Traducido de DailyExpose.uk por TierraPura.org

El miércoles, el Tribunal Supremo Administrativo de la República Checa dictaminó que no es válida la medida actual que sólo permite entrar en restaurantes, clubes y hoteles a las personas vacunadas o que se hayan recuperado satisfactoriamente de Covid-19. La decisión del tribunal entrará en vigor en siete días.

A partir del 22 de noviembre de 2021, el gobierno checo prohibió a las personas no vacunadas acudir a la mayoría de los lugares cerrados no esenciales.  Las personas no vacunadas ya no podrán mostrar un resultado negativo en las pruebas de Covid para asistir a actos públicos, acudir a bares y restaurantes, visitar peluquerías, museos e instalaciones similares o utilizar hoteles, informó la ITV.  Sólo las personas vacunadas o recientemente recuperadas de Covid podían seguir acudiendo, con excepciones para los adolescentes de 12 a 18 años y las personas cuya condición médica no permitía la vacunación.

“El Ministerio no es partidario de restringir este tipo de establecimientos en la llamada ley de pandemia, salvo que se trate de una medida técnica, como el uso de desinfección o la ubicación de los asientos. Sin embargo, el ministerio podría restringir sus actividades sólo de acuerdo con la Ley de Protección de la Salud Pública, sólo a las personas sospechosas de estar infectadas”, explicó el juez Petr Mikeš, añadiendo que no todo el mundo puede ser sospechoso de una infección. Esto sólo sería concebible en una situación en la que toda la República Checa fuera identificada como brote.

El tribunal también señaló que el objetivo de la medida en esta forma no puede ser obligar a los ciudadanos a vacunarse, lo cual es voluntario.

“Sin embargo, el objetivo de la medida no puede ser obligar indirectamente a los ciudadanos a vacunarse. Esto convertiría la vacunación voluntaria en obligatoria a través de una medida de vacunación de emergencia, ya que las personas no vacunadas no tendrían otra opción que vacunarse si quieren vivir normalmente”, dijo el juez Mikeš.

El 17 de diciembre, Petr Fiala tomó posesión como primer ministro de la República Checa. 
El 19 de enero, el nuevo gobierno anunció que invalidará la directiva del gobierno anterior sobre la vacunación obligatoria del personal sanitario y de algunas otras profesiones. El recién elegido primer ministro argumentó que su gobierno no quería “dividir aún más a la sociedad”.

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