Traducido de riotimesonline.com por Tierrapura.org
China entra en los países como «buen samaritano», pero con demasiada frecuencia se convierte en un caballo de Troya. Yibuti, Tonga, las Maldivas, la República del Congo, Kirguistán, Camboya, Níger, Laos, Zambia, Samoa, Vanuatu y Mongolia son ejemplos de países que se han visto en problemas por culpa de la deuda china.
Considerado el proyecto de infraestructuras más ambicioso de la historia moderna, casi ocho años después del lanzamiento de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) del Partido Comunista Chino, analizamos cuáles eran sus objetivos iniciales y el estado de algunos de los proyectos iniciados para ver si el régimen comunista chino logró su objetivo de expandir su influencia en el mundo.
Las inversiones chinas son completamente diferentes a las europeas y estadounidenses. China es conocida por sus políticas económicas distorsionadas y su diplomacia de la trampa de la deuda. Aunque concede enormes préstamos a los países en desarrollo en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), la condición de utilizar los recursos del país como garantía ha sido objeto de escrutinio.
En caso de impago, China se centra en los recursos naturales, y las estadísticas muestran que entre el 29 y el 32% de los préstamos chinos a los países en desarrollo desde el año 2000 se han colateralizado con recursos naturales.
Obliga a los países prestatarios a devolver los préstamos en petróleo, metales o materias primas agrícolas; con los precios de las materias primas en mínimos históricos debido a la pandemia de Covid-19, los prestatarios probablemente tendrán dificultades para producir lo suficiente para devolver los préstamos
Yibuti, Tonga, Maldivas, la República del Congo, Kirguistán, Camboya, Níger, Laos, Zambia, Samoa, Vanuatu y Mongolia aparecen como Estados en apuros por las deudas de China.
El modus operandi de China fue el mismo en Sri Lanka, cuando Colombo tuvo que ceder el puerto de Hambantota a China en un contrato de arrendamiento de 99 años debido al impago de los préstamos chinos.
Aunque las intenciones de China van quedando poco a poco claras para el mundo, sigue siendo un hecho conocido que las naciones que necesitan ayuda financiera intentan buscarla de cualquier forma posible.
En este sentido, China entra como el buen samaritano pero podría convertirse en un caballo de Troya, dados sus intereses y los sueños de dominio global.