Fuente: Panam Post
Hay preocupación en el entorno del príncipe Andrew, hijo de la reina Isabel II de Inglaterra, por la reciente decisión de la justicia estadounidense en torno a la acusación de presunto abuso sexual que pesa en su contra. El recurso que sus abogados habían interpuesto para archivar la demanda civil de Virginia Giuffre fue categóricamente rechazado por un juez de Nueva York.
El caso también asecha a su madre, la monarca, quien está a pocos días de celebrar 70 años de reinado conocidas como «Jubileo de Platino». De hecho, fuentes cercanas aseguraron a MailOnline que sobre los festejos pesa una «sombra horrible» a raíz de la decisión judicial. El palacio de Buckingham se niega a hacer comentarios.
De manera que el príncipe Andrew está cada vez más cerca de un juicio. Podría ser citado a presentarse en persona en Estados Unidos pero no está obligado a hacerlo ya que ciudadanos de Reino Unido no pueden ser extraditados a EE. UU. por casos civiles. Su declaración podrá ser tomada en video desde Londres pero eso podría dañar más su imagen.
En pocas palabras, está entre la espada y la pared. Tiene hasta el 14 de julio para responder preguntas sobre el caso bajo juramento, indicó CNN. Si el caso no se resuelve, el príncipe Andrew podría enfrentar una fecha de juicio entre septiembre y diciembre de 2022.
Tres veces habría abusado el príncipe Andrew de Virginia Giuffre cuando ella tenía 17 años y él 41. Según la presunta víctima, el fallecido magnate Jeffrey Epstein y su entonces pareja, Ghislaine Maxwell —declarada culpable por múltiples delitos de abuso sexual— abusaron de ella y también la «traficaron» al hijo de la reina, íntimo amigo de la pareja de pedófilos.
Las cosas se complican para el duque de York
La esperanza del príncipe Andrew estaba en un acuerdo que Giuffre hizo con Epstein en 2009. El documento indica que Giuffre acordó no demandar a Epstein y otros «potenciales acusados» a cambio de 500.000 dólares, sin embargo para el juez neoyorquino Lewis Kaplan no fue suficiente ya que no menciona en detalle al miembro de la realeza británica.
«No se puede decir que el acuerdo de 2009 demuestre, de manera clara e inequívoca que las partes tenían la intención de que el instrumento ‘directamente’, ‘principalmente’ o ‘sustancialmente’ beneficiara al príncipe Andrew».
A partir de aquí las cosas se complican. El príncipe Carlos, Meghan Markle y Sarah Ferguson, duquesa de York y exesposa del acusado podrían tener que declarar ante el juzgado según un abogado de Giuffre citado por Daily Mail. Al grupo se uniría la hija de Andrew, Beatrice, porque su padre «la usó como coartada al afirmar que estaba con ella en un local de pizzas la noche en que supuestamente se acostó con Virginia en la casa de Londres de Ghislaine Maxwell».
Sin embargo, acá también hay un detalle importante: al ser figuras de la realeza no están obligados a dar su testimonio porque el proceso avanza en una jurisdicción diferente.
En una entrevista de la BBC en 2019 Andrew habló de una supuesta incapacidad de sudar. Fue una manera de desestimar el argumento de Giuffre de que el príncipe sudaba «profusamente» antes de forzarla a tener relaciones sexuales. Para probarlo, la defensa de la víctima está pidiendo los registros médicos que los compruebe. Más dificultades para el hijo de la reina.
Giuffre pide cinco millones de dólares
El proceso judicial en torno a la demanda civil continuará no solo porque el juez rechazó el argumento sobre el acuerdo de 2009, también seguirá adelante porque el magistrado rechazó otros argumentos que criticaban «cuestiones de forma», aunque no trascendieron más detalles.
Otro riesgo es que Ghislaine Maxwell confiese tras las rejas. Fue declarada culpable a finales de diciembre de 2021 y eso la podría llevar a querer colaborar con la justicia. Si ella habla para reducir su condena, podría llevarse al príncipe Andrew consigo.
Recién comienza la lucha legal del duque de York en un proceso que posiblemente sea más costoso de lo que previamente desembolsilló la reina para pagar a los abogados. Su reputación también está en juego. La única salida posible a la demanda civil es que el príncipe Andrew pague 5 millones de dólares para que la presunta víctima desista, según información del portal británico.