Traducido de TheCovidWorld.com por TierraPura.org
Un grupo que se autodenomina “Coalición de Resistencia THA contra la Vacunación Forzosa”, organizó ayer una protesta para recordar a los que han muerto como consecuencia de las vacunas COVID-19.
Este tipo de protestas parece estar extendiéndose por todo el mundo. El 20 de noviembre, los familiares de los fallecidos por las vacunas COVID-19 celebraron una vigilia en Corea del Sur, y la semana pasada, en Italia, cientos de personas organizaron una marcha de duelo en la ciudad de Parma para conmemorar a los fallecidos por las complicaciones derivadas de las vacunas.
Los manifestantes tailandeses se concentraron frente a la embajada de Australia en Bangkok y se manifestaron en contra de la vacunación obligatoria, mientras sostenían pancartas con los nombres de numerosas víctimas tailandesas que murieron a causa de las vacunas COVID-19. El grupo también se opuso a las políticas de coerción e internamiento del gobierno australiano.
Los manifestantes, entre los que se encontraban familiares de las víctimas, así como otras personas que simpatizan con la causa, distribuyeron folletos que contenían 5 preguntas.
1. ¿Sabías que los tailandeses han enfermado o han muerto por todas las marcas de las vacunas experimentales COVID?
2. Sabías que los fabricantes de vacunas son inmunes a la responsabilidad y no pueden ser demandados por las muertes y enfermedades de quienes toman su producto?
3. ¿Sabías que la NHSO (el departamento gubernamental que paga las indemnizaciones a los lesionados por las vacunas) ha pagado más de 712 millones de baht (21 millones de dólares) con el dinero de los contribuyentes tailandeses?
4. ¿Sabías que hay muchos tailandeses que se lesionan después de la inyección pero no saben a quién llamar para pedir ayuda?
5. ¿Estás seguro de que tú o un ser querido no seréis los siguientes?
Algunos de los manifestantes presentaron entonces una carta al embajador australiano, en la que instaban al gobierno australiano a dejar de violar los derechos de sus ciudadanos con encierros, campamentos y coacciones para la vacunación.
Uno de los líderes declaró:
“Sólo estamos en contra de la vacuna y no tenemos más objetivos políticos que mostrar apoyo a las víctimas de estas vacunas COVID-19 y protestar contra la vacunación obligatoria”.
A medida que el número de muertos y lesionados por las vacunas COVID-19 siga aumentando, protestas como ésta serán inevitablemente más comunes.