Fuente: La Derecha Diario
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo público esta semana que está planeando financiar a la Unión de Comités de Trabajos de Agricultura en Seguridad Alimentaria (UCTASA) y a la Unión de Comités de Trabajos de Salud en Bienestar y Nutrición (UCTSBN), dos organizaciones ligadas públicamene al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
El Frente Popular palestino es una organización revolucionaria marxista-leninista de extrema izquierda, que viene haciendo ataques terroristas en Israel desde la década del ’70.
Esta agrupación es miembro de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), la coalición de grupos paramilitares fundada por el líder terrorista internacional Yasir Arafat. De hecho, es el segundo grupo más grande dentro de la OLP, después de Fatah.
A diferencia de Fatah, que está intentando mostrarse más como un partido político que un grupo terrorista, el Frente Popular no oculta sus intenciones bélicas y llama abiertamente por la destrucción del Estado de Israel y el genocidio del pueblo judío en Medio Oriente.
El plan de financiamiento de las Naciones Unidas fue publicado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) bajo el nombre de “Plan de Respuesta Humanitaria” y si se aprueba, será puesto en práctica en 2022.
La noticia provocó la ira del Embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, quien le envió una carta al Secretario General, António Guterres, pidiéndole dar marcha atrás en el asunto.
“Es indignante que una organización como la OCHA, que tiene la misión de asegurar la paz internacional y la seguridad, se asocie con organizaciones que directa y materialmente apoyan al terrorismo y proveen al Frente para la Liberación de Palestina – una organización designada como terrorista internacionalmente, incluyendo en Israel, los Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Canadá y Japón – con su bienestar financiero”, disparó Erdan en su carta.
Según ha encontrado y probado la justicia israelí en conjunto con servicios de inteligencia y de justicia de otros países occidentales, el Frente para la Liberación de Palestina utiliza a ambas organizaciones que ahora financiará la ONU como herramientas para conseguir financiamiento privado, lavar dinero y realizar redes de armamento y entrenamiento para actividades terroristas. Ahora, lo hará con dinero de todos los países que contribuyen a las Naciones Unidas.
Desde su fundación en 1967, el FPLP llevó a cabo por lo menos 16 atentados terroristas de gran escala en Israel y otros 8 en el extranjero. Lleva a cabo sus atentados mayormente contra civiles israelíes, pero en sus bases dice que busca extender la lucha armada contra el capitalismo “judío” a nivel global.
Hasta la década del ’90, se financió con el apoyo de la Unión Soviética. De hecho, la organización estuvo afiliada al ahora inactivo Seminario Comunista Internacional y se autoproclama como marxista-leninista y socialista revolucionaria.
Durante la Guerra Fría, el FPLP tuvo como socios importantes a la Unión Soviética, China, Cuba y Corea del Norte, pero hoy en día su poderío ha caído mucho. Israel llevó a cabo múltiples operaciones para eliminar a los cabecillas de este grupo, y en la última elección en la comunidad palestina apenas consiguieron 3 diputados en el Concejo Legislativo de Palestina (de 132 legisladores).
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