiera analizándolas”.
También habría afirmado que “no había nada inusual en las primeras secuencias genómicas de Wuhan”, lo que provocó una acalorada discusión entre Andersen y Nielsen.
Fauci intervino entonces, objetando la descripción del preimpreso de que los científicos chinos habían suprimido “subrepticiamente” las secuencias”, declaró Vanity Fair, afirmando que el inmunólogo dijo: “La palabra estaba cargada y la razón por la que habían pedido las supresiones era desconocida”.
Mientras más científicos pedían transparencia sobre el origen del virus, Daszak intentaba “presentar la hipótesis de la filtración en el laboratorio como una teoría conspirativa infundada y destructiva”.
Del mismo modo, Fauci, Andersen, Garry y un pequeño grupo de científicos habrían mantenido discusiones confidenciales, que se remontan a febrero de 2020, trabajando para “consagrar la teoría del origen natural” a pesar de que “varios de ellos expresaron en privado que consideraban más probable un incidente relacionado con el laboratorio”.
Por aquel entonces, el director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, el Dr. Robert Redfield, supuestamente instó a Fauci a ‘investigar enérgicamente’ ambas hipótesis.
Tuvimos que tomar la hipótesis de la fuga de laboratorio con extrema seriedad”, dijo a la revista, añadiendo: Personalmente, consideré que no era biológicamente plausible que [el CoV-2 del SARS] pasara de los murciélagos a los humanos a través de un animal intermedio y se convirtiera en uno de los virus más infecciosos para los humanos”.
Redfield afirma que tras sugerir el apoyo a la investigación de ambas teorías fue excluido de las discusiones posteriores sobre el origen del virus.
Su objetivo era tener un único relato”, dijo sobre Fauci y su equipo.
Otros investigadores afirman que Daszak intentó ocultar información sobre la génesis del COVID, argumentando que “se negó rotundamente a compartir los informes de progreso de su controvertida beca de investigación”.
El presidente de EcoHealth fue incluso destituido de un grupo de trabajo que investigaba el asentamiento del virus por no haber revelado sus conocimientos sobre el tema.
‘[Daszak] y los NIH han actuado mal’, declaró a Vanity Fair el Dr. Jeffrey Sachs, economista de la Universidad de Columbia, que despidió a Daszak del grupo de trabajo. ‘Ha habido falta de transparencia… y hay mucho más que saber ‘.
Sachs argumentó que los NIH deberían apoyar una ‘investigación científica independiente’ para examinar el ‘posible papel’ que los NIH, EcoHealth, WIV y un laboratorio asociado de la Universidad de Carolina del Norte tuvieron en la pandemia.
‘Ambas hipótesis están todavía muy presentes y deben ser investigadas seria y científicamente’, declaró.
Daszak también ha sido acusado de ser implacable en su empeño por obtener el dinero de las subvenciones del NIH de Fauci para la investigación de EcoHealth.
Invitaba a Fauci a los eventos de EcoHealth, que se describían en las invitaciones como “educativos”, a pesar de que los responsables de la organización se referían a ellos como “eventos de cultivo” en los que debían establecer contactos con “posibles financiadores federales”.
El grupo gastaría aproximadamente 8.000 dólares en cada evento de “cultivo”.
Este tipo de eventos es habitual en muchas organizaciones no gubernamentales y sin ánimo de lucro, que dependen de donantes públicos y privados para recibir apoyo”, dijo Daszak a la revista, defendiendo las fiestas.
Daszak también alabó repetidamente a Fauci, solicitando que sirviera como “orador de panel” en eventos selectos de EcoHealth.
En septiembre de 2013, Daszak habría enviado un correo electrónico a David Morens, asesor principal de Facui, solicitando su participación en un panel.
Según Vanity Fair, Morens respondió: “Escribe directamente a Tony, agradeciéndole que se haya reunido con todos vosotros recientemente y luego invitándole a formar parte de este debate del Cosmos Club. De esta manera, es personal y no parece “cocinado” por nosotros’.
Aunque Fauci declinó esa invitación, junto con otras más, Daszak se mantuvo firme en su persecución del líder sanitario y su financiación federal.
