Traducido de Bitterwinter.org por TierraPura.org 

Xu Na, una de las “históricas” disidentes del régimen chino, fue condenada de nuevo la semana pasada a ocho años de prisión y a una multa de 20.000 yuanes. Esta vez, fue por decir la verdad sobre COVID. 

Había sido detenida en Beijing el 19 de julio de 2020 por publicar en las redes sociales imágenes que evidenciaban que la epidemia no estaba totalmente controlada como afirmaban las autoridades. 

El tribunal dijo que lo hizo “en relación con su condición de practicante de Falun Gong”, lo que condujo a la dura condena.

Xu Na es muy conocida en Beijing. Ella y su marido, el músico Yu Zhou, se encontraban entre los miembros de Falun Gong que se manifestaron pacíficamente contra las calumnias de los medios de comunicación cerca de las residencias de Zhongnanhai de los líderes del PCCh en Beijing el 25 de abril de 1999, un incidente que condujo a la despiadada represión de su movimiento.

Xu y Yu fueron arrestados en agosto de 1999 y detenidos durante más de 40 días. En 2001, Xu fue detenida de nuevo y condenada a cinco años de prisión por ser practicante de Falun Gong. Fue liberada en 2006.

En 2008, cuando China se preparaba para los Juegos Olímpicos de Beijing, se intensificó la represión contra el grupo espiritual. 

Tras uno de los conciertos de Yu, él y su esposa fueron detenidos el 26 de enero de 2008. 11 días después, Yu, que tenía 42 años, murió en el Centro de Detención del distrito de Tongzhou. A su mujer le dijeron que había iniciado una huelga de hambre que resultó fatal a causa de su diabetes, versión que se negó a creer. Fue condenada a otros tres años de cárcel.

Mantuvo un perfil más bajo tras su liberación en 2011, y siguió practicando Falun Gong. Durante la epidemia del COVID-19, la disciplina espiritual Falun Gong, la cual las autoridades creían que se había reducido en cantidad de gente que la practicaba, ganó nueva popularidad al promover su Meditación de las Nueve Palabras Verdaderas como una forma de fortalecer el sistema inmunológico y resistir el virus.

Esto enfureció enormemente a las autoridades, que empezaron a detener de nuevo a practicantes de Falun Gong que ya habían estado en la cárcel. 

En el caso de Xu Na, el motivo o pretexto fue que estaba publicando fotos que documentan el progreso de la epidemia sin autorización.

Sin embargo, otros practicantes de Falun Gong fueron detenidos simplemente por haber seguido practicándolo cuando habían regresado a casa después de la cárcel.

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