Por Vanesa Catanzaro – BLes.com
El sobrino del predecesor del Papa Francisco como arzobispo de Buenos Aires lanzó graves acusaciones contra Bergoglio diciendo que encubrió abusos homosexuales de los clérigos.
José Arturo Quarracino, pariente del cardenal bonaerense Antonio Quarracino que dirigió la arquidiócesis de Buenos Aires desde 1990 hasta su muerte en 1998, dijo en declaraciones a Gloria.tv que el Papa protegió en varias ocasiones los abusos sexuales y las malas conductas en el círculo religioso “porque esto a menudo afectaba a personas cercanas a él”.
Uno de los casos que menciona Quarracino en la entrevista es el de “un sacerdote en quien [Francisco] confiaba mucho y que era conocido por sus tendencias homosexuales”.
“Bergoglio lo ‘ayudó’ enviándolo a Roma unos años antes de convertirse en Papa, entre otras cosas porque eso le permitió conocer mucha información confidencial de la Santa Sede”, dijo el sobrino del ex cardenal bonaerense.
“No hay que olvidar que este tipo de personalidades suelen recopilar información de todo tipo, información que le interesaba a Bergoglio”, aseguró.
Además recordó que un funcionario de la Universidad del Salvador cercano al Francisco que había sido denunciado por distribuir pornografía, siguió trabajando con la protección del entonces arzobispo Bergoglio.
“En abril de 2001, pocos meses después de su elevación a Cardenal, un empleado de la Universidad del Salvador, de la que era Gran Canciller, le informó que una persona muy cercana a Bergoglio, que no solo trabajaba en esta casa de estudios, sino que era también funcionario, había repartido fotos pornográficas a miembros de la universidad por diversión”, mencionó Quarracino.
“Esta persona pudo continuar trabajando durante varios años sin ningún problema, mientras que la persona que le había señalado esto a Bergoglio fue despedida sin causa unos meses después”.
Señaló además que siempre hubo “casos conocidos de sacerdotes que mostraron tal comportamiento y siempre pudieron contar con la protección discreta de Bergoglio”, y solo lo hizo abiertamente cuando llegó a la Cátedra de Pedro (también conocida como Trono de San Pedro, en el Vaticano).
Uno de los casos que trascendieron allí fue el del obispo Zanchetta, a quien Bergoglio le ofreció “protección política y eclesiástica” una vez que estuvo en el papado, llevándolo a trabajar al Vaticano como asesor en la Administración para el Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).
Zanchetta fue acusado en 2019 de abusar sexualmente de dos seminaristas. Los casos se remontan a 2015 y 2016, cuando se desempeñaba como obispo de Orán, puesto designado por Francisco. Según informes de un medio argentino, el Vaticano había sido notificado de los abusos en 2016, pero el Papa se mantuvo en silencio y el caso quedó tapado.
Bergoglio eligió siempre colaboradores escandalosos “a todos los niveles”, dijo Quarracino, “aparte de que siempre se ha rodeado de personalidades mediocres, sumisas y serviles”.
“Empezó por distanciarse de todos los que no conocía y que no pertenecían a su círculo de amigos, y se destacó por el hecho de que nadie sabía lo que realmente pensaba, ya que siempre le decía a cada interlocutor lo que quería escuchar, agregó también el sobrino del ex cardenal.
Respecto a la defensa de la vida desde la concepción, Quarracino dijo que “Bergoglio tampoco alentó nunca los movimientos pro-vida que lucharon contra la legalización del aborto. Por el contrario, envió palabras de aliento a los políticos de izquierda que enfrentaban casos penales y civiles, incluso si eran enemigos de la Iglesia”.
“Un día es ortodoxo, condena el aborto frente a un grupo de médicos católicos y lo llama asesinato por encargo. Al día siguiente recibe a Emma Bonino, o la presidenta del aborto argentino. Este siempre ha sido el juego astuto de Bergoglio. Esta forma le permite no ser encasillado, incluso si esta táctica es de corta duración. Jesuitismo puro”, sentenció Quarracino.
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