Morens, aparentemente tratando de ayudar a Daszak en su misión, le dijo al líder de Ecosalud en febrero de 2016: ‘Fauci “normalmente dice que no a casi todo esto”. A menos que ABC, NBC, CBS y Fox estén allí con las cámaras en marcha. Si se le pidiera que diera la charla principal o la única charla, eso podría aumentar las posibilidades.”‘
Según el consejo de Morens, Daszak invitó a Fauci a dar una presentación sobre el virus del Zika en marzo de 2016, que aceptó, asegurando las confirmaciones de asistencia entre los invitados de una “serie de agencias federales con mucho dinero”.
Sin embargo, la persistencia de Daszak en traer a Fauci a su mesa, no es el único acto que suscita preocupación entre los detectives científicos.
Su subvención de 3,7 millones de dólares fue recibida por primera vez con alarmas en mayo de 2016, cuando entraba en su tercer año. Al parecer, no había proporcionado al NIH su informe de progreso anual del segundo año, como exige la organización.
Cuando por fin llegó el informe, indicaba que los científicos querían “crear un clon infeccioso del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS)” a pesar de la “moratoria impuesta por la administración Obama sobre la nueva financiación federal para la investigación que podría hacer que los virus de la gripe, el MERS o el SARS fueran más virulentos o transmisibles”.
Los investigadores de Daszak alegaron que las “quimeras similares al SARS” de su experimento de ganancia de función “estaban exentas de la moratoria, porque las cepas utilizadas no se conocían previamente por infectar a los humanos”.
Sin embargo, algunos investigadores argumentaron que el experimento de Daszak seguía siendo demasiado arriesgado, lo que le llevó a ofrecer al NIH un compromiso.
Si alguna de las cepas recombinadas mostraba un crecimiento 10 veces mayor que el de un virus natural, “detendremos inmediatamente: i) todos los experimentos con el mutante, ii) informaremos a nuestro responsable del programa del NIAID y al Comité de Bioseguridad Institucional de la UNC de estos resultados y iii) participaremos en los árboles de toma de decisiones para decidir los caminos apropiados a seguir”, dijo al parecer,
La mención del UNC “provocó una respuesta desconcertante” de los NIH, que citaron que la propuesta de Daszak indicaba que la investigación se llevaría a cabo en el WIV de China.
¿Puede aclarar dónde se realizará realmente el trabajo con los virus quiméricos?”, escribió el funcionario del programa de los NIH a Daszak.
Casi dos semanas después, tras una segunda petición de aclaración, Daszak respondió: “Tiene razón al identificar un error en nuestra carta. La UNC no supervisa el trabajo de las quimeras, que se llevará a cabo en el Instituto de Virología de Wuhan….
Aclararemos esta noche con el profesor Zhengli Shi a quién se le notificará exactamente si vemos una replicación mejorada… tengo entendido que se me notificará inmediatamente, como investigador principal, y que entonces podré notificarlo al NIAID. Pido disculpas por el error”.
En julio, los NIH aceptaron las condiciones de Daszak bajo el acuerdo de “transparencia mutua” en el que ambas partes revelarían “los avances relativos a los virus construidos en el laboratorio”.
Esto es estupendo. Estamos muy contentos de saber que se ha levantado nuestra pausa en la financiación de la investigación Gain of Function”, respondió al funcionario de los NIH al recibir la aprobación.
Daszak volvió a estar bajo escrutinio en abril de 2020, cuando surgieron teorías sobre el origen de COVID.
Un periodista preguntó al entonces presidente Donald Trump durante una rueda de prensa sobre el COVID por qué el gobierno estadounidense apoyaba una subvención de 3,7 millones de dólares a un laboratorio chino.
Terminaremos esa subvención muy rápidamente”, respondió Trump, lo que provocó una pregunta de seguimiento, de otro reportero, dirigida a Fauci sobre si un laboratorio podía ser responsable de COVID.
Fauci, respondió, alegando que un ‘grupo de virólogos evolutivos altamente cualificados’ determinó que el virus era ‘totalmente consistente con un salto de especie de un animal a un humano’.
Al día siguiente, Daszak envió un correo electrónico a Fauci para darle las gracias por “defender públicamente y declarar que las pruebas científicas apoyan un origen natural del COVID-19 a partir de un salto de un murciélago a un ser humano, y no una liberación en el laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan”.
Fauci, al parecer, le devolvió el agradecimiento al científico.
Envía tu comentario
Últimas
