Andrés Vacca – BLes.com
Nuevamente una organización dirigida por jesuitas despierta críticas por identificarse con asuntos asociados a las ideologías de izquierda. En esta ocasión, la Universidad de Loyola en Maryland promueve que la Teoría de la Raza Crítica (CRT) debe ser implementada incluso en niños menores de 12 años.
En un ensayo publicado en el sitio web oficial de la Universidad de Loyola, al comienzo del año académico, los académicos condenaron las críticas realizadas por docentes, padres y políticos respecto a la CRT durante los últimos tiempos e incluso elogiaron el ampliamente desacreditado “Proyecto 1619” como un “trabajo histórico” y una “herramienta educativa que se utilizará para iniciar discusiones honestas y representativas en las escuelas sobre el legado perdurable de la esclavitud”.
“Los recientes ataques políticos contra CRT son peligrosos”, dijeron los miembros de la facultad de Loyola, “y se basan en el poder de la desinformación y la tergiversación”.
También se encargaron de desestimar las preocupaciones, expresadas con determinación por muchos padres y activistas que han condenado la historia revisionista que enseña que, desde su fundación, Estados Unidos ha sido una nación absolutamente racista.
Sobre los detractores de la CRT, los académicos los acusaron de encubrir las bases de la equidad social, y motivaron a todos los docentes y líderes educativos a utilizar su voz y posición para resistir el avance de estos “detractores”.
“Como una institución de educación superior, primero queremos expresar públicamente nuestro compromiso con la CRT y la educación antirracista, dando a conocer que continuaremos preparando futuros educadores usando estos métodos”, prometieron los académicos de Loyola.
La Universidad de Loyola ha estado también en el centro de las críticas a comienzos de noviembre cuando trascendió que había organizado un evento de recaudación de fondos para Planned Parenthood en el campus, patrocinado por LMU Women in Politics, una organización estudiantil registrada en la universidad.
“¡La recaudación de fondos de Planned Parenthood es una oportunidad para que recaudemos dinero para una causa que realmente nos importa y que nos divertimos al mismo tiempo!” se puede leer en una descripción publicada en el calendario de eventos del sitio web de la universidad.
La universidad, a pesar de ser católica y recibir fuertes críticas por parte de alumnos y exalumnos, se ha negado a cancelar el evento insistiendo en que los eventos, acciones y posiciones de las organizaciones estudiantiles no están necesariamente respaldados por la Universidad.
Los jesuitas son muchas veces reconocidos como los representantes del ala izquierdista de la iglesia católica. Y muchas instituciones, como la Universidad de Loyola, han demostrado últimamente que esta acusación no está alejada de la realidad.
Solo para nombrar otro de los tantos ejemplos, el año pasado una importante iglesia jesuita de la ciudad de Nueva York solicitó a sus feligreses que reciten un “juramento por la justicia racial” durante la misa.
En un video se puede ver al reverendo Kenneth Boller, pastor de la Iglesia de San Francisco Javier, diciendo que “el privilegio blanco y la cultura de la supremacía blanca deben ser desmantelados”, y exigiendo a los presentes a jurar por la justicia racial.
En el video se escucha decir al sacerdote entre varios comentarios relacionados a la ideología de igualdad racial:
“¿Apoya usted la justicia, la equidad y la compasión en las relaciones humanas?”
“Afirma usted que el privilegio de los blancos es injusto y perjudicial para quienes lo tienen y para quienes no lo tienen”.
“Por tanto, a partir de este día…¿Se esforzará por comprender más profundamente la injusticia y el sufrimiento del privilegio blanco y la causa de la supremacía blanca?”.
En asuntos de liberación sexual, los jesuitas también parecen ser los más permisivos del cristianismo. Un ejemplo de ello es el polémico padre jesuita James Martin, abierto defensor y portavoz de la comunidad LGBT, que incluso ha recibido las felicitaciones del Papa Francisco, máxima autoridad de la iglesia católica y casualmente también jesuita.
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