Por Andrés Vacca – BLes.com
Faltando pocas semanas para que comiencen los polémicos Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) volvió a reclamar por la persecución a los practicantes de Falun Gong por parte del régimen chino, mencionando en concreto el encarcelamiento de una ciudadana china encarcelada por repartir información de la disciplina milenaria.
El 27 de diciembre, la CECC publicó en Twitter el caso de Deng Cuiping, una maestra de escuela primaria de la ciudad de Yuxi, provincia de Yunnan, que está cumpliendo una pena de prisión de seis años por distribuir materiales de Falun Gong en China.
Los congresistas reclamaron por el fin de más de dos décadas de terribles abusos contra los practicantes de la disciplina, que incluye encarcelamientos ilegales, torturas, asesinatos y sustracción forzada de órganos, entre otras barbaridades.
“El practicante de #FalunGong #DengCuiping recibió una sentencia de seis años por distribuir materiales religiosos de Falun Gong en China. Los presidentes piden el fin de más de dos décadas de horribles abusos contra #FalunGong , incluidas la tortura y la detención arbitraria. #OlympicPrisoner”, se puede leer en el mensaje de Twitter.
La publicación en Twitter de la CECC, forma parte de una reciente iniciativa destinada a manifestar su rechazo a la realización de los Juegos Olímpicos en China, a través de la cual están publicando desde comienzos de mes la imagen de un preso político del Partido Comunista Chino (PCCh) por día, con un breve resumen de su historia.
El Comité Olímpico Internacional (COI) otorgó al régimen chino el honor de ser anfitrión de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno. Agrupaciones de derechos humanos alrededor de todo el mundo manifestaron su rechazo, dada la enorme cantidad de evidencia sobre el abuso sistemático de derechos básicos a disidentes políticos, minorías étnicas y religiosas.
La CECC en reiteradas ocasiones ha escrito al COI presionando para que se reubique la sede de los Juegos Olímpicos de 2022 y evitar otorgar al régimen comunista chino el honor de ser el anfitrión con todos los beneficios promocionales y financieros que ello conlleva.
Tras ser ignorados repetidamente por el COI, el presidente de la comisión del Congreso, el senador Jeff Merkley y su copresidente, el representante James McGovern, anunciaron el inicio de la campaña #OlympicPrisoner, que continuará hasta el comienzo del evento deportivo.
Según reportó la Comisión por la Libertad Religiosa Internacional, Deng fue declarada culpable el 24 de febrero de 2017 por sus actividades religiosas y multada con casi 1500 dólares.
Su arresto fue el 24 de julio de 2016, cuando oficiales de la Oficina de Seguridad Pública del condado de Chengjiang decidieron llevarla junto a otros cuatro compañeros practicantes con quienes estaba distribuyendo material informativo sobre la disciplina Falun Gong.
Ese mismo día también allanaron su casa y sustrajeron varios objetos personales de la maestra como su computadora, impresora, libros y CDs.
La familia de Deng no tuvo certeza de su paradero hasta el 1ero de septiembre de 2016 cuando se oficializó su detención bajo el cargo de “organizar y utilizar una secta para socavar la implementación de la ley”.
Antes de su arresto, Deng había sido fuertemente acosada y detenida en varias oportunidades en relación con su práctica de Falun Gong. También se le prohibió ejercer la docencia y según los informes, el 8 de abril de 2006 Deng fue condenada a tres años de prisión en la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Yunnan donde fue torturada en varias ocasiones.
Actualmente Deng permanece detenida en la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Yunnan, que tiene graves antecedentes de maltrato contra los practicantes de Falun Gong.
La disciplina practicada por Deng también es conocida como Falun Dafa, una antigua práctica espiritual china que consiste en una serie de ejercicios de meditación y suaves movimientos, junto con las enseñanzas que promueven la verdad, la benevolencia y la tolerancia en la vida cotidiana.
Según estimaciones oficiales, su popularidad alcanzó su punto máximo a finales de la década de 1990 en China, con casi 100 millones de seguidores. Sin embargo, el PCCh ha prohibido la práctica y reprimido a sus miembros desde 1999